Lejos de la realeza

Capítulo 1- Universitaria

Un mes después

- ¡Rachel, date prisa, vamos a llegar tarde!- dice Lizbeth.

Yo cierro la puerta de la casa de mi tía y subo al coche de Lizbeth.

- Liz, cuántas veces te he dicho que pases antes por mi casa, así nunca llegaremos puntuales a la universidad - digo yo molesta poniéndome el cinturón.

Lizbeth acelera riendo. Yo me agarro al asiento y le miro con los ojos entrecerrados.

- Espero que no se presente ningún miembro de la casa real a arrestarme por llevar a su reina en un coche de segunda mano con exceso de velocidad- dice ella dándome una palmadita en la espalda.

- Calla y conduce - digo yo negando con una sonrisa.

Tras unos minutos, Liz aparca el coche y salimos corriendo en dirección a nuestra primera clase.

- Mierda, ya ha llegado el señor Collins- digo señalando la puerta a Liz.

Ella asiente y se muerde el labio.
Liz se aproxima a la puerta y las dos entramos.

- Señoritas McCord y Windsor, que sorpresa, de nuevo tarde - dice alzando una ceja.

Toda la clase nos mira.

- Tendrán que esperar a la siguiente clase. Ya han llegado tarde dos veces esta semana. La próxima vez, las mandaré a dirección.

- Pero...- dice Liz.

Yo tiro de ella y cierro la puerta.

- Anda vamos - digo conduciéndola hasta la cafetería.

Ambas estudiábamos relaciones internacionales. No nos habíamos visto desde hacía meses: cuando las dejé a ella y Sonia en Hawaii huyendo de Ethan.

El primer día que llegué, las encontré a ambas en el centro comercial. Yo iba con mi tía buscando nueva ropa que comprarme, puesto que no pude traerme todas mis cosas. Iba hacia el probador cuando choqué con Lizbeth.

Las chicas me llamaron días después para quedar y solucionar las cosas.

Sonia estudiaba enfermería en la misma universidad, por lo que, teníamos la suerte de estar todas juntas.

- ¿No tenéis clase?- dice Elisa, una de nuestras nuevas amigas, compañera de enfermería de Sonia.

- Bueno, hemos llegado tarde de nuevo y el amargado de Collins no nos ha dejado entrar - dice Lizbeth mientras se toma un café.

Elisa se ríe y se sienta con nosotras.

- ¿Ya sabéis qué os pondréis para la fiesta que va hacer Sonia en su casa esta noche?  - dice Elisa emocionada.

- ¡Sí!- dice Lizbeth.

Yo comienzo a pensar en Julia, y recuerdo que debo llamarla.

- ¿Tú qué opinas?- me dice de repente Lizbeth.

- Eh, claro si bien - digo yo disimulando.

Ella alza una ceja.

- ¿Y tú qué vas a ponerte?- dice Elisa.

- Creo que paso de ir, necesito ponerme al día con los estudios.

- Ni de coña, tú vienes como que me llamo Lizbeth - dice ella poniéndo una mueca.

- No voy a ir, créeme - digo levantándome.

- Déjala, está de mal humor desde que la he pasado a recoger por su casa - susurra Lizbeth a Elisa - no sé qué le pasa.