I can't fight this feeling [Harringrove]

Capítulo 5

Al llegar al restaurante que por cierto se tornaba demasiado elegante, Billy bajó del auto y como todo un caballero fue a abrirle la puerta a Steve.

—Nunca he venido aquí.

—Ni yo.

Steve solo lo miraba, el nerviosismo desapareció y se sintió más seguro de sí mismo.

Billy por otro lado, se estaba comportando muy bien con él. Tal vez Max tenía razón y Billy es una buena persona en el fondo.

—Ven— Billy lo tomó de la mano nuevamente sin importarle que alguien los viera.

Entraron al restaurante aún tomados de las manos y se acercaron a una mesa.

Billy movió la silla para que Steve se sentara en ella.

—Gracias– respondió Steve con una sonrisa.

—¿Qué deseas pedir? – preguntó Billy mirándolo

—Mmm... Lo que tú quieras por mí está bien.

—Harrington, te estoy dando a elegir, por favor.

—Uh, Está bien.

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La noche pasaba tranquilamente y ellos conversaban de cualquier cosa que se les viniera a la mente. Pensándolo bien, los dos tenían mucho en común. Se preguntaron a ellos mismos de por qué en vez de estar peleando por idioteces no se hicieron amigos hace mucho.

—Realmente era un idiota, lo siento– exclamó Billy agachando la mirada.

—No es tu culpa, Billy. Admito que yo también fui un completo idiota hace mucho tiempo pero las personas cometen errores y eso las hacen cambiar.

—Después de lo que pasó con el mind flayer, pensé que iba a morir y reconozco que lo primero que pasó por mi mente fue Max.

—Pensé que odiabas a Max...

—No lo hago, pero sentí tanto miedo de morir y dejarla sola, es una niña y es indefensa, jamás la dejaría sola con alguien como mi padre aunque ella es la que siempre me mete en problemas. Pero no me gustaría que ella pasara por lo mismo que yo– soltó una pequeña lágrima.

—Tranquilo, Billy– Steve entendía lo que Billy sentía en ese momento.

Tocó su mano sobre la mesa intentando calmarlo.

—Tienes razón, Harrington. Lo siento, no quería que me vieras así– se secó las lágrimas con una servilleta que se encontraba encima y sonrió.

—Descuida, no le contaré a nadie que vi a Billy Hargrove llorando– sonrió mirando a Billy.

—Idiota– soltó una carcajada– admito que una de las cosas por las que quise cambiar, fuiste tú.

—¿A qué te refieres?

—Me gustas, Harrington.

Steve se sonrojó al instante, sus ojos se abrieron de par en par y no sabía qué decir en esa situación.

Hubo un silencio incómodo en ese momento.

—Emm, yo...

—¿Tú...?

—Tú también me gustas, Billy.

Steve aún sonrojado miraba a Billy.

Billy quedó sorprendido apenas escuchó lo dicho por Steve su mirada cambió.

—Wow, Harrington ¿hablas en serio?

—Hablo en serio, Hargrove... Me gustas.

—Por un momento pensé que me rechazarías

—Jamás haría eso.