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El príncipe payaso

Jack es un chico que solo quiere divertirse, le encanta hacer bromas y lucir su sonrisa a toda hora. Nunca se preocupa por lo que los demás digan o piensen de él, es por eso que usa un poco de maquillaje en los ojos y aveces en la boca. Tuvo la fortuna de nacer beta, así que todas esas tonterías de las mordidas o las feromonas le tenían sin cuidado.

El era honesto con sigo mismo, aceptaba que eran un poco cruel las bromas que hacia en la universidad, así se había ganado sus múltiples apodos, pero todo valía la pena por un poco de diversión.

Aceptaba que el omega Bruce Wane llamaba de manera escandalosa su atención, aquel chico era el único que parecía entender el sentido de sus bromas, incluso llegó a frustrar algunas, siempre tratando de estar dos pasos adelante. Desde que su relación con el omega comenzó, la escuela era mucho más divertida. Bruce Wane era alguien que realmente le atraía de varias formas.

También aceptaba que el sexo con Lex Luthor era tal y como a el le gustaba: rudo y apasionado. Cada caricia por parte del alpha era una muestra de autoridad, y como toda autoridad que se le imponía él la desafiaba, creando una lucha en la que ambos ganaban.

Lo que no estaba dispuesto a aceptar era que estaba enamorado de Lex, no porque tuviera miedo de aceptarlo, sino por el hecho de que sencillamente no lo estaba.

Estaba pensando aquello cuando se encontró a Bruce en una cafetería y decidió que era de buena educación ir a saludar.

— ¡Hey Bruce! — saluda mientras se sienta en la silla restante, justo al frente del omega.
— No te invite a sentarte — contesta Bruce sin tomarse la molestia de despejar los ojos del libro en sus manos.
— Bueno estaba pensando en ti y luego te encontré... Debe ser el destino — concluye el beta llamado al mesero para pedir un café que por supuesto no piensa pagar.
— Que halago, no se lo digas a Luthor o tratará de matarme — el tono engreído en las palabras del millonario son dichas con una sonrisa en su rostro, cerrando el libro para poner su completa atención a el bromista.

El beta guarda silencio ante el nombre del alpha, aun recuerda la discusión que ocurrió unos días atrás cuando el alpha lo corrió de su departamento solo porque Orm lo visitaría.

— No me digas que tienen problemas, es una lastima — Bruce nota la cara de descontento ante la mención del alpha, decide sacar un poco más de información.
— Ahora que lo mencionas, si que tengo algunos problemas con Lex — se sincera el beta harto de evadir al alpha.
— Luthor es complicado — el omega consuela al chico en un sorpresivo acto de amabilidad.
— El complicado soy yo al meterme con alguien como él — suspira el bromista volteando la cabeza, sin esperar encontrarse con el alpha mirando en su dirección de forma discreta.

—El esta aquí.
— Lo se.

Ambos vigilan a Lex en su recorrido por la cafetería fingiendo tomar café hasta verlo sentarse cerca de ellos.

— Termina con el si no es divertido — aconseja Bruce en tono bajo para que el alpha no escuche, no es que el beta sea su amigo pero no le conviene a esos dos juntos.
— Lo haré — contesta decidido el beta.
— No te creó — es la verdad de lo que piensa el omega con respecto a la extravagante pareja.

El celular del beta suena y sabe perfectamente que es Lex. Para cuando se dan cuenta el alpha enfurecido ya están frente a ellos, obligando al Joker a irse con él. En ningún momento el bromista pierde la compostura.

En cuanto la pareja se marcha del lugar tanto empleados como clientes vuelven a respirar con tranquilidad, algunos deciden que lo mejor es pedir la cuenta. Bruce se vuelve a sentar analizando la situación, el alpha estaba realmente celoso reclamando al beta como suyo, no era un simple acto territorial, era algo más, algo como...

¡NO SOY TU OMEGA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora