bad dancer

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yeosang es uno de los mejores bailarines del grupo, tanto yunho como mingi lo aceptan y por ello lo integraron en la dance line.
el pelirosa desprendía talento por donde sea que lo mirasen, voz hermosa y melodiosa, rostro angelical, personalidad encantadora y su imaginación a la hora de aportar algunos pasos para las coreografías.

y todo eso no pasaba desapercibido para cierto pelinegro enamorado, el mismo que observaba en secreto al ángel de cabellos rosas y parloteaba sin parar de lo perfecto que el menor podía ser a hongjoong, y lastimosamente el líder debía soportarlo.

y era otro día más, donde seonghwa miraba discretamente al chico más delgado reír. esa linda escena quedaría impregnada en su cabeza, las bonitas arrugas en sus ojos y los mismos a medio cerrar, sus pómulos elevados y esa radiante sonrisa que alteraba todo su interior.

toda su paz se esfumó en cuanto una mano se posó en su hombro y le hizo saltar, provocando que sus pies fallásen y terminara en el frío suelo de la cocina, y lo peor, a la vista de su ángel.

y todo empeoró cuando al parecer jongho también perdió el equilibrio, terminando sobre el y demasiado cerca para su gusto. pudo notar las mejillas del maknae tomar un color carmesí adorable, que le robó un pequeño ow al pelinegro, pero de igual forma carraspeo.

─¡lo siento tanto hyung! ─ se apresuró a decir el menor.

─no pasa nada jongho-ssi ─ negó, aceptando la mano que el vocalista le extendía para levantarse.

prosiguió a seguir negando y rechazando las disculpas del menor más de una vez, y entre cosquillas seonghwa invitó un café al menor esa misma tarde para recompensar su falta de madurez al esconderse de esa forma, aunque no diciendo el motivo.

preparó una taza de chocolate caliente y se dirigió hasta la habitación que compartía con yeosang, si, fue realmente difícil convencer a hongjoong de dejarlo compartir cuarto con su ángel, pero lo logró, lo único malo de eso era no poder ver al menor la mayoría del tiempo ya que este siempre tenía una excusa para alejarse.

por ello seonghwa decidió mantener sus sentimientos en cubierto, hacerlos totalmente invisibles a los ojos de los demás exceptuando a hongjoong, quien sabía con lujo de detalle las razones por las que su amigo se encontraba perdido en un enorme manantial llamado kang yeosang.

en parte era bueno, ya que hongjoong era alguien de confianza, sin mencionar que su amistad sobrepasaba lo profesional hasta lo personal, podía decirse que eran hasta mejores amigos.

cuando llegó a su cuarto, se planteó en el escritorio en uno de los lados de la habitación, dedicándose a observar sus redes sociales o mirar videos de gatitos, eran tan adorables como su pequeño ángel que derretian su corazoncito sin piedad alguna.

o eso hasta que la presencia de cierta persona bajita llamo su atención, obligándole a despegar su atención de su movil para poder otorgársela, encontrándose con un adormilado hongjoong. no le sorprendió que este se lanzara a su cama y se envolviera entre sus sábanas, era su día libre y posiblemente yunho estaba demasiado hiperactivo como para que el líder pueda dormir tranquilamente en la habitación que compartían, en cambio en la del pelinegro era recibido por una cómoda cama y el perfume del mismo que le fascinaba, sin mencionar que el único ruido fuerte que resonaba en el lugar fue pausado por los auriculares del mayor.

a hongjoong le gustaba tanto que su amigo fuera tan respetuoso y ordenado, siempre intentaba seguir su ejemplo ya que este con solo una mirada lograba que todos los miembros cesasen su desorden, lastimosamente el más bajito no tenía ese poder.

un leve quejido por parte del peligriz hizo que seonghwa dejara sus auriculares y movil de lado para mirarle, notando como este se retorcia y hacia varias muecas, el mayor supo de sobra que se trataba de una de aquellas feas pesadillas que habían estado molestando a su amigo desde hace bastante, las mismas que siempre provocaban que este derramara lágrimas que estrujaban el corazón del pelinegro.