bad dancer

9

seonghwa nunca pensó que la semana pasaría tan rápido.

habían hecho demasiadas cosas, como intentar hacer una masa casera y terminar en una guerra de comida que casi acaba con todos los platos, dejar ver su lado más oscuro al jugar "uno" todas las tardes, hacer sesiones de karakoke apenas los demás se iban, construir una fortaleza con sábanas, almohadas y dos sillas en la sala, y finalmente, quedarse dormidos en la misma después de que el menor haya iniciado una batalla con las almohadas y el mayor haya respondido haciéndole cosquillas, otra vez.

cuando el domingo, en la madrugada, estaba apunto de dirigirse a la habitación del pelirosa para cambiar la venda de su tobillo, se sorprendió cuando encontró a los demás miembros festejando y saltando mientras soltaban risas. jongho sostenía una caja de pollo frito mientras que san sujetaba firmemente lo que era un pastel con un "¡felíz renacimiento, tobi!" escrito dentro de un corazón.

vio como yeosang se levantaba de la cama bajo la expectante mirada de todos, y cuando logró dar un paso con sus piernas, el escándalo se hizo presente. mingi gritó efusivamente, agitando los globos que estaban enredados en sus dedos y parte de antebrazo, yunho lo copió, esta vez bailando una danza que no pudo identificar a la vez que wooyoung y hongjoong comenzaban a cantar "felíz día a ti, felíz día querido tobi."

el solo se limitó a observar todo desde el marco, tratando de asimilar lo que estaba pasando hasta caer en cuenta de que el tobillo del bajo había sanado, ya no debía cuidarlo ni cambiar su vendaje, tampoco regañarlo por intentar levantarse por su cuenta, y mucho menos quedarse todo el día a su lado. intentó disimular su ligera crisis acercándose a los menores para mirar como san y mingi manchaban los pómulos del pelirosa con el glaseado amarillo del pastel, hasta que todos fueron abandonando la habitación, incluyéndolo.

apenas ingresó a su habitación, se tumbó en su cama, cubriendo todo su cuerpo con las sábanas y cerrando sus ojos con fuerza para quedarse dormido. se sentía algo decaído, por que cuidar al otro era la única forma segura que tenía para acercarse, ¿qué se supone que haría ahora? ¿volver a ignorar su linda existencia como antes y sentirse peor?

escuchó la puerta abrirse y volver a cerrarse bruscamente, sin embargo, no se movió, hongjoong solía hacer eso sin darse cuenta, así que era algo monótono para sus tímpanos escuchar ese tipo de cosas. claro que no se esperó que la sábana que lo cubría fuera levantada, dando paso a una anatomía más pequeña que se acomodó a su lado, ganando su atención.

tampoco espero que esa persona fuera yeosang, y no tuvo tiempo de reaccionar cuando la puerta volvió a abrirse, dejando ver esta vez a wooyoung con un pollo de plástico en sus manos.

─ ¡¿por qué no quieres comerlo?! ¡creí que te gustaba el pollo! ─ habló, acercándose, logrando que el aludido hunda su rostro en su cuello y se aferre a el.

─ ¡no voy a comerme eso! ¡por si no lo notaste, estúpido, es de plástico!
─ se quejó, sin abandonar su escondite.

─ ¿pueden decirme qué esta pasando aquí? ─ interrumpió a wooyoung con dificultad por sus nervios el mayor, luchando por no mostrarse obvio.

─ ¡ese loco quiere que me coma a ese pollo de plástico! ¡plástico!

─ ¡no hieras sus sentimientos, él puede ser un pollo de verdad!

─ ¡que no!

─ ¡que sí!

─ ¡basta! ─ ordenó con claro estrés, dándole una mala mirada al menor de los tres. ─ jung wooyoung, será mejor que salgas si no quieres que lance todos tus pósters de bangtan a la basura.

escuchó a yeosang murmurar un "uhhh, en tu cara." desde su curvatura, mientras que el aludido bufaba y le lanzaba una última mirada al pelirosa antes de abandonar la habitación.