Prólogo

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—¡Pensé que no llegarías! —gritó un joven mientras se acercaba a su mejor amiga, quien salía de un taxi.

—Lo siento, mi mamá insistía en que llevara mis lentes —rodó los ojos.

—Más te vale que los hayas traído, porque no estaremos en la primera fila —rio el muchacho de cabellos negros y ojos azules.

—Claro que sí los traje Ed, pero como me dijiste que lo van a grabar para un documental, pues más vale que se me note el maquillaje —dijo entre risas la muchacha.

Ed y Grace caminaron hacia la entrada de los estudios Bray Film, localizado en Windsor, Inglaterra. Al entrar, Ed se dirigió a la ventanilla para poder preguntar por dónde entraba la audiencia que iba a ser la privilegiada en asistir a la grabación del unplugged de Eric Clapton.

Mientras el pelinegro esperaba, Grace se miró en un espejo que se ubicaba en la entrada de la recepción, tocó sus cabellos negros que tenía pequeñas ondas, acomodó su casaca marrón y al escuchar la voz de su mejor amigo llamarla, ella giró y lo acompañó.

—Vaya, esto va a ser interesante —dijo Ed en la puerta de la sala de grabación, mientras veía como las personas se acomodaban en sus asientos.

—¿Quién dijiste que era? —preguntó Grace en voz baja mientras se dirigían a sus asientos.

—Eric Clapton.

—¿Quién?

Ed se detuvo y antes de sentarse en el tercer asiento de la quinta fila, volteó y vio indignado a Grace.

—Estoy bromeando —continuó hablando la muchacha entre risas—. Si sé quién es —tomó asiento—, solo no me gusta mucho su música y sé que se robó la novia de su mejor...

—Sí, ya entendimos —la interrumpió Ed con temor, antes que los demás asistentes la escucharan.

Ed había conseguido dos boletos como obsequio de su tía, quien trabaja como secretaria personal del director del estudio. Ed sin dudarlo, decidió llevar a Grace, no porque sintiera algo por ella, sino porque es su mejor amiga y es la única que sabe de su obsesión por los artistas que se consagraron en los sesentas y setentas. Grace, solo tiene que apoyarlo, así como él la apoya con su gusto hacia las bandas que habían surgido en los últimos tres años antes de 1992. Ambos eran felices si veían que el otro cumplía su sueño de ver a su ídolo, eran apenas veinteañeros, deseaban vivir la vida al máximo.

—Qué más podías pedir, despedirte de Inglaterra participando del concierto de tu viejito favorito —dijo entre risas Grace.

—Que no es un viejito, tiene la edad de nuestras madres —rio.

—Fuera de broma, disfrútalo, no creo que vaya a Austria.

—Ni yo.

Ese dieciséis de enero de 1992, era el último día de Ed en Inglaterra y como su mejor amiga se lo dijo, tenía que aprovecharlo.

Las luces que se ubicaban arriba de los asistentes, bajaron unas tonalidades, pero las que iluminaban los instrumentos, simplemente quedaron intactas.

—¿Cómo que no íbamos a estar tan cerca?, es la quinta fila. Es perfecto —dijo en voz baja la muchacha.

—Shhh...

—Perdón —susurró.

Un señor de mediana edad se acercó, al parecer era el director del estudio. Tenía un terno y escaso cabello. La gente aplaudió luego del discurso de agradecimiento y Grace pudo observar a los camarógrafos listos para enfocar cada punto de la sala de grabación.

My Father's Eyes «Eric Clapton»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora