2/3.
después de la mini-guerra entre jongho y el cobarde pelirosa, pudieron abandonar el apartamento siendo guiados por mingi y yunho.
el peliazul no había dicho a dónde se dirigían, cosa que realmente los asustaba ya que estar con ambos muchachos al mando era un peligro, pero al parecer sabía lo que estaba haciendo, o eso quiso creer el mayor.
se habían perdido después de estar caminando por unos cuarenta minutos, dando vueltas al rededor del parqué que frecuentaban hasta que mingi decidió llamar a su madre para cuestionar la ubicación se su guarida.
tan pronto como la llamada termino, los demás pudieron ver la expresión avergonzada del alto, seguido de como pronunciaba un "seguimos el camino al revés." con timidez. al final, terminaron pidiendo dos taxis para poder llegar al lugar que resultó ser un arcade.
─ aquí aprendí todo lo que sé. ─ informó mingi, con una sonrisa orgullosa a medida que avanzaban por el pasillo lleno de máquinas de juegos.
─ eso explica mucho. ─ murmuró wooyoung, haciendo reír a yeosang y su novio.
─ este pato me enseñó a cruzar la calle. ─ señaló a un juego, para luego seguir con otros dos ─ este pingüino me enseñó a comer las verduras de mi madre, y este pacman me enseñó a devorar fantasmas por si hay algún apocalipsis.
seonghwa masajeo su cien, cerrando sus ojos y intentando olvidar lo que acababa de oír cuando san y yunho comenzaron a silbar y aplaudir.
el peliazul charló con el gerente por unos minutos, volviendo junto a ellos con demasiados voletos llenando sus brazos, repartiendolos entre todos. acordaron encontrarse después de unas dos horas antes de dispersarse en el local, wooyoung y yunho habían ido al juego de disparo mientras que san, jongho y hongjoong iban al de las carreras.
mingi había decidido quedarse a jugar el juego que había señalado como último para no olvidar mis enseñanzas, así que seonghwa solo caminó por los pasillos sin saber qué hacer, ningún juego capturaba su atención a excepción de uno, en el que había ganado y duplicado sus boletas, pero no sabía qué hacer con ellas.
pudo observar un rincón del local con unos casilleros, armas de juguetes y un chaleco con un peculiar adorno rojizo en forma de diamante, claro que lo que más le llamo la atención fue la cabellera rosa de cierto chico que suplicaba al dueño par poder entrar, recibiendo solo negaciones.
arrugó su ceño, acercándose para poder oír el motivo de la discusión con más detalles.
─ lo siento, niño, solo tienes treinta y nueve boletas y se necesitan cincuenta para entrar a laser tag.
─ ¡por favor, solo son once boletas menos, déjeme entrar!
─ las reglas son las reglas, lo siento.
bajó su vista para observar las boletas entre sus manos, definitivamente eran unas ciento sesenta y dos boletas, así que, antes de que yeosang se marchara, sujetó su brazo y se posó frente al hombre, extendiéndole todas sus boletas.
─ son más de treinta y nueve, puede contarlas si eso quiere, quédese con el cambio. ─ sonrió, guiñando uno de sus ojos mientras tiraba suavemente del menor hasta los casilleros para poder colocarle los chalecos y las respectivas protecciones.
─ hyung, yo-
─ ¿de qué se trata esto? realmente nisiquiera sé cómo se juega. ─ le interrumpió, observando con curiosidad el arma entre sus manos.
el bajo sonrió con ternura, acomodando correctamente el casco al revés del pelinegro y asegurandolo debajo de su mandíbula.
─ no dejes que te disparen aquí ─ presionó el icono rojizo en el chaleco del alto. ─, o estás fuera, debes eliminar a todos los jugadores para ganar.
─ eso suena fácil. ─ asintió, aún sintiéndose avergonzado. ─ ¿y qué ganamos?
el pelirosa señaló a uno de los carteles pegado en los extremos del lugar. "¡compite para ganar un pote de helado gigante!", leyó, inmediatamente encarnando una de sus cejas.
─ ¿cuántos tontos se inscriben por un helado? ─ replicó con burla, recibiendo una mirada traviesa por parte del bajito, quién solo río ligeramente.
─ sesenta, incluyéndolo.
el aludido arrugó su ceño con indignación, no teniendo tiempo de replicar cuando fue arrastrado dentro del pequeño lugar adornado con estructuras pequeñas que creyó que serían escondites, la alarma sonó y tan pronto como lo hizo, todos los jugadores se comenzaron a dispersar.
era difícil poder observar a los demás con la tenue luz de las estructuras, que al ser violetas y amarillas no servían demasiado. aunque creyó haber disparado a unas cuantas personas cuando entró en pánico y corrió por todo el lugar como un idiota, hasta que finalmente pudo tomar su ritmo.
─ escuche, señor, dos de mis niños están ahí adentro y necesito hablar con ellos, sólo será por un minuto.
─ ya te lo dije, muchacho, no puedo detener el juego, puedes esperar a que salgan.
─ necesito que vengan ahora. ─ hongjoong arrugó su ceño, colocando sus manos en su cadera mientras ladeaba un poco la misma y observaba atentamente al hombre.
─ él definitivamente hará un escándalo. ─ murmuró jongho, aferrandose al brazo de su novio.
─ oh, por supuesto que lo hará. ─ yunho sonrío, recargando su mejilla sobre la cabellera del menor. ─ honey, ¿puedes grabarlo?
─ no veo lo entretenido, ¿a quién creen que va a golpear después? ─ mingi lloriqueo aún mordiendo sus uñas.
─ ¡eso lo hace aún más divertido! ─ wooyoung levantó sus brazos con una sonrisa en su rostro.
─ no voy a volver a repetirlo, o detiene el juego, o tendrá serios problemas.
─ ustedes serán los que tendrán problemas si no se calman y esperan como una persona común.
─ oh, ¿quiere que me comporte como una persona común? lo haré.
gran parte de los jugadores habían sido eliminados ya, y realmente no sabía si yeosang era uno de ellos, aunque le había visto escondido detrás de unas estructuras hace como media hora atrás. la tensión y calor del lugar estaba desesperandolo, el sudor que mojaba su cabello y cuello era una prueba de ello, sin embargo, debía seguir.
apoyó su espalda en una de las estructuras, girándose rápidamente para disparar al sujeto que estaba a unos metros suyos y volviendo a su escondite. soltó un quejido cuando un empujón abrupto le hizo caer al suelo, sintiendo peso sobre su regazo que le obligó a abrir los ojos de nuevo.
jadeo con sorpresa al reconocer el rostro de yeosang, viendo como apoyaba ambas de sus manos en su pecho mientras intentaba regular su respiración.

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bad dancer
Hayran Kurgudonde seonghwa es un mal bailarín y le pide ayuda a yeosang. ─ leve mención de: yunjong. minhong. woosan. ─ seonghwa top,, yeosang bottom. ─ número de capítulos: indefinidos.