•Te la encargo mucho•

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~Narra Amy~

—Amy... Déjame protegerte —dijo.

De todas las cosas posibles que podría decirme, me imagine todo menos aquello que dijo, fue tan repentino e inesperado que creí que nada de lo anterior había pasado. Me quedé sin habla, y seguía sin entender, como en un mismo día, pasamos de odiarnos, y desear estar alejados el uno del otro, a hablar con tranquilidad, y que él deseará protegerme, parecía mentira, o un sueño, pero no lo era.

Hablo tan dulce, tranquilo y decidido, que no se parecía en nada a aquel chico con el que me había estado insultando y odiando semanas atrás, parecía otro Jeon, uno que me hacía sentir un poco más tranquila, y menos a la defensiva, baje tanto la guardia, que había quedado congelada, no sabía que hacer o que decir, quede en completo silencio, analizando todo lo que había pasado momentos antes, aún no podía asimilar que alguien más sabía mi verdad, aquella sensación era extraña, y lo único que mis sentidos podían captar, era su mirada que me prestaba toda la atención en el momento.

— ¿Debería de confiar en ti?, ¿Por qué cambiaste tan de repente?—, pregunte a mis adentros, sin encontrar respuesta.

—Es... ¡Es Chanyeol! —Dijo emocionado, al ver una llamada entrante—. ¿Hola?, Chanyeol... Chanyeol!...Chan... —suspiro y las esperanzas que tenía se esfumaron.

— ¿Qué pasa? —pregunte, sabiendo perfectamente lo que había pasado, pero quería esquivar a toda costa el tema.

— No puede hablar con él, se me acabó la pila a mi teléfono...

— No puede ser...ahora solo toca esperar hasta que mañana venga Chanyeol —dije con desanimo, aun sabiendo que la señal de la casa era de lo peor.

Yo seguía rogando porque Jungkook olvidara aquella pregunta que me hizo, pero él decidió volver a retomar el tema

—Sé que no me conoces, que me odias, pero después de escucharte hablar, después de que me contarás tu historia —hizo un leve pausa—, sé que te juzgado mal, me cegué, y me siento muy mal por haberlo hecho y haberte señalado tanto. Perdóname por haberte tratado así y por haberte hecho llorar la vez pasada, fui un completo imbécil...perdóname...por eso te prometo que me cueste lo que me cueste te protegeré —me miro, por primera vez, sostuvimos durante mucho tiempo la mirada en el otro—. Hasta que seas libre, y encuentres ese verdadero amor, como el de tus padres, que buscabas de pequeña, prometo protegerte, cueste lo que me cueste, prometo hacerlo. Sé que, será un poco más fácil sobrellevar las cosas teniendo a dos personas que te apoya.

—No hay nada que perdonar, yo también te trate mal, y también te pido que me disculpes, en ningún momento hice el esfuerzo para que vieras que no soy lo que pensabas de mí, pero la verdad me daba miedo, no quiero ponerte en riesgo —me quede en silencio un momento y recordé sus palabras dichas, una duda despertó—. Pero... ¿Cómo supiste que yo buscaba un amor como el de mis papás, cuando era de niña?

—A veces Chanyeol suele ser un poco lengua suelta cuando duerme —dijo nervioso.

Sin decir más, se acercó a su mochila, y concentrado en ella, buscaba algo que aparentemente no podía encontrar. Después de su búsqueda, se escuchó su suspiro de alivio y sacó una bolsa que era de regalo, era blanca, y estaba decorada con puntos de un tono celeste pastel, casi no se distinguían de aquel blanco que traían por fondo.

—Sé que esto no va a recompensar nada pero... pero, espero que te guste.

Lo mire confusa, él extendió su brazo y tome el presente, era bastante pesado. Al verla con la poca luz del bombillo, note que en uno de sus lados había una pequeña nota escrita a mano, curiosa por saber que decía, la tome y comencé a leer en silencio.

¿Un golpe de suerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora