Después de la ceremonia, los festejos continuaron en el salón de la misma torre. No era tan grande como otros en el palacio, pero los techos bajos y tonos oscuros de las paredes de piedra pulida le daban un tono más íntimo.
No era una celebración grande, solo tenía a los más grandes señores de seis copas y sus cortes. Me extrañé al no encontrar al barón de Katreva, sabía que había sido pupilo del vark y que era un bastardo al que él mismo le había otorgado la legitimidad para acceder a su título.
Según indicaban las reglas de la costumbre, fuimos Ciro y yo quienes abrimos el baile nupcial, seguí sus pasos mientras los suaves tambores y el sonido de las flautas marcaban la música, él se mantuvo indiferente y distante todo en todo momento, dejando en claro que era solo otro trámite más.
Luego bailé con los caballeros, unos me felicitaron por protocolo, otros apenas me dirigieron la mirada y el vark fue el único que se dignó a entablar una conversación fuera del recelo.
──Me alegra que te hayas casado con el capitán. ──Sus palabras fueron mecánicas e incluso él parecía ver la falsedad en ellas──. Una joven devota de la Casa de Vaestea. ¿Comprendes las miradas de recelo, querida?
Yo desvié la mirada hacia el barón Kalter Vaetro, al otro lado de los vestidos de seda, terciopelo y tul y los trajes de pana y cuero bailando entre la luz de los candelabros.
El barón de Kanver observaba la escena desde detrás de su mesa. No se había unido a la pista y en sus manos movía el cáliz de plata como si fuera un arma que planeara usar después.
Un giro me hizo volver la atención, hacia la ansiedad silenciosa en la mirada del vark.
──No se puede mandar en los designios del corazón ──apunté.
El Vark Drazen me sonrió con suficiencia.
──Ofreciste tu vida al Arakh al entrar en la Casa de Vaestea, como una fórea ──fulminó──. Pareces tener escrúpulos, ¿por qué renunciarías a tu vida sirviendo a la Orden sagrada? Ahí no te faltaba nada, eras discípula de una de las mejores másteres, tu trato era parecido al de la hija de un noble. En cambio, rompiste tu palabra y ahora todos te miran con recelo, con odio. Sabes que si este matrimonio fuera con cualquier otro noble, si fuera incluso con un barón, ahora mismo te estarías enfrentando al Tribunal de Aeres, posiblemente serías ejecutada. Te protege solo el poder de tu consorte. ¿Por qué, Kalena?
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La melodía que calma a las bestias ©
FantasyKalena es vendida al oscuro líder del ejército, en medio de una guerra que podría acabar con todo. *** Kalena es una fórea, es decir, su vida fue entregada al dios Fóres. Ella pertenece a una antigua casta de brujos conocidos popularmente como Los O...