Aproximadamente dos millones de personas transcurren en un año el aeropuerto de Londres, siempre soñé ser parte de esos dos millones, y por fin pude ser parte de ellos. Pero, en vez de tener una linda recibida de la hermosa ciudad de mis sueños, el...
Nat estaba caminando por el aeropuerto de Londres tratando de leer un papel en el que tenía escrito una dirección. Con sus dos maletas en una mano y con el equipaje de mano en la otra, caminaba trastabillando cada dos pasos.
Buscó un asiento para poder buscar tranquila la dirección, pero todos estaban ocupados. En cuanto vio que uno se desocupó, caminó rápido para poder ocuparlo, pero, sin saber cómo, impactó con algo que la hizo tropezar con sus mismas maletas cayendo al suelo fuertemente.
Escuchó cómo algo se quebraba en su muñeca derecha y gritó por el dolor.
―Santísimo Dios. Como duele.― Se giró en su eje y se agarró su muñeca intentando disminuir el dolor.
― ¡Oh por dios!― Siente unas manos que la ayudan a sentarse y abre los ojos en busca del causante del que ella esté lloriqueando en este minuto.― Lo siento, no te vi y te pasé a llevar.― Nat levantó la mirada y se encontró con unos ojos color chocolate.― ¿Te duele la mano?
―Eres Tom Holland.― Susurró Nat, anonadada. Tom la miró aturdido, esperando que se pusiera a gritar como la mayoría de todas sus fans lo hacen, pero ella solo se quedó observándolo con sus hermosos ojos verdes.― Perdón, fue la sorpresa del momento.― Nat movió la cabeza de un lado a otro tratando de despejarse y luego miró su muñeca dolorida.― Si, me duele la muñeca.― Se la observó y vio como ésta, lentamente, se iba colocando morada.― No se ve bien.
―Creo que tengo que llevarte al hospital.― Tom observó el brazo de Nat con preocupación, pero ella solo tenía ojos para el rostro del muchacho. Se veía tan cual como mostraban las fotografías de internet y eso le sorprendía. "Es muy guapo", pensó.― Yo... lo lamento...― Se detuvo al no saber el nombre de la chica.― ¿Cuál es tu nombre?
―Nat, me llamo Nat.― Le dijo ella y él le sonrió con los labios cerrados.―No te preocupes, no creo que sea tan...―Se quedó en silencio al ver que su brazo se empezaba a inflamar.― Oh no.― Lamentó.
―Déjame ver.― Tom le sostuvo el brazo lo más suave que pudo y lo observó atentamente.― Está morado e hinchado, yo creo que es una fractura.― Miró a su alrededor y frunció el ceño al ver que nadie se acercaba a ayudar.― Fue mi culpa que cayeras, déjame llevarte a un hospital, por favor.
Nat se dio cuenta que Tom estaba realmente preocupado y suspiró avergonzada. "Siempre me ocurren estas cosas a mí", se quejó internamente.
―Está bien.― Se intentó poner de pie y Tom la ayudó desde su lado izquierdo.
―Dime que eres zurda, por favor.― Nat rio al ver el ceño fruncido de Tom y él se quedó más tiempo de lo normal viendo la sonrisa de la chica.
―Lamentablemente para mí, y para tu salud mental, soy diestra.― Tom bufó y agarró las maletas de Nat.
―Solo a mí me ocurre que conozco a una chica guapa y la tiro al suelo rompiéndole la muñeca.― Murmura Tom por lo bajo y se frota la frente frustrado. Nat ríe a su lado y él se sonroja al saber que ella lo escuchó.― Perdón, no quería decir eso.
― ¿Qué soy guapa?
― ¿Qué? ¡No! Eres guapa, muy guapa.― Nat se sonrojó al escuchar las palabras de Tom y, cuando él se dio cuenta de lo que acababa de decir, también se sonrojó.― Emmm...―Carraspeó avergonzado.― ¿Tienes algún vuelo ahora?
―No, vengo llegando a Londres.― Le informó la chica.
―Está bien ¿Te parece que te lleve al hospital en mi coche?― Nat observó a su alrededor esperando que algún funcionario del aeropuerto se acercara y le ofreciera ayuda, pero, como no lo hacían, asintió con una pequeña sonrisa.
Se quedaron en silencio y Tom la guió hacia el estacionamiento. El chico llevaba su maleta junto a su bolso de mano en uno de sus brazos y en el otro llevaba el bolso de mano y una de las maletas de Nat, mientras que ella llevaba su otra maleta con la mano buena.
―Tengo que llamar a mi amigo para saber en dónde está. Antes de tropezar contigo me dijo que estaba en un lugar no habilitado y por eso estaba corriendo. Ahora me debe de odiar por hacerlo esperar tanto tiempo.― Tom sacó su celular de la chaqueta y le marcó a su amigo.― Harrison, tuve un problema y...
―Al final me estacioné cerca de la entrada ¿Bajo a ayudarte con las maletas? Vi algunos periodistas dando vueltas por la entrada y lo más probable es que tengas que correr.― Tom apretó los ojos y suspiró agotado.
―De eso me preocupo luego. Podrías ayudarnos en la entrada, nos serias de mucha ayuda.― Harrison frunció el ceño, confundido, al escuchar hablar a su amigo en plural, pero, aceptó sin comentar nada y empezó a caminar al encuentro de Tom.
Cuando Harrison llegó a la altura de Tom y Nat, se encontró al primero revisando nuevamente la muñeca de la chica. Se sorprendió al ver a su amigo conversando con una chica tan guapa y se acercó a ellos con una sonrisa confundida.
―Hola, hermano.― Saludó a Tom con un apretón de manos y luego lo abrazó.― ¿Qué ocurre? ¿Por qué tantas maletas?
―Estaba corriendo por el aeropuerto y me estrellé contra Nat, cayó y se fracturó la muñeca. Tendremos que llevarla al hospital.― Harrison llevó sus ojos al brazo de la chica y los abrió sorprendido al ver lo hinchado y morado que estaba.
―Pero ¿Qué le hiciste a la pobre chica, Tom? Su brazo parece una mora.― Nat rió levemente y Harrison se alegró de provocarle una sonrisa a la pobre chica.― Por cierto, soy Harrison Osterfield.
―Natalie Blake.― Nat le estiró su brazo izquierdo y Harrison se lo estrechó.
―Voy a llevar las dos maletas y el bolso de mano de Nat, danos dos minutos y nos sigues ¿sí?― Harrison le habla a Tom, pero este frunce el ceño preocupado por Natalie.
―Está bien, pero no empeores la situación de su brazo ¿sí?― Tom miró seriamente a su amigo y este rió al escucharlo. "Se preocupa mucho por esta chica", pensó.― Nat, iras con Harrison hasta el coche. Hay algunos periodistas rondando por aquí y si te ven conmigo enloqueceran.
―Está bien, comprendo.― Ella sonrió y Tom, nuevamente, no pudo dejar de ver esa hermosa sonrisa.― Espera.― Le arregló la chaqueta que estaba atrapada en la correa del bolso de mano y lo peinó un poco.― Para que salgas guapo en las fotos.― Tom rió y le entregó las cosas de Nat a Harrison.― Nos vemos ahora.
Tom miró como su amigo se llevaba a Nat y se reprendió a sí mismo cuando, inconscientemente, desvió la mirada hacia cierta área de la anatomía de la chica. "Es muy guapa", pensó antes de empezar a caminar y ponerse los lentes para intentar pasar desapercibido para los periodistas.
Aquí el primer capítulo.
Como algunos sabrán, siempre subo los tres primeros capítulos de una sola vez, así que esto no se queda aquí.
¿Quién no ha soñado con encontrarse a un famoso en el aeropuerto? Tengo que confesar que una vez fui a dejar a mis papás lo más top que pude por si me encontraba con alguno 😂😂
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