𝘽𝙚 𝙢𝙮 𝙗𝙤𝙮𝙛𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙 : Luke Hemmings

Boss.

Narra ____.

Estaba harta. Harta de tener que soportar los gritos de mi jefe cada vez que está estresado. Harta de tener que ser su maldita sirvienta. Harta de tener que seguir trabajando en esa maldita empresa solo por que necesitaba el dinero.

Mi dignidad quedó por lo suelos cuando él se atrevió a humillarme por primera vez delante de todos. Ojalá aquella vez hubiera renunciado.

Ojalá me hubiera defendido cuando pude.

— Flashback —

— ¡_____! — Escuche el grito de mi jefe desde su oficina y rodé los ojos — ¡Necesito esos malditos papeles!

¿Que no tenía un teléfono para marcarme cada vez que necesitara algo?

Con un dolor de cabeza enorme, tome los papeles correspondientes y fui hasta donde el se encontraba. Lo mire en la entrada de su oficina platicando con uno de sus socios en la empresa, me acerqué a él y me miró de arriba abajo.

— Aquí tiene, señor Hemmings — Le pase los documentos con una sonrisa falsa.

— Esto está mal — Me miró enojado — Te pedí los malditos papeles con tinta negra, no azul.

— Pero usted dijo..

— ¡Me vale una mierda lo que dije! — Me sobresalté al escuchar su grito — ¿Acaso no puedes hacer nada bien? ¿Tengo que explicarte con peras y manzanas lo que tienes que hacer?

— Lo siento, yo no..

— ¡Lárgate de mi vista! — Me gritó por última vez.

Mi mirada se dirigió a su socio que me miraba apenado y con una mueca. Mi jefe tomó los documentos y me los tiro en la cara con furia.

Me tiré al suelo para recogerlos y cuando los tuve todos, salí corriendo de ahí con pena e impotencia.

— Flashback ended —

¿Porque carajos no le dije nada aquel día?

Sin duda, mi jefe necesitaba que alguien lo pusiera en su lugar de una buena vez.

(...)

Era tarde por la noche cuando yo me encontraba aún detrás de mi escritorio rezando por acabar mi trabajo ya. Quería recostarme sobre el escritorio y quedarme dormida pero sabía que si Luke me encontraba así, me gritaría y me humillaría de nuevo.

No había nadie en la empresa a excepción de Luke, algún trabajador y yo. Normalmente Luke se encerraba en su oficina hasta las altas horas de la noche cuando ya no había nadie en la empresa.

Yo por mi parte, me tenía que quedar hasta que a Luke se le ocurriera dejarme ir. Cada vez que intentaba irme a descansar, él ponía una pila de papeles por ordenar delante de mi escritorio y me pedía que los ordenara y administrara.

Lo odiaba, enserio lo odiaba.

Suspire al terminar de ordenar el último documento y me recargue en mi silla movible. Cerré mis ojos totalmente exhausta.

— ¿_____?

Escuche que me llamaron y di un brinco en mi lugar asustada. Abrí mis ojos y me alivie de ver a uno de los socios de la empresa delante de mi y no a Luke.

— Ashton — Le sonreí.

— ¿Porque sigues aquí? ¿Tu turno no terminó hace 3 horas? — Me preguntó mientras revisaba el reloj en su muñeca.