I can't fight this feeling [Harringrove]

Capítulo 7

Billy sabía perfectamente que si su padre "Neil Hargrove" se enteraba de su romance con Steve Harrington, lo iba a matar o probablemente lo echaría de casa.

Su padre siempre lo crió con el típico pensamiento de si dos personas del mismo sexo estaban juntas, se irían al infierno, estaban enfermas o simplemente eran unos "maricas".

Billy temía por su vida y la de Steve, sería muy doloroso alejarse de él aunque eso no estaba en sus planes. Él quería seguir luchando por Steve y le daba igual lo que pensara el resto, él ya estaba decidido.

Quería estar junto a su rey Steve para siempre.

Por otro lado, Steve no tenía ni la más mínima intención de contarles a sus padres sobre Billy Hargrove.

Si nunca les contó sobre sus antiguas novias, ¿por qué tendría que hacerlo ahora con Billy?

No tenía miedo del qué dirán al respecto, ya que sus padres siempre fueron de mente abierta y desde que él era un pequeño le decían que si era feliz con la persona indicada ellos también lo serían.

—¿A dónde crees que vas?

—Donde un amigo.

—¿A esta hora? ¿qué clase de amigos tienes? ¿ahora eres un maricon acaso?

—Sí, lo soy– cerró la puerta de golpe y subió a su auto.

Billy jamás se había sentido tan aliviado, siempre intentaba tratar a su padre con "el respeto que se merecía" ya que no quería tener su cara llena de golpes y prefería evitarlos.

El padre de Billy era un hombre agresivo y violento.

No tenía autocontrol de sí mismo y siempre se desquitaba con las personas cuando estaba molesto por algo relacionado con su empleo.

Cuando Neil era un niño, también fue criado de esa manera, su padre era un mal nacido igual o peor que él.

A Neil nadie le enseñó el respeto, él solo creía que debía ser igual a su padre.

Veía las peleas que sus padres tenían constantemente, él era testigo de las incontables veces en las que su padre golpeaba a su madre.

Quizás por eso siguió su ejemplo. Neil era bueno en el fondo tanto como Billy, si él hubiera recibido el cariño paterno necesario cuando era niño, él podría ser distinto con su hijo.

—¿Billy, qué haces aquí?– dejó pasar a Billy a su casa.

—Solo vine a verte porque te echaba de menos— respondió mientras abrazaba a Steve.

—Que cursi eres, Billy.

—Me lo dicen a menudo– sonrió al ver la mirada de Steve.

Steve alzó su ceja.

—Es broma, Harrington, solo soy así contigo.

Esos momentos junto a su rey Steve le hacían feliz. Cada vez que estaba junto a él se sentía bien. Su Steve le daba paz, su Steve le daba tranquilidad y especialmente alegría.

Billy sabía que aún eran demasiado jóvenes para planear un futuro juntos, sabía que tal vez estaba yendo muy rápido. Pero para ser sincero eso le daba igual.

Solo quería estar con él, con su Steve.

—No sé que hiciste en mí, Harrington. Pero no quiero pasar ni un solo segundo sin ti.

—Quédate conmigo siempre.

Billy amaba a Steve.

Amaba su sonrisa.

Amaba su cabello.

Amaba cuando se sonrojaba.

Amaba su mirada cuando estaba asustado o avergonzado.

Amaba su risa.

Amaba sus ojos.

Amaba su nariz.

Amaba sus labios.

Amaba su voz.

Amaba el aroma de su perfume.

Amaba sus manos.

Amaba cuando se relacionaba con otras personas.

Amaba cuando hacía gestos demasiado tiernos.

Amaba oírlo cantar las canciones que sonaban en la radio.

No había notado en qué momento cayó por él.

Billy Hargrove se estaba enamorando completamente de Steve Harrington.