bad dancer

5

hongjoong estaba comenzando a estresarse. las palabras que salían de los labios del pelinegro solo lograban que sus ojos tengan más ganas de cerrarse, pero el mayor estaba demasiado emocionado como para notar la actitud del ahora rubio, por lo que su incesante parloteo sobre su salida con kangamordemividayeosang perduró hasta que el líder se despidió para ir a dormir, lo que fue aproximadamente a las una y treinta de la madrugada.

seonghwa por su parte no dejaba de sonreír, incluso cuando su dedo meñique del pie se golpeó con la pata de su escritorio la sonrisa boba de su rostro no desaparecía, claro que hubieron maldiciones de por medio y insultos dirigidos a exactamente nadie, pensó que fue una forma de combatir la gran euforia que amenazaba con hacer estallar su corazón con cada latido.
pero como consecuencia de ello venía acompañado de insomnio, cosa que provocó cierto fastidio en el y encaró a su inmensa alegría, no le gustaría despertar a su ángel en medio de la madrugada solo por no poder dormir y estar removiéndose en su cama, así que optó por abandonar la habitación sigilosamente.

con cuidado, posó sus pies descalzos sobre el frio piso, caminando con cuidado y en total silencio mientras sus ojos verificaban que el menor no estuviera al tanto de su ida, o al menos hasta que la pata de su escritorio hizo aparición y golpeó con su meñique, robándole una inevitable maldición junto con un gruñido que no pasaron desapercibido por el somnoliento pelirosa.

el menor despertó algo confundido, tocando la lámpara sobre la mesita de noche con torpeza para poder encender la luz y revelar la alta silueta de su hyung sujetando su pie izquierdo con una mueca de dolor, lo que le llamo bastante la atención ya que este siempre se dormía temprano.

─¿hyung? ─ llamó yeosang, sonando confundido.

─lamento despertarte, cheonsa. ─ respondió el aludido, avergonzado. ─ es mejor que vuelvas a dormir.

─¿y usted no lo hará?

─tengo insomnio.

yeosang entrecerró sus ojos, girando su torso y inconscientemente abriendo sus brazos bajo la curiosa mirada del pelinegro. el bailarín recordó que, en su niñez, un abrazo de su madre siempre lograba darle sueño cuando no podía dormir, ya sea por miedo o una pesadilla, los brazos de su madre lo tranquilizaban siempre.

─¿va a venir? mis brazos se acalambran. ─ protestó con un puchero yeosang.

el mayor, quien aún seguía atónito, asintió rápida y bobamente. caminando hasta la cama del otro y estando dispuesto a recostarse a su lado hasta que su pie no tardó en estrellarse contra la mesita de noche a un lado de esta.

─¡por la mierda! ─ gruñó después de maldecir el pelinegro. ─ estoy pensando seriamente en que estos muebles me odian. ─ se quejó.

el pelirosa mordió sus labios para no reír, sabiendo que el mayor comenzaría a enfadarse si lo hacía, no importa cuán gracioso o idiota luzca regañando a un mueble, después de todo, era el idiota que robó su corazón.

luego de una larga sesión de insultos alfabéticos por parte del mayor y una pelea que yeosang tuvo que detener entre este, y por supuesto, su escritorio, empujó al otro en su cama entre risillas inaudibles hasta que simplemente dejó oír una carcajada al ver que este le sacaba el dedo medio a los muebles.

cubrió su rostro con una almohada para ahogar su risa en esta, sentía los indignados ojos del mayor sobre el y eso solo hacía que su risa comenzara a sonar como los reclamos de wooyoung, sus mejillas tomaron un color rojo al igual que sus orejas y tuvo que pasar sus dedos por debajo de sus ojos para secar algunas lágrimas que se habían escapado, no era común ver a la persona más madura entre sus compañeros ser tan infantil, al menos no así.