El despertar

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Orm despertó de golpe aquella mañana gracias a el dolor en su cuello, parpadeó varias veces para tratar de alejar el sueño. Cando por fin se decidió a abrir los ojos la realidad lo golpeo en forma de recuerdos de la noche anterior. Cada detalle pasaba por la mente del omega, taladrando su cerebro, y el pánico no se hizo esperar.

Arthur abrazaba a su hermano como si temiera que fuera a salir corriendo lejos de él (nada fuera de la realidad) , perdido aún en el mundo de los sueños, en cuanto sintió que su omega trataba de salir de la cama sin éxito alguno despertó completamente.

Al abrir los ojos no reconoció el lugar en el que se encontraba, las paredes no eran azules como las de su habitación, sino de un tono morado, la ventana que filtraba la luz en la habitación le hizo recordar que se encontraba en la habitación de su hermano menor.

- Podrías soltarme - Orm no lo dijo como pregunta; claramente esa era una orden dirigida a su hermano mayor.
- Orm Buenos días para ti también - saludó con una sonrisa, pues hoy se sentia de un particular buen humor.
- Hablo en serio Arthur.
- Bien - respondió de mala gana, pues él quería quedarse así con el omega un rato más.

Cuando Orm se sintió libre de moverse, también sintió una repentina vergüenza, pues hasta entonces fue que noto su desnudez. Tomó la frazada con la que estaban tapados en un gesto timido, pero sorpresivamente decidió devolverla de inmediato al notar que no era el único desnudo en aquella habitación. Arthur pudo sentir la incomodidad que se produjo en su hermano, pero su cerebro solo pudo concentrarse en la mordida que se exponía en el cuello del menor, marcándolo como suyo, de inmediato se sintió una mierda.

Claro que él no era virgen la noche anterior, él había disfrutado de toda una vida sexual. Había estado con toda clase de omegas, todo era de una sola noche, nada de platicas incomodas por la mañana, nada de explicaciones, nada de mordidas. Jamás había tenido el instinto de morder a alguien, ni siquiera a su actual novia Mera, ¿Como pudo robarle un momento tan especial a su propio hermano menor?, ¿Como pudo ser tan descuidado?, eran las preguntas que rondaban su mente.

Arthur estaba tan concentrado en sus pensamientos que ni siquiera se dió cuenta de cuando Orm se encerró en el baño de su habitación. El omega se paró frente al espejo con los ojos cerrados, tenía miedo de mirarse en el. Respiró profundo mientras lentamente los fue abriendo. Lonque vio era su realidad: Era un omega marcado.

- ¿Estás bien? - preguntó Arthur desde el otro lado de la puerta.
- ¡No Arthur! ¿Cómo podría estar bien? Mi vida se acabo.
- Tranquilo, vamos a solucionarlo.
- De verdad crees que esto tiene solución... ¡Maldición es una marca!
- Orm te prometo que lo voy a solucionar, pero sal de ahí y hablemos por favor.
- No te quiero ver Arthur, quiero estar solo.

Arthur sabia que era difícil para Orm toda esta situación, así que trato de ser paciente, sin embargo su alpha se estaba comenzando a desesperar al sentir el rechazo de su omega. Podía sentir como perdía el control poco a poco por no ver a su omega.El menor sintió como el que ahora era su alpha comenzaba a esparcir un aura que lo hacia temblar, sabía que debía calmarlo o las cosas se pondrían peor.

Arthur miraba la puerta del baño pensando en la posibilidad de ir a tirarla con sus propias manos de ser necesario, por suerte Orm salió de el baño antes de que la puerta fuese derribada, se aproximó a él y lo abrazo. El alpha se aferro a el omega en cuanto lo sintió tan cerca, calmando todos sus miedos y dejándolo de nuevo feliz.

- Tranquilo Arthur, los primeros días de la mordida sentiremos la necesidad de estar juntos todo el tiempo - le explicó Orm mientras frotaba la espalda de su alpha.
- Yo no quiero que tu me odies Orm... No lo soportaría, se que pedir perdón no va a hacer las cosas cambiar, pero yo no quiero que sufras - las lágrimas comenzaron a rodar por la cara del mayor.

Orm limpio todas las lágrimas de su hermano. El podía saber que lo que decía Arthur no era otra cosa que la verdad, es por eso que debían buscar la manera de deshacer la marca. Él no podría atarlo de esa forma, él sólo le traería problemas. Si siendo su medio hermano ya le había causado muchos inconvenientes, siendo su omega le provocaría una vida de infelicidad que no se merecía. Una vez que Arthur se calmo Orm se atrevió a aclarar las cosas.

- Buscaré la manera de deshacerme de la marca - sintió como su hermano lo acercaba mas a su cuerpo.
- No quiero que te la quites... Orm, yo te amo - de todas las respuestas que pudo haber dicho decidió ser sinceró con su hermano menor.
- Lo se Arthur, me amas pero como un hermano, ahora te parece otro tipo de amor por la marca, pero en cuento pase un tiempo te darás cuenta de que no es como tu crees.
- Podemos pensar en otra cosa que no sea esa, Orm por favor.
- ¿Ya te olvidaste de nuestra madre?, ¿Cómo crees que se sentirá cuando se enteré de lo que hicimos? Ella no se merece ese dolor y lo sabes - le recordó con culpa.
- Ella va a comprenderlo.
- ¿Qué tal Mera, ella también lo comprenderá?

Arthur no se había puesto a pensar en la que era su novia hasta que Orm la menciono. Lo cierto es que nadie merecía sufrir, ni su madre, ni su novia, mucho menos Orm. Aunque deseaba que la marca permaneciera ahí, esa definitivamente era una acción egoísta de su parte. Orm siempre decía que marcar a alguien era el acto más egoísta que alguien le podía hacer a quien supuestamente amaba, pues tendría que obedecer ciegamente, además de perder un poco de su dignidad. Él no pensaba así pero no podía obligar a su hermano a hacer lo que el quería.

- Realmente ¿crees que podrás borrar esa marca? - respondió Arthur
- No lo se, ya se me ocurrirá algo.
- Yo realmente no pensé bien lo que hice y cause todo esto, lo siento.
- No debemos decirle a nadie - Orm aclaró por si a su chismoso hermano se le ocurría la maravillosa idea de pedirle ayuda a alguno de sus amigos.
- No lo se Orm tal vez Bruce sepa que hacer, el es muy inteligente o tal vez Barry ellos ayudarían - sugirió.
- Pues yo creó que si necesito la ayuda de alguien inteligente Lex me podría ayudar más que esos dos juntos.
- Lex Luthor no me da confianza - De nuevo su lado alpha quería salir de control, Orm simplemente suspiro.
- Hagamos un trato, Arthur yo no le pediré ayuda a Lex, pero tu no le puedes decir a nadie sobre esto.
- De acuerdo.
- Estos días serán complicados, así que debemos ser precavidos, la marca hará que queramos estar juntos todo el tiempo, tu alpha no soportará verme con otro alpha y mi omega no soportará verte con otro omega, así que tratemos de no hacer una escena.
- Entonces tratemos de no acercarnos a nadie peligroso, tal vez podríamos pasar nuestras horas libres de clase en la universidad juntos.
- O tal vez debamos tratar de no encontrarnos en la universidad.
- Entonces mi alpha no lo soportará y te buscará donde quiera que estés.
- Bien juntos entonces.
- Es lo mejor.
- Una vez aclarado todo, creó que deberías irte de mi habitación y tendrás que ir a conseguir algunas cosas.

Una vez se marchó Arthur de su habitación, Orm pudo dejar salir todas las lágrimas que tenía contenidas, tomo ropa limpia y se dispuso a tomar un largo baño.

El era Orm Marius y lo arreglaría antes de que su padre lo supiera, no quería ni imaginar de lo que aquel hombre le haría a Arthur si descubría lo sucedido.

¡NO SOY TU OMEGA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora