La doctora había sido muy linda y amable, su dulce mirada no cambio en todos estos años.
Mire a Harry quien se encontraba leyendo el pequeño expediente que le dieron.
— La doctora esta bastante guapa, ¿no lo cree, señor Harry?
Cuando dije esto dio un pequeño salto, sus mejillas se había ruborizado un poco.
— Si, es bastante linda.
— También es muy inteligente y amable, estoy considerando que es casi perfecta —puse mis manos detrás de mi espalda.
— ...Pienso lo mismo, señorita.
Vaya respuesta mas vaga, supongo que en su mente ha de estar diciendo cuan perfecta es.
No pude evitar sonreír al pensar tal cosa.
— Que esposa tan linda tienes —susurre, al parecer no me había entendido, pues su rostro reflejaba confusión— nada, descuida —dije.
Caminamos hasta la salida, todos estaban ocupados, Sebastian solo se dedicaba a ver con atención todo lo que pasaba.
Al parecer no se dio cuenta de que estábamos de regreso. Mis ganas de molestarle llegaron a su limite, sin poder evitarlo, camine sigilosamente hacía él. Harry y los guardias que estaban cerca me miraron con sigilo, ¡dios Sebastian! Ni siquiera a notado que sus guardias están mirándome, ¿tan entretenido estas observando a los demás participantes?.
No me intereso el modo en que me miraban, solo seguí caminado hasta llegar atrás de su espalda, y cuando al fin llegue no pude evitar sonreír maliciosamente.
— Que descuidado eres, gran príncipe Sebastian —dije poniendo mi dedo índice en su espalda a lo cual el solo salto.
— ¿Qué? Señorita Moon, ¿se puede saber que esta haciendo?.
— Eso debería preguntar yo, su majestad. ¿Tan rápido se le olvido que tiene en su castillo a la asesina mas grande de este reino?.
Estaba confundido, podía adivinarlo por la expresión que tenía en estos momentos.
Tal parece que nadie mas había notado que me estaba acercando a él mas que los guardias, y por su puesto, Harry.
— Majestad, lamento decirte que la señorita Moon, tiene razón.
— Lo se. Sin embargo, es interesante ver que fue capaz de hacerlo, aun cuando todos estaban al tanto de sus movimientos.
Oh, esto si es interesante, al parecer si noto que estaban alerta pero no se percato de porque.
No pude dar una sonrisa ante su comentario.— Digame una cosa, majestad Sebastian —dije obviamente sarcástica— ¿realmente cree que me detendría de hacer alguna cosa, solo por un montón de inútiles me han visto de manera des aprobatoria?
No respondió, en su lugar se quedo unos segundo pensando su respuesta, y cuando al fin iba a hablar, toque su mejilla con mi dedo índice.
— Si me detuviera solo por eso... Debe creerme, su reino seria un caos, no solo por lo ladrones.
— ¿Algún día dirás con exactitud cuantas personas han sido en realidad?
— No lo se, majestad, si le respondiera ahora solo seria una mentira.
Me respondió con una sonrisa.
— Habrá que esperar, ¿no? Señorita Moon —una vez dicho eso, un guardia le hablo, al parecer debía ir.
Me dedico nuevamente una sonrisa, después novio su mano en señal de despedida después de haber movido su capa. Harry se había marchado junto con él.
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La Guardiana
FantasiaToda ternura o inocencia se desvaneció de la mirada de aquella niña, quien tenía en sus pequeñas manos la sangre de la única persona a la que quería, a quien adoraba con su alma y al que hace pocos segundos... había arrebatado la vida con sus manos...