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La mesa se queda en un silencio aterrador, en especial porque se escucha únicamente nuestros cubiertos raspando los platos y nuestra respiración: lenta y pesada. Al menos, hasta que Taehyung hace sonar su silla al moverla hacia atrás.

—He tomado una decisión. —Hace una pausa para mirarnos, principalmente a sus amigos —. He decidido quedarme soltero. No buscaré a nadie más. Basta de eso.

Minju frunce el ceño, pero sonríe. Jongin arruga la nariz y desvía la mirada de su amigo. Jimin se queda pensativo. Yoongi me mira y entiendo su gesto al instante. No hay lugar para mí. Y entonces, el castillo se derrumba más rápido de lo que he imaginado. ¿O estoy soñando?

—¿Estás seguro? ¿Lo dices en serio? —cuestiona Minju y Taehyung asiente.

—A mí me parece que eso no es todo —agrega Jimin después de un tiempo.

La sonrisa de Taehyung se ensancha y me mira. ¿Por qué lo hace?

—Me quedaré soltero porque deseo esperar a Jungkook. Quiero esperarlo hasta sus diecinueve años.

Me contraigo en la silla, como si me hubieran pinchado el vientre con un alfiler. No puedo moverme. Se me ha subido un calor de verano por el cuerpo hasta concentrarse en mi cabeza.

—¿Y él te esperará?

La sonrisa de Taehyung se desvanece ante la pregunta de Minju; la mira a ella fijamente y luego vuelve a mí. No puedo hablar, sigo sorprendido.

Alguien me patea bajo la mesa y me estremezco. Al girarme noto a Yoongi mirándome con leve desesperación. Di algo, es lo que dice. Sin embargo, no puedo. Se me congela la boca y se me forma un nudo en la boca del estómago.

Me esperaba todo, menos eso.

Minju suspira y se levanta de la mesa.

—Tomaré eso como un no.

Sonrío y a la misma vez detesto hacerlo. Lo deseo, claro que sí. Pero saltar a sus brazos y decirle que lo esperaré es también una gran mentira. Un año tiene 365 días, y no puedo evitar culparme por el tiempo que él deberá atarse de manos para no tocarme o hacer algo indebido. Lo pienso demasiado, lo sé. Y anticipé que me esperaría porque estuvo entre mis escenarios imaginarios.

—No es eso —confieso, sin dar más detalles. Titubeo, pero volteo a ver a Taehyung. Él parece estar a punto de decir algo.

—Vamos a tomar algo. ¿Vienes Yoongi? —pregunta Jimin, interviniendo.

Yoongi me mira nuevamente y asiento. Me siento como un padre al que le piden permiso. Todos dejan la mesa eventualmente, a excepción de Taehyung y yo. Me levanto y me siento a su lado. Mueve el vaso de su limonada de una mano a otra.

—Está bien, me disculpo —dice, cabizbajo—. Simplemente... Creí haber visto señales donde evidentemente no había. Lamento haberte presionado.

Su voz trémula y baja me hace sentir molesto y avergonzado conmigo mismo. He logrado que su sonrisa se desvanezca tan rápido como el día.

Soy una persona sincera. Y debo serlo, aunque me cueste una vida.

—No es eso. Yo... —Engancho mis manos sobre la mesa y me tenso—. Me gustas. Pero, ¿un año no es demasiado tiempo? Has... Hay cosas que has disfrutado y no podrás hacerlas conmigo por un tiempo. ¿De verdad esperarás?

novio virtual  » taekooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora