10. Are fairy tales real?

301 22 17
                                    

—¿Segura que es aquí? —pregunta Caitlin.

Gracias al extrapolador de Cisco, llegaron a la Tierra 155. Ésta vez no mostraba quién había desaparecido, simplemente marcaba un fallo, así que el pequeño grupo se dirigió allí.

—Mi tablet ahora está vinculada con Gideon para poder saber todo el tiempo lo que pasa en las Tierras —responde Felicity—. Así que, amenos que una inteligencia artificial del futuro se equivoque, ésta es una de las Tierras afectadas.

—Pues aquí no hay nada —resopla Ralph, pateando una piedra.

—Esperen, puedo sentir algo... —dice Sam colocándose a mitad del camino. Se queda en silencio por un momento, hasta que estira su brazo y es como si atravesara un portal, pues los demás no pueden ver la mitad de su brazo. 

Cierra los ojos un momento y respira profundamente. Cuando vuelve abrirlos, saca su brazo de la barrera frente a ella e intenta usar sus poderes para quitarla.

Siente un cosquilleo en los dedos y se deja llevar por su magia, sintiendo una seguridad como nunca antes.

Después de un par de minutos, se abre una grieta, mostrando que verdaderamente hay algo detrás, pero entonces Sam comienza a sentirse cansada, ya que está usando toda su fuerza.

—Sam —la llama Caitlin intentado que deje de hacerlo, pero entonces la barrera se rompe, y es tanto el impacto de la magia que Sam sale volando y se estrella contra un árbol.

Los tres se acercan a ella preocupados y Caitlin revisa su pulso.

—Está bien —suspira aliviada—. Sólo se desmayó por el golpe.

Ralph la carga delicadamente y están por regresar a los Laboratorios, cuando escuchan a unas personas acercarse.

—No me detendrás, Swan —dice una mujer de cabello negro—. Ya estuve varios días sin hacer nada, así que es momento de que cruce la barrera y salga a buscar a mi hijo.

—Regina, no lo estás pensando claramente. Si pasas la barrera... —la rubia dejó sus palabras en el aire al observar a cuatro personas del otro lado—. ¿Pueden vernos? —pregunta extrañada.

—Eso parece... —dice la pelinegra. Voltea al rededor y se da cuenta que su hechizo ya no está—. ¿Cómo pudieron hacerlo? —pregunta, pero enseguida resopla—. ¿Saben qué? No me importa, esto facilita las cosas.

—Esperen, ¿quiénes son ustedes? —pregunta Ralph.

—Nosotros deberíamos preguntar eso —dice la rubia a la defensiva, tomando su arma.

—No creo que eso sea inteligente —comenta Caitlin con sus ojos azules y sacando un poco de hielo.

—¿Son más personajes de cuentos? —cuestina con la boca abierta la rubia.

—No, estamos aquí para ayudarlos... Supongo —reacciona rápido Felicity—. Están sucediendo cosas raras en el mundo —empieza, no sabiendo muy bien cómo explicarlo, pero va al grano para evitar que salga Frost—. ¿Han perdido a alguien en estos días?

—Mi hijo —responden ambas mujeres.

—Nuestro hijo —vuelven a decir.

—Ah, entiendo —dice Ralph con un tono pícaro.

—Es no es —hablan ambas—. No somos pareja.

—Soy su madre biológica y ella es su madre adoptiva —se adelanta ésta vez la rubia—. Pero no importa, ¿nos dirán quiénes son? ¿O tendremos que obligarlos a hablar?

—En serio no te recomiendo eso —dice Frost apareciendo en el momento en que Swan saca por completo su arma.

—¿De verdad? —pregunta casi riendo, Regina—. ¿A caso quieres ver mi poder? —crea una bola de fuego y la mantiene en su palma—. Podría matarte en segundo.

Crisis on Infinite Earths ⸸ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora