50

12.6K 1.8K 332
                                    

Estoy molesto como nunca lo he estado en mi vida. Pensé que Taehyung llamaría ayer y, en cambio, ha pasado el día entero sin darme aviso de nada. Podría haberle escrito, pero no quise. Quiero que él comience la conversación. Cada que veo nuestro chat se me hace un nudo en la garganta.

Yoongi subió algunas fotos, mostrando lo bien que lo pasaron juntos, especialmente con Minju. Al parecer en la noche se quedaron ellos solos porque se mostraban más unidos. Y, por el fondo, parecía que ya no estaban en el parque de diversiones. Tal vez fueron a beber o...

Debo dejarlo ir. Estoy celoso por ambos hombres. Y no debería.

Al día siguiente me encuentro de pésimo humor y me masajeo el cráneo, exhausto de tanto pensar. No quiero que Yoongi se me acerque, o incluso me hable. Sin embargo, Yoongi no sabe que estoy molesto con él, así que salimos al descanso juntos. Yo en una punta de la banca y él en el medio.

Se come un sándwich y me mira de vez en cuando. Intuye que estoy todo menos bien, pero no dice nada, por suerte. Me ofrece una limonada y la rechazo. Estoy de brazos cruzados y con el ceño fruncido, resoplando cada tanto.

Volvemos a los salones y esta vez decido sentarme en la última silla, cerca de la ventana. Prefiero pasarme las horas mirando hacia afuera que hacia adentro, donde el profesor Choi imparte su clase de matemáticas.

Al finalizar, salgo rápidamente de la escuela.

—Te invito a un helado —dice Yoongi en tono amistoso y meneo la cabeza. No me interesa ningún helado ahora, menos con él—. ¿Vas a decirme por qué estás molesto? En realidad, ayer no nos divertimos tanto, aunque parezca que sí.

Decido callarme y caminar más rápido. Yoongi se queja y avanza a mi ritmo, costándole la respiración. Quizás es por el cigarrillo y no me imagino que será de él en unos cincuenta años.

—¡Eh!

Engancha su mano en mi brazo y me jala hacia él, haciendo que mi espalda y, en conjunto mi mochila, golpeen su pecho. Un auto sigue su trayecto, pitando como loco. Algunas personas nos mirando con el ceño fruncido y alguno que otro murmura en mi contra por ser tan descuidado.

—De verdad, ¿qué pasa?

Su voz cerca de mi oído me manda pequeñas corrientes eléctricas por todo mi cuerpo. Me desasgo de su agarre y suelto un bufido. La cabeza la siento caliente. Me avergüenzo de mi mismo por sentir lo que siento. Observo el semáforo y cambia a verde para nosotros. Miro a Yoongi un segundo antes de continuar mi trayecto.

—No estoy de humor —le confieso a medias.

—Casi te atropella un auto. —Lo fulmino con la mirada y me detengo en un supermercado—. Puedes hablar conmigo.

—Compraré leche de banano, ¿quieres? —Sé que está comenzando a sentirse molesto por la forma en que achica los ojos y frunce los labios—. Es por una tontería. Ya se me pasará.

Entro a la tienda y me compro dos leches de banano y una de fresa para Yoongi. La recibe a gusto y le da un trago. Yo hago lo mismo. Caminamos en silencio y nos detenemos frente a mi casa. Lo invito a pasar y se lo piensa, porque dice que tiene examen mañana y le gustaría repasar. Pero sé que miente, él no necesita repasar desde tan temprano.

—No he hablado con Taehyung desde hace dos días —le digo, sacando un poco de lo que tengo adentro—. Cuando me dijiste que él no iría... Taehyung ni siquiera me avisó.

Se queda en silencio un rato, mirando el techo, afuera de la ventana, hasta que me mira, diciendo:

—Taehyung no está en la ciudad. Me lo dijo Minju ayer —confiesa—. No era que Taehyung no quisiera ir, es que se le presentó algo y tuvo que irse. No me dijo cuando regresará. —Hace un pausa reflexiva—. Lo que si me parece extraño es que él no te llamara personalmente para decírtelo.

Se me seca la boca al instante, quizás porque estoy demasiado sorprendido. El corazón me palpita con tanta fuerza que me comienza a doler el pecho. Me recuesto en la cabecera de la cama y me aclaro la garganta. También caigo en la cuenta de que, probablemente, Yoongi y Minju pasaron la noche juntos, o quedaron de volver a verse.

—Ya...

—Minju dijo que era algo con relación a la aplicación. Tenía que verse con un chico o algo así. Me pidió que no te lo dijera, pero supongo que no es tan irrelevante como pensaba. ¿Qué crees que pasa?

Me masajeo el puente de la nariz y procuro tomar una gran cantidad de aire antes de botarlo. ¿Y si es cierto y solamente soy un pasatiempo? Taehyung mencionó que ayudaba a otros todo el tiempo, pero nunca pregunté qué tan seguido se enamoraba de ellos.

—¿Tú y Minju están saliendo?

La cara de sorpresa cubre sus gestos de confusión.

—Ah... No. —Enarco una ceja y me cruzo de brazos. Yoongi se retrepa en la silla que tengo frente al escritorio—. Creo que es interesante. Y supongo que piensa lo mismo de mí.

—A mí me pareció que se veían muy cómodos —repongo enseguida.

—Si lo dices así, creería que estás celoso.

Me sonrojo violentamente y meneo la cabeza.

—No, para nada. Lo que pasa es que la primera vez que nos conocimos... —Respiro hondo y suelto los brazos—. Creo que tiene una mala impresión de mí y no sé por qué.

—Que extraño —susurra—. A mí me parece simpática, aunque claro, tiene sus reservas al ser demasiado directa con las personas. Si algo no le gusta te lo dice sin importar qué. Incluso sus amigos dicen que ella es complicada, así que no deberías de tomártelo tan personal.

Me quedo en silencio, recordando la primera vez que nos vimos, la forma cortante en que me habló y como ha estado comportándose conmigo; desde entonces me hace sentir incómodo incluso desde lejos.

—Mañana después de clases vendré a ayudarte con matemáticas. —Hago un puchero porque me nace hacerlo. Le saco una sonrisa mientras se cuelga la mochila en el hombro—. No te daré descansos.

Quiero replicar, pero él se despide y sale de la habitación antes de que pueda hacerlo. Me quedo solo de nuevo y me inunda la melancolía. Tomo el celular y le escribo a Taehyung algo tan simple como un hola. El mensaje ni siquiera le llega y apago el móvil. La habitación de repente me parece plúmbea y me levanto para organizar un poco allí y allá. Todo con el fin de distraerme y dejar de sentir tanto malestar. 

novio virtual  » taekooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora