Llegué a la misma cafetería a la media noche, asegurándome de que nadie estuviera cerca. Todo estaba oscuro excepto la cocina, en especial el espacio que está para pasar las órdenes, ahí existía esa luz minúscula.
Me acerqué a la barra sigilosamente, me sente en uno de los bancos apoyando los codos en esa plancha de loseta.
- Hola- exclame. Nadie contesto.
- la verdad es que tengo una pregunta sería para usted - continúe- verá, estaba en la biblioteca buscando un libro...- dije, la verdad es que soy mala para comunicarme con otras personas, tanto vivos como muertos. Guarde un momento silencio, tratando de ordenar todas mis ideas antes de enunciarlas. Me sentía tonta hablándole a la nada, estaba segura de que ella estaba ahí.
-aahh si, cuando de repente había una chica cerca de mi y pues, creo que ella sabía que yo estaba ahí.- termine la conversación y nadie respondía, escuché un ruido y decidí asomarme al otro lado de de la barra cuando una silueta apareció de repente. Me sobresalte hasta que vi a la mesera Luz frente a mi, con su mandil verde oliva y su clásico peinado de abuelita. Su expresión era neutral, me estaba mirando y no podía interpretar si estaba seria o sorprendida.
- ¿Entonces piensas que la chica esa te vio?- mencionó mientras limpiaba la mesa.
- si, bueno, no estoy segura pero quería preguntarte si eso era posible.- susurre apenada, ella se detuvo y su mirada se volvió totalmente sería.
- Hay personas que pueden vernos , estar muerto no significa que dejamos de existir, es sólo que nuestra presencia no es notada por muchos...- dijo dandole otra pasada a la barra.
- ¿ Y que debo hacer si quiero ser vista por un vivo?- Luz se detuvo en seco, permaneció inerte y después volvió a verme. Creí que me diría algo pero directamente fue a la puerta principal, cambiando el letrero a " Bienvenidos". Las luces del establecimiento se encendieron en un parpadeo y el tocadiscos comenzó con una melodía tierna y romántica.
- Adoro a Marvin Gaye.- dijo una señora con sombrero de flores, entró al lugar junto con 3 pequeños niños.
- Lo sé señora Estrada- dijo Luz dandoles el menú.
Al poco tiempo se comenzó a llenar el local, incluso parecería que todos ellos estában vivos, platicando y riendo.
- En cuanto a ti - escuché detrás de mi, gire un poco y vi el rostro de Luz de nuevo. Me gire completamente para sentarme correctamente y darle mi atención.
- Existen muchos medios de comunicarte con los vivos, algunas son buenas y otras... Es mejor que no las conozcas- continuo- Pero debes estar segura de lo que quieres lograr con eso, es decir, el detonante que te obliga a tomar esa decisión. Comunicarte con un vivo no sólo cambiará el curso de la vida para ti sino para esa persona, ¿ Estas lista para las consecuencias?-.
La pregunta retumba en mi cabeza, se queda en mi mente y desata una ola de dudas que me hacen sentirme insegura.
¿ Esto será la mejor para el?, si logro comunicarme con el, ¿ Que voy a decirle?
" Hola, soy un espíritu solitario que lleva algunas semanas enamorada de ti, ¿Tomamos un café?"
No me siento preparada para eso, además de que suena tonto.Me siento desarmada y tonta, estaba a punto de hacer un gesto que pudo causar un daño colateral a alguien que no debía pagar por mis conflictos emocionales.Agradezco a Luz y salgo del local. Durante la madrugada me quedo en el puente peatonal, admirando el sol naciente con una sensación de melancolía.Creo que jamás saldré de este charco apestoso, estoy destinada a estar estancada por toda la eternidad.
- ¿ Ya acabaste de sentir pena de ti misma?- escuche, a mi lado había aparecido Pera, mirando el mismo paisaje que yo. No dije nada y seguí observando el cielo.
- Dime que aún no te has rendido Cala, dime que sólo soy una exagerada que está equivocada. - súplica.
Volvemos a quedarnos en silencio.
- No quiero herirlo Pera, no por mis sentimientos egoístas- dijo casi susurrando.
- El amor no es un sentimiento egoísta, es como la llama de una fogata, puede ser algo que caliente tu cuerpo en temporadas de frío o puede quemarte y hacer arder todo lo que está a su alrededor, pero eso sólo puedes decidirlo tu- afirma de manera comprensiva y firme. Volteo a verla y encuentro en ella calidez, decido abrazarla y dejar que ella acaricie mi cabello con ternura. Su abrazo me calma y deja mi mente en blanco, el sentimiento de tranquilidad me deja pensar con claridad. Me separo de ella y la miro decidida.
- Vamos- le dijo tomando de la mano.
- ¿ a dónde?- pregunta extrañada.
- Hay una chica que debemos encontrar- pronunció antes de salir corriendo, atrastrandola a mi aventura
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Hola chicos aquí de nuevo 🤗
Bueno, si has llegado hasta aquí es porque te agrada está historia, quiero dirigirla hacia algo más tétrico...
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La chica que miraba en la oscuridad
Genç Kurgu-Estaba perdida, caminando sola sin tener ganas de seguir hasta que te vi, creo que me has devuelto a la vida chico caqui...-