•No te merezco•

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Pasó un poco más de un mes desde la agresión que Jongin cometió hacia mí. Seguía teniendo pesadillas con lo ocurrido aquella noche. Permanecí sintiéndome asquerosa y mal, deseando que nada fuera real.

Chanyeol se quedó conmigo durante todo ese tiempo. No me dejó sola, a excepción de cuando se necesitaba algo en casa y tenía que ir a comprarlo.

Detestaba que saliera, sentía como ese miedo empezaba a llenarme y me entraba una desesperación horrible. Antes, por lo menos, podía pasar sola en cualquier habitación, con excepción del ático, pero gracias a Jongin, toda la maldita casa me daba pánico.

Sé que se preguntaran: ¿Qué hay de Jungkook? No había querido verle desde ese día. Sentía que, si lo veía o llega a saber la verdad, me miraría con asco y se marcharía para siempre de mi vida. Lo que menos deseaba era un desprecio o un abandono, más si esta acción venía de Jungkook.

Lloré demasiado, ni siquiera quise cargar mi teléfono. Solo estaba arreglando mis crisis en busca de más soledad de la que ya tenía. Aun así, Jungkook no se rindió e insistía en acercarse a mí. Supe que intentó entrar a casa, Chanyeol me lo comentó sin querer una vez, pero, al final, Jongin cambió los pines, lo que facilitó que no tuviese el acceso. Me partió el corazón, escuchar lo que Chanyeol me contaba, saber cómo insistía en querer verme, que llenó de mensajes el chat de Chan, llamadas diarias y constantes. Todo eso me dolía, pero no deseaba verle, no quería que se decepcionará de mí.

Me la pasaba el día en mi habitación, en mi cama, y aquel día no fue la excepción. Me encontraba viendo la pulsera que Jungkook me había regalado, la cual, estaba siempre en mi mesa de noche. La observaba mientras no paraba de pensar en él, en sí, de verdad él merecía sufrir tanto por alguien que no valía la pena, una persona que no tenía un buen pasado, que podía manchar su nombre y, su vida.

—¿De verdad no piensas decirle? —rompió el silencio. Al cerrar su libro me vio fijo.

—No quiero verle. No estoy lista para su rechazo. No lo soportaría.

—¿Quién ha dicho que él lo hará? ¿Cómo sabrás su reacción si no se lo dices? —insistió.

—Es pura lógica, Chanyeol. Dime, si fueras Jungkook, ¿seguirías a mi lado? ¿Te quedarías conmigo sabiendo que existe la posibilidad que esté embarazada de un hombre que no es él? ¿Qué ya no soy suya?

—Sí lo haría —respondió de inmediato—, porque si fuera tu novio te amaría con todo mi corazón sin importarme por lo que has pasado. Además, desde el momento en que te pidió empezar una relación, él sabía que no ibas a ser por completo de él, como dices y, aun así, tomó esa decisión. Lo hizo porque te ama de verdad, y no le importa tener que luchar a tu lado.

—Pero..., sé que le decepcionaré —Chanyeol me sonrió, mientras se levantaba del sofá para sentarse frente a mí.

—No sabrás su reacción, si no tratas de hablar con él. No todos tienen los mismos pensamientos. Las personas son diferentes y eso es lo mágico de la vida. Jungkook me ha demostrado tener un gran corazón y que te ama de verdad.

—Chann... pero...

—Mi pequeña Amy, ya ha pasado más de un mes desde que no le hablas, y no le ves, ese chico se va a volver loco si no le das señales de vida. Tan solo piénsalo, ¿quieres? —Asentí. Chanyeol sonrío y me dio un beso en mi frente.

¿De verdad Jungkook podría no odiarme?, ¿Me apoyaría y no sentiría asco de mí por lo que paso?, no lo sabía, pero aquellas preguntas, y sus posibles respuestas, me causaban mucho miedo.

—Iré a comprar algunas cosas para la comida, ¿estarás bien sin mí? —dijo mientras se ponía en pie. Asentí, respondiéndole a su pregunta—. Volveré lo más pronto posible, lo prometo.

¿Un golpe de suerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora