Dentro de tu locura.

Capitulo 8.

Narra Bill.

al terminar de revisar los recuerdos sobre mi decidí que era mejor reunirme con el resto, creo que ya deben estar en el punto de encuentro.

aún recuerdo la vez que Pino me empezó a gustar, lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

flash back.

me encontraba observando a Dippre Pines, por alguna razón me sentía atraído hacia él, me sentía curioso por saber qué era lo que sentía, pero bueno, no le di importancia.

en una de mis tantas vigilancias hacia Dipper noté que estaba en el bosque con su hermana dando un paseo, pero de repente esta se cae por un abismo sosteniéndose solo de una rama que estaba por romperse, era mi oportunidad de saber qué era lo que sentía por Dipper, así que aparecí delante de él.

-hola Pines, dichoso el ojo que te ve, veo que tienes un problema -.dije aún flotando.

-¡Bill, ayúdame por favor, Mabel está a punto de caer, por favor salvala!-me decía desesperado, es mi oportunidad.

-lo haré, pero en un trato, ¿qué dices chico? -.dije extendiendo mi mano hacia él.

-está bien, trato-.dijo estrechando mi mano y asi cerramos el trato.

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los días siguientes mis sentimientos estaban un poco más claros, sentía la necesidad de proteger a Pino, que por cierto empecé  a decirle así de cariño, este chico es incluso más inteligente que sixer y se lo había dicho solo que es testarudo, Pino había bajado la guardia conmigo por lo cual me permitió acercarme más a un nivel personal, hermoso, era lo único que pensaba cuando hablaba con él de cosas que normalmente hablan los humanos, me sentía a gusto, sentía necesidad de estar a su lado, de matar a quien quisiera dañarlo, encerrarlo si esa era la punica manera de protegerlo, sé que son pensamientos psicopatas, pero es así.

estamos en el bosque recostados sobre el cesped, esto ya era una pequeña costumbre.

-Pino, quiero decirte algo-.ahora era el momento adecuado para decirlo.

-dime-.dijo poniendo atención a mis siguientes palabras.

-me gustas y quiero que intentemos estar juntos-.dije mirándolo seriamente dandole a entender que hablaba en serio.

-B-Bill pues yo...¿qué te digo?...amm-.su cara se tornó de un color rojo, ¿acaso él...-.yo también quiero intentar-.

fue cuando sentí que no solo podía ser un demonio, podía convertirme en un demonio amado, el mejor día de mi vida...

fin del flash back

ahora tenemos la oportunidad de comenzar de nuevo y eso me alegra de verdad.

había llegado al punto de encuentro en donde se supone que deberían estar los demás, pero siento mi cuerpo un poco inquieto, cuando veo hacia mis pies noto que se están desvaneciendo, mi Pino está despertando, es hora de un nuevo comienzo....

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aparecí en la habitación de Pino y mis hermanos y Gleeful estaban a un lado mío, Gleeful me miraba con una expresión que no supe decifrar, al igual que mis hermanos, pero no tenía tiempo de eso, voltee a ver la cama donde descansaba mi Pino y estaba removiendose, me acerqué rápidamente para verlo despertar, hasta que al fin abrió sus hermosos ojos.

-¿Bill?, ¿Qué pasó? -.dijo acostumbrándose a la luz de la habitación.

-amor, ¿estás bien? -.pregunté con al esperanza de que de verdad no recordara nada.

-sí, solo que me duele la cabeza, Bill, ¿quiénes son ellos? -.y em di cuenta de algo.

en ese tiempo Pino todavía no conocía a mis hermanos y a Gleeful.

-amor, ellos son mis hermanos Will y Phill, el que está a un lado es Dipper Gleeful, es el tu de otra dimensión, ¿recuerdas que te hablé de eso? -.dije poniendo una de mis manos delicadamente sobre su mejilla.

-sí, es un gusto conocerlos-.dijo mi Pinito saludando a todos, ellos solo asintieron, después les hice una señal indicándoles que quería estar solo con Dipper.

-amor, ¿necesitas algo?, te diste un fuerte golpe, me preocupas un poco cariño-.dije sonriendo tierna mente hacia él.

-¿podrías acostarte a mi lado? -.preguntó con un pequeño rubor en sus mejillas, yo sin chistar me acosté a su lado cubriéndonos con las sabanas y atraiéndolo hacia mi cuerpo.

-¿quieres dormir amor? -.pregunté dejando un beso en su frente.

-no, solo quiero estar así contigo un rato más, ¿puedes? -.

-claro, Pino, estoy a tu lado-.dije acariciando su rostro un poco con delicadeza.

es hora de un nuevo comienzo...