•Estamos a mano•

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~Narra Jungkook~

Me mantuve en silencio gran parte del viaje, pero aun así, me di cuenta al momento que ya habíamos llegado a la casa de ella; no sabía cómo debía de reaccionar al verla.

—Tal vez deba disculparme primero, ¿O primero le agradezco por haber convencido a Chanyeol para que me hablara?, no, primero debo de disculparme...pero, ¿Cómo me acerco a ella?, será que me rechaza de una por cómo me he comportado, ¿Y si está más calmada?, ¿Cómo se supone que debo de reaccionar ante su amabilidad?, ¿Le doy una sonrisa?, no, sería extraño, nunca he sido así con ella, ¿Se pondría incomoda si le sonrió?, tranquilo Jungkook, tu puedes con esto y más, es sencillo, ¿O no? —hablaba para mí mismo, mientras Chanyeol bajaba del auto y se dirigía a abrir el portón de la casa.

Al verlo, me di cuenta que no entendía por qué no me dejaba bajarme junto con él, siempre me decía que me quedara en el auto esperando a que el abra el portón principal. Tampoco entendía por qué tardaba tanto en abrir un simple portón, eran demasiadas interrogantes que respuestas, y lo único que podía hacer era esperar en el auto, no lo negare, la curiosidad me mataba, pero me daba miedo preguntar y tomaba la decisión de mejor quedar con aquella duda.

Después de la larga, y habitual espera, se escuchó el abrir de la puerta principal, Chanyeol regreso al auto y entramos a la casa...mansión...palacio, bueno, a la casota de ella. Se estacionó y ambos bajamos al mismo tiempo. Dispuesto a bajar todas mis cosas, me acerque a los asientos de atrás donde viajaron todas mis herramientas, pero antes de que pudiera hacer algo, él llamó mi atención con solo mencionar mi nombre.

—Jungkook.

— ¿Qué pasa? —le mire, en busca de respuesta.

—Ten las llaves —dijo, mientras arrojaba las mismas desde un extremo hacia el otro, las atrape y sin preguntar nada, él mismo me dio la respuesta de la razón por la que me las daba—. Ve a abrir la puerta de la casa y lleva tus cosas, yo sacaré los vestidos en lo que tú haces eso, deja la puerta abierta, no quiero estropearlos, por favor.

—Claro...como quieras.

Hice lo que me dijo, saque mis cosas de los asientos de atrás, tome las llaves y me dirigí a la puerta caminando con toda la tranquilidad. Al llegar a la puerta, puse mis cosas en el suelo y abrí la misma, me sorprendió mucho ver que estaba cerrada con doble llave —Quizás ella no se encuentra en casa—, pensé.

Todo iba normal, deje la puerta abierta para poder entrar con toda la comodidad del mundo; me agaché para recoger mis cosas, pero detuvieron mi acción con algo totalmente extraño, que después se convertiría en algo completamente doloroso.

— ¡Channie! —se escuchó un gritillo lleno de emoción.

Los pasos acelerados de Kim se escucharon, eleve un poco la mirada y vi como ella venían corriendo muy feliz y, sin previo aviso, me abrazo. Quede inmóvil, no sabía qué hacer o como responder, ¿Cómo reaccionar ante el abrazo de alguien que no soportas?, fácil, quédate estúpidamente congelado ante su tacto.

— ¡Channie!...Te extrañe mucho... ¡Ahhh!

(...)

~Narra Amy~

Había terminado de alistar mi maquillaje muy temprano, uno muy básico para una sesión de vestido de novia, el peinado ni me había molestado en hacerlo, no había visto los vestidos y era consciente de que los peinados también varían según el diseño del vestido, también el maquillaje, pero era más fácil agregar maquillaje que deshacer todo un peinado. La verdad, ni yo sabía cómo sería hacer todas esas actividades sola, parecía que lo hacía todo, pero la verdad es que Chanyeol también ayudaba mucho a realizar mis peinados, tiempo atrás, había entrado a una academia de estilismo, nada más para aprender lo básico para poder ser de ayuda para las sesiones que presentaban más de un conjunto, o que presentaban demasiadas partes.

¿Un golpe de suerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora