¡NO SOY TU OMEGA!

Despedida

Lex abrió la puerta con la esperanza de ver a el beta regresar, desde su discusión en la universidad no lo había podido localizar, y temía que desaparecer después de cada discusión se le volviera un mal hábito. En lugar de eso se encontró con la imagen de Orm frente a él.

— Orm ¿Que te pasó? —  la cara de su amigo le recordó aquella vez que siendo niños pensaron que jamás se volverían a ver, cuando estaba por mudarse a la casa de su madre
— Lo hice... Arthur me odia — llora amargamente el omega en los brazos del alpha, ya se había aguantado todo el camino, ahora se desahogaba con el único que comprendía su situación y no lo juzgaría por absolutamente nada.

Lex no trato de consolar a Orm, simplemente lo abrazaba y dejaba que las lágrimas se derramaran en su hombro, sabia que hacer o decir algo no ayudaría en nada a su amigo, así que se limitó a ofrecerle lo único que siempre le podía ofrecer, su protección.

— El amor es una mierda — el omega deja salir el enojo por el hecho de que Arthur le creyera cada palabra
— No me enamoraré entonces — el alpha responde pensativo
— Demasiado tarde — suspira Orm
— No se de que hablas — Lex lo mira serio por el comentario
— Hablo del beta con el que vives —
— El sexo no es amor —
— El sexo no, pero desde hace tiempo lo suyo va más que de solo sexo —
— No digas estupideces Orm —
— ¿Dónde esta? —
— No lo se —
— Así que sigue enojado... —
— No se que piensa que logrará con estos berrinches —
— Tal vez tenga razón... — las palabras del beta no dejaban de taladrar la mente del omega desde que las escucho
— No la tiene — asegurará el alpha
— ¿Te iras dos semanas sin despedirte de él? —
— Mañana saldremos muy  temprano, lo mejor es que nos vallamos a dormir — con esas palabras Lex evade la pregunta
— Gracias por todo Lex, no se que haría sin ti — se despide Orm al entrar a la habitación que ocupaba al quedarse en el departamento de su amigo, Lex por su parte le ofrece una sonrisa sincera, una de esas que solo Orm a visto. 

El clima frío de aquella mañana hizo que Orm se abrigara más de lo normal, al dirigirse al aeropuerto Lex no pronuncio palabra alguna, sus pensamientos estaban dirigidos hacia el beta que no apareció en su departamento para despedirse (No es que quisiera hacerlo, se repetía) pero el irse por un largo tiempo sin resolver sus pleitos le dejaba un amargo sabor de boca.

El beta por su parte estaba profundamente dormido en un lujoso departamento, era casi del mismo tamaño que el de Lex pero a diferencia de aquel, este estaba decorado con un elegante gusto y un toque familiar. No era la primera vez que dormía en aquel lugar, pues antes de que el buen Clark Kent convenciera a Bruce Wane de la monogamia, la fidelidad y ésas tonterías, paso muchas noches en aquella cama con el omega (no precisamente durmiendo).

Cuando el frío del departamento lo despertó ya eran las ocho de la mañana, Bruce aun no llegaba al departamento así que decidió seguir en la cama por un rato más, su celular tenía la luz de notificaciones encendida pero no se molesto en tomarlo y revisarlo, ya sabia que era Lex Luthor tratando de localizarlo.

El bromista se debatía entre si contarle a Bruce del plan de Lex o callarse y esperar a que todo saliera bien, sobre todo que Orm regresara con vida. Lo había pensado desde que se fue de la universidad, lo analizo con cautela y fue el porque llego al departamento del omega, sin embargo el lugar estaba vacío, pudo entrar gracias a que sabia donde se guardaba la llave de repuesto, esperó a que Bruce volviera pero a la media noche se dio por vencido y finalmente decidió dormir. No fue hasta las diez de la mañana cuando el dueño del departamento se encontró con el Joker en su sofá.

— No recuerdo haberte invitado — el millonario comenta sin sorprenderse de la intrusión en su hogar
— Un amigo tan especial como yo no necesita invitación — el beta se acerca más a él para aclarar su punto
— Por supuesto... Solo me preguntaba por que no le dices a Luthor sobre nuestra especial amistad — Bruce responde sin moverse ni un solo centímetro, disfruta del juego que siempre se produce al estar con el beta
— Bueno lo especial es más especial si es un secretito... Solo tuyo y mio —
— Estoy de acuerdo — con una última mirada el omega se levanta del sofá, se dirige a la cocina para tomar un café y se dispone a escuchar lo que el Joker le valla a decir
— ¿Una buena noche? — cuestiona con una sonrisa el beta, sirviéndose más café
— Al parecer mejor que la tuya, Tal ves te pueda aconsejar para que dejes de pelear con Lex —
— Tal vez me puedas aconsejar — suspira cansado el bromista
— Se escucha grave ¿A caso te corrió de casa? —
— No —
— Debes darme una pista todo es un problema con Luthor —
— Jajaja es cierto ¿Te puedo contar un secretito? —
— Claro —
— Es sobre Orm y tu amigo Arthur —
— ¿Qué pasa con ellos? —
— Lex llevo a Orm con un doctor que les juro que le quitará la marca — los ojos de Bruce se abrieron por la sorpresa de las palabras dichas por el beta
— ¿Qué? ¿A donde? —
— No lo se Lex no me quiso decir —
— ¿Cuándo? —
— En este momento deben estar en el avión —
— ¿Por qué me estás contando esto? —
— Lex me matará cuando sepa que te lo conté pero es una completa locura esa de llevar a Orm a un “doctor” cuando el no quiere ir —
— ¿Luthor lo esta obligando? —
— No es eso, Orm fue por voluntad propia, por miedo a su padre —
— Si quieres que los detengamos tendrás que ayudar —
— Eso esperaba —