Alguien más

1K 72 4
                                    

Atlana no pudo quedarse tranquila desde que despertó aquella mañana, su instinto le gritaba que algo malo pasaba y lo primero en lo que pensó fue en sus hijos, así que trato de llamarlos siete veces y nadie contesto incrementando así su preocupación.

Tomó sus cosas y empezó a armar sus maletas, quería llegar lo antes posible a su hogar y cerciorarse de que todo estaba bien. Durante el camino en carretera su esposo trato de tranquilizarla, sin éxito alguno.

Lejos de aquella madre preocupada, sus dos hijos se encontraban en sus respectivas habitaciones tratando de calmar el impulso de ir a la habitación de el otro. Sus instintos les jugaban en contra, ya que se extrañaban como si llevaran diez años sin verse, y el hecho de saber que estaban a solo un par de metros de distancia era una tortura que los volvía locos.

La discusión de hace un par de horas los había hecho darse cuenta de un par de cosas, de ellas la más importante era sin duda que no querían lo mismo.

Orm calculaba que su madre llegaría en unos cuantos minutos, incrementando su preocupación ya que no había conseguido una nueva marca de su alpha. Durante todo ese tiempo estuvo leyendo un montón de libros tratando de hallar una solución a su problema, también tratando de distraer a su omega del deseo de ir a besar a su alpha.

El sonido del coche estacionándose en la entrada les avisó del regreso de su madre. Era la hora de empezar con la mejor actuación de su vida, fingir que todo estaba bien.

Los chicos bajaron a la entrada a recibir a su madre y padre en el caso de Arthur, cuando la puerta se abrió ambos se dedicaron una última mirada.

— Arthur, Orm — Atlana se apresuró a abrazar y besar a sus hijos, notando que el sutil aroma de su hijo menor había desaparecido.
— Orm ¿Estas bien? — su madre se separó del abrazo para tomar su rostro y hacerle aquella pregunta.
— Estoy bien madre, como siempre — Orm respondió sin inmutarse, era lógico que su madre hiciera preguntas y estaba preparado para contestarlas.
— ¿Estás seguro? Por que te noto diferente, tu aroma no esta.

Arthur escuchaba atento las preguntas de su madre hacía su hermano, esperando para intervenir de ser necesario, aunque su omega parecía tener todo bajo control.

— No es nada, no te preocupes — respondió el omega regalándole una sonrisa a su madre.

Thomas Curry que acababa de bajar las maletas del coche se acercó a abrazar a su hijo y posteriormente a Orm, no se podía decir que tuvieran una relación de padre e hijo, pero la convivencia diaria los hizo más cercanos de lo que ambos aceptaban.

Arthur se tensó al ver como otro alpha abrazaba a su omega, no fue consiente de sus actos hasta que vio a sus padres mirándolo con intriga, su alpha había tomado el control, jalando a Orm de los brazos de su padre y pegando lo a su cuerpo. El omega lo maldijo internamente, no podía ser más obvio.

— ¿Que pasa Arthur? — preguntó preocupado el padre del alpha mientras su esposa trataba de encajar las piezas de ese rompecabezas.
— Yo... Solo tenía muchas ganas de abrazar a Orm — contesto inseguro el alpha.
— Aja... —  Atlana observaba la actitud de su hijo, recordándole a un alpha posesivo, lo cual comenzó a sembrar preguntas sin aparente respuesta en su mente.
— La cena esta lista, porque no descansan un poco en lo que Arthur y yo preparamos la mesa — Orm trató de cambiar la conversación.
— Claro — dijo el padre de Arthur olvidándose de aquella rara escena.

Una vez escucharon la puerta de la pareja cerrarse, el omega volteó a ver a su hermano mayor pidiendo una explicación.

— No sospechan nada Orm — Arthur se apresura a decir antes de que el menor lo regañara.
— El es tu padre... Arthur tu sentiste celos de tu propio padre.
— Tu lo has dicho él es mi padre, no el tuyo — para el alpha, el único que tenía derecho a tocar a Orm era él.
— Tienes que controlar a ese alpha idiota que esta dentro tuyo.
— Vamos a poner la mesa y deja de estar pensando negativo — Arthur dio por finalizada la conversación.

¡NO SOY TU OMEGA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora