[ Haikyuu's Type of boyfriend ] ©

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Miya Atsumu es el tipo de novio que te hace sentir vulnerable ante su cercanía.

__________ estaba parada junto a la puerta, esperando a que su novio saliera. Incluso compró una botella de agua para él y un jugo de manzana para ella.

Las actividades extracurriculares que realizaba habían terminado un poco antes, por lo que decidió ir en busca de Atsumu, solía ser al revés la mayoría de las veces.

Oyó el sonido del silbato del entrenador y las felicitaciones por buen trabajo del día de hoy, luego de eso pasaron unos minutos hasta que los jugadores empezaron a salir lentamente, a veces solos o conversando entre ellos.

La mayoría de los chicos la saludaba—. ¡__________-san, hoy se ve muy bonita! —cuando alguno lanzaba un comentario de este tipo era golpeado inmediatamente por sus compañeros. No querían que el armador del equipo los pillara diciendo aquellas exclamaciones indecorosas y los golpeara con algún remate en el entrenamiento del día siguiente.

___________ se limitaba a mantenerse en silencio, agradeciendo en su mente los cumplidos y sintiendo sus mejillas calientes. Todos los hombres del equipo superaban los ciento setenta centímetros y de veía muy intimidada por su altura.

Después de todo solo era una estudiante de fotografía de metro y medio, hasta un chico de secundaria era más alto que ella.

—¿__________? —dijo una voz masculina a sus espaldas.

La nombrada apartó sus ojos de la puerta y dio la vuelta, encontrándose con el torso de un hombre con la camiseta de un equipo diferente al de su universidad, tuvo que alzar la cabeza casi en su totalidad para poder ver el rostro del chico—. ¿Tobio?

Se saludaron ante el repentino encuentro—. No te había visto desde las nacionales —musitó con algo de duda, haciendo una expresión pensativa, intentando recordar y no errar las fechas.

Las primeras fotografías profesionales que ___________ había tomado fueron de ese evento. Incluso las publicaron en el periódico.

—Es cierto, ha pasado mucho tiempo —afirmó la chica, asintiendo con la cabeza y luego de unos minutos viendo extrañada al azabache—. Pero si tu estás aquí, ¿dónde está...

Hinata Shouyo había llegado como caído del cielo, aterrisando casi en medio de ambos y manteniendo el equilibrio para no caer al suelo—. ¡Viste eso, Kageyama! —gritó, dando pequeños saltos cual pulga al rededor de ambos, según él había roto su marca por medio centímetro—. ¿Eh? ¡__________, no te había visto!

—El chinchón de piso no me vio —se burló la (H/C).

Burlarse de los demás era un mal hábito que se le había pegado luego de salir con Atsumu.

El chico empezó a saltar con furia—. ¡Soy más alto que tú!

Hasta que una sombra lo cubrió por completo.

___________ reconoció el olor de su novio al salir de las duchas. Se aferró al torso del armador, escondiéndose detrás de él y escabullendose bajo la chaqueta deportiva que traía—. ¡Atsumu! Ese chaneke me está molestando.

El rubio le había dado una fría mirada al chico, haciendo que Hinata se escondiera detrás de Kageyama de la misma forma que hacía la chica.

Aunque después Tobio se había encargado de disipar las cosas y decir el por qué de su repentina visita.

—Cuando veníamos hacia el gimnasio la camioneta pasó por esta universidad, y recordamos que estudias aquí —habló Kageyama mirando de frente a su homólogo—. Nos juntamos entre muchos chicos para alquilar una cancha y poder jugar unos partidos amistosos —dijo tal y como Miya Osamu había escrito en aquel mensaje de WhatsApp, el afirmaba que su hermano aceptaría jugar y si solo decía eso—. Además Hinata dice que quiere patearte el trasero.

Hinata Shouyo temia por sus brazos.

El rubio asintió, pidiendo la dirección del lugar y diciendo que iría en unos momentos. Prometiendo también romperle los brazos al chico.

—¿No estás cansado? —susurró ___________, preocupada por el sobre esfuerzo que su novio podría llegar a hacer y lastimarse.

Había tomado con cuidado la mano de Atsumu, era grande, lo suficiente para agarrar por completo una pelota de vóley, la de ella era pequeña, aunque también podría agarrar una pelota... una pelota de golf.

A pesar de todo, la piel de Atsumu era cálida, y le gustaba su tacto, su mano seguía siendo suave a pesar del deporte que practicaba.

—Perdón por no poder llevarte a algún lugar bonito —exclamó el rubio en un tono algo bajo y ronco.

La chica tomó ambas manos del armador entre las suyas—. Siempre podemos dejarlo para otro día. Pero ahí te están esperando muchas estrellas —alentó la (H/C), recordando todos los nombres reconocidos que el azabache había nombrado antes—. ¿Sabes lo que daría por fotografiar a Kuroo Tetsuro y a Bokuto Koutaro?

Atsumu sonrió con algo de burla—. ¡Solo debes tomar fotos mías!

—¡Mi exposición en la galería fue solo sobre ti!

___________ no supo como reaccionar cuando sintió sus pies despegarse del suelo. Atsumu la había levantado, agarrando sus piernas y haciéndola lo suficientemente alta como para mirarlo directamente a los ojos.

Se aferró a su cuello por inercia ante el temor de caer. Y no pudo sentirse más cohibida ante la mirada penetrante de esos ojos oscuros, agachaba la cabeza pero en esa posición era demasiado difícil que Atsumu no viera cada una de sus expresiones.

—¿Trajiste tu cámara? —preguntó directamente, apretando las piernas de su novia.

___________ dio un salto ante aquella acción, se sintió bien.

Solo asintió con la cabeza, si abría la boca ahora podría decir alguna incoherencia.

—Bien, entonces vendrás conmigo. ¡Y espero que las fotos que tomes salgan en el periódico! ¡recuerda que todos mis lados son buenos!

Cuando la (H/C) bajó se sintió algo mareada, la belleza de aquel hombre la embriagaba.