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Hola hermosa gente, aquí ya les entrego el primer capítulo de esta historia, solicitada😉💕

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Lee Taemin había odiado a Choi Minho desde el momento que puso los ojos en él. Bueno, no exactamente desde ese momento. Cuando se conocieron, en la boda de Jonghyun y Key en septiembre, se había quedado mareado por aquel altísimo y guapísimo moreno de anchos hombros. Mirando sus profundos ojos oscuros había pensado. “vaya, los sueños se hacen realidad”.
Pero entonces Minho se había vuelto hacia el novio y había dicho en voz alta que “aún podía salir corriendo”. Había sugerido que abandonase al novio en el altar.

¡Y lo había dicho delante de Key!

Desde ese momento Taemin había odiado a Minho con pasión. Cada palabra que pronunciaba era más cínica e irritante que la anterior y deseaba que le hiciera un favor al mundo y se tirará de un puente. Directo como era, no pudo evitar la tentación de decírselo a la cara y Choi respondió con una grosería. Y así había sido su relación durante los últimos cuatro meses.

Así que, por supuesto, tenía que ser Choi quien lo encontrará a medianoche en el oscuro y nevado jardín de la casona de sus amigos.

Llorando.

Temblando bajo su fino traje negro, Taemin miraba el horizonte donde el océano Atlántico se encontraba, donde el rítmico golpeteo de las olas hacían juego con los violentos latidos de su corazón.

Había estado cuidando del bebé de Kibum mientras su amigo lloraba en el funeral de su padre, pero el dolor que sentía mientras abrazaba al niño dormido lo había abrumado. Cuando el funeral terminó, había salido corriendo al jardín, murmurando una disculpa.
Afuera, un viento congelaba sus lágrimas, con el corazón destrozado.

Él nunca tendría un hijo. Nunca, parecía decirle el viento. Nunca, nunca.

–¿Taemin? –escuchó una voz ronca tras él–. ¿Estás ahí?

¡Choi!

Taemin contuvo el aliento. Era al último hombre que querría que lo viera en ese estado.

Podía imaginar la expresión arrogante en el rostro del alto si lo encontraba llorando por no poder tener un hijo. Intentando esconderse tras un arbusto, contuvo la respiración y rezó para que no lo viera.

–Taemin, no intentes esconderte –lo oyó decir con tono burlón–. Llevas un traje negro, es imposible no verte entre la nieve.

Apretando los dientes, Taemin salió de su escondite.

–No estaba escondido.

–¿Qué haces aquí entonces?

–Necesitaba un poco de aire fresco –respondió él para que lo dejará en paz.

Un haz de luz desde una ventana del segundo piso iluminó el poderoso cuerpo de Minho, con su traje oscuro y su elegante abrigo negro de cachemir. Cuando sus ojos se encontraron Taemin sintió algo así como una descarga eléctrica. Minho era demasiado guapo, pensó, sintiendo un escalofrío. Demasiado sexy. Demasiado poderoso. Demasiado rico. Y también un egoísta y cínico playboy que solo era leal a su fortuna.
Seguramente tendría cajas fuertes lo bastante grandes como para nadar en ellas. Se reía de cosas como la amabilidad o el respeto y, según decían, trataba a las personas con las que se acostaba como sirvientes.

Taemin se cruzó de brazos y torció el gesto mientras Minho se acercaba.

–No llevas abrigo –dijo Minho por fin.

Una noche de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora