•Me siento ofendido•

205 24 2
                                    

—¿Dónde has estado, Amy? —habló extremadamente serio y con una voz gruesa.

Esas palabras seguían resonando por toda mi cabeza, y el verle me hizo sentir más aterrada. Está sentado en el sofá y solo se le veían los cabellos cafés sobresalir de aquel asiento.

Trague en seco, solo tenía dos opciones de personas, y el único que venía a mi cabeza era Jong-in, y sí es él me veía con Jungkook, sabía que esa vez no me iba a salvar de mi castigo, un castigo horroroso, que me hacía doler el cuerpo con solo pensarlo.

Inconscientemente, tomé la mano de Jungkook. Él me miro, y entre susurros me dijo "estarás bien", pero el pesor que había en mi pecho no sé quitaba, y mi respiración se volvió más cortante.

—¿Quién eres? —Me llené con todo el valor que tenía, y llamé con una voz firme y segura. Casi al instante la persona se fue levantando poco a poco del sofá.

—¡Soy yo, tonta! —se rio de mí al verme aterrada.

—Chan... ¿¡Chanyeol!?... Casi me matas de un susto, ¿¡por qué eres así!?, ¡¿qué te pasa?! Me vas a matar, creí que era Jong-in, ¡¿cómo se te ocurre hacerme algo así?!

—Ya... ya... ya... No seas tan amargada. Aunque el que necesita explicaciones soy, porque creo que me perdí de algo.

Se acercó a nosotros, mientras dirigía su mirada hacia mi mano entrelazada con la de Jungkook, cuando ambos nos percatamos de ello, nos soltamos de aquel agarre rápidamente.

—Y... ¿Por qué volviste...? Digo, tan pronto —respondió nervioso.

—Sí, se supone que regresarías en dos días.

—Bueno... mamá mejoró bastante rápido e iba a regresar desde hace días, aun así me pidió que me quedará un tiempo más, pero me temía que ambos ya se hubieran matado y decidí regresar ahora... Pero vaya sorpresa, los niños no estaban, hasta agarrados de la mano los encontré. —Al escuchar lo último sentí toda mi cara arder.

—Oh, vamos, no te enojes, ¿quieres? Además... si te enojas, te harás viejito rápido y no queremos eso, ¿verdad?

—Está bien... se las dejaré pasar, pero díganme: ¿Qué han hecho?, ¿cómo la han pasado?, ¿qué travesuras hicieron?, ¿algo nuevo que deba saber? —hablaba tan paternalmente mientras íbamos a sentarnos al sofá, ya estaba rodeaba entre su brazo.

—Son demasiadas preguntas —reí, al ver lo emocionado que estaba.

—Lo siento, solo es que quiero saber cómo estuvieron en mi ausencia, si ahora se llevan mucho mejor o se terminaron por odiar más.

Tenía la intensión de responderle, estaba feliz de que estuviera de nuevo con nosotros, pero Jungkook seguía preocupado, se mostraba bastante tenso. Se acercó a mí, y entre susurros me hizo saber la causa de su preocupación.

—¿De verdad le dirás?

—¿Decirme, qué? —respondió de inmediato, en voz alta.

—Por Dios, Chanyeol... ¿Tienes un oído muy desarrollado o qué?, ¿cómo pudiste haber escuchado?

—Eres increíble, ¿seguro que no nos pones micrófonos en las ropas? —le miro con asombro, había sido increíble el que pudiera escuchar.

—Claro que no les pongo micrófonos, están locos... Pero, ya díganme, ¿qué es lo que Amy me tiene que decir? —nos miró muy curioso.

—Bueno... recuerdas que te dije que fui a la playa con Jungkook, ¿no? —empecé a hablar del tema.

—Sí... y me mandaste la foto de como Jiwoo te había arreglado.

¿Un golpe de suerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora