𝘽𝙚 𝙢𝙮 𝙗𝙤𝙮𝙛𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙 : Luke Hemmings

Morning.

Narrador omnisciente.

Las mañanas en Nueva York suelen ser algo frías en invierno. La castaña despertó desorientada y sumida en un inmenso frío que le quitó el sueño en segundos. Sus ojos se adaptaron a tenue luz que entraba por las persianas de aquel cuarto helado.

Miró a su lado y pudo notar cierta cabellera color dorada salir de entre las sabanas azul marino. Sonrió enamorada.

Se levantó de la cama con toda la pereza del mundo y haciendo el menor ruido posible. Salió de la habitación después de robar un suéter del armario de su novio.

Camino descalza por el frío piso del gran departamento hasta llegar a la cocina. Busco entre los gabinetes y tomó dos sobresitos de su té favorito. Hirvió el agua y la colocó en dos tazas para después colocar el té en estas.

Con un impulso en sus brazos se sentó arriba de la barra a esperar que su té estuviera bien hecho. Miró sus pies desnudos y comenzó a moverlo en el aire. Sus manos se encontraban sumamente heladas por lo que decidió tomar la taza entre sus dedos y calentarse un poco.

Cuando el té parecía estar bien hecho, le dio un sorbo y disfruto de su rico sabor a manzanilla con canela. La ventana de la cocina dejaba ver cómo fuera se encontraba nevando. Clima perfecto para salir a jugar.

— Buenos días.

Se sobresaltó al escuchar la voz ronca de su novio venir desde la entrada de la cocina. Unas gotas de té salieron disparadas hacia el suéter del chico, manchándolo un poco.

— Mierda, me asustaste — Exclamo ella queriendo borrar esas manchas de un suéter que no era suyo.

— Lo siento, linda.

Miró la ligera sonrisa que tenía su novio en la cara y suspiró. Había tensión en el aire desde que la noche anterior se habían ido a dormir después de haber discutido. Había sido una pelea que entre gritos y llantos había terminado un poco mal y dejándoles un mar sabor de boca.

Todo gracias a los malditos celos por parte de los dos. Luke estaba celoso de él compañero de trabajo de la chica y ella se había enojado porque una periodista se le había insinuado a su novio y él no había hecho nada para alejarla.

Ambos seguían dolidos por las palabras que habían salido de sus bocas la noche previa. Se sentían distantes y muy sumidos en la tristeza.

— Me encanta como te vez en mi ropa — Alago el chico provocando que ella se sonrojara.

Por la mente de la chica solo cruzaba esa imagen de Luke llorando y pidiéndole que no se fuera. Él había llorado a sus pies para que no lo dejara solo aquella noche fría y ella aceptó quedarse después de asimilar que yéndose del departamento no arreglarían nada.

Habían dormido en la misma cama pero aún así se sentían alejados él uno del otro. Esa noche Luke no la abrazo por la cintura ni le había susurrado que la amaba, mientras que ella no le dio su beso de buenas noches y le había recordado cuanto orgullosa estaba de él.

— T-Te hice un té — Tartamudeo la chica.

Luke miró la taza en la barra donde se encontraba sentada su chica y se acercó para tomarla. Bebió un poco del líquido antes de volver a dejar la taza donde estaba.

Ambos estaban callados y sumidos en sus propios pensamientos. No sabían que decir ni como disculparse el uno con el otro por las palabras hirientes que habían soltado.