Capítulo 5: Resistencia.

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Jihoon se despertó y se levantó de la cama, le dolía todo. Mínghào no se encontraba en la habitación. Recordó que hoy se las tenía que ver con el profesor Soonhoon. Qué buenos tiempos eran aquellos que siempre se metía con sus ojos o su apariencia.

Entonces se colocó unos pantalones cortos de voleibol y mayas negras debajo que hacían ver su trasero más redondito y las piernas más largas. Aparte le apretaban un poco, pero eso le gustaba. Se le ocurrió la maravillosa idea de provocarle, ya que a Soonyoung lo conocía como una persona de ego frágil y muy orgullosa. Entonces se puso la camiseta del uniforme deportivo y se bajó a desayunar.

Allí se encontraba su "padre", él todavía no asimiliaba que él sería su tutor legal por mucho que recordara ese asqueroso papel escrito por ese maldito juez. Más que culpa o remordimiento, solo sentía rabia. Rabia porque seguramente esto sea un juego sucio y muy extraño para vengarse, y de alguna forma, ¿qué tal si ellos incluso antes del juicio tenían las mentes retorcidas y querían algo con un jovencito como él? ¿Querían jugar con fuego? Pues que así sea, Jihoon decidió crear su propio juego con sus propias reglas.

El chino se giró y sonrío suavemente, el menor no se dió cuenta que se había quedado pensando ahí quiero y le devolvió la sonrisa pero se notaba que estaba algo incómodo.

—¿Prefieres crepes o tortitas?

Se podía ver como detrás de él había un gran bol, un cartón con huevos, harina y leche. Su "papi" llevaba un delantal negro, sus mangas subidas y su cabello echado para atrás. No iba a mentir, se veía sexy y tierno.

—E-esto... Crepes mismo.

—Marchando —dijo alegre.

El pequeño se sentó en la silla esperando el desayuno, empezó a planear cosas que solo él podía saber cuando vino su padre y colocó las crepes en su plato.

Les puso chocolate en forma de zic zac, un poco de nata en los lados y decoró con una fresa el plato. Tenía todo una pinta deliciosa.

—No cocinas nada mal para venir de la calle —comentó.

Mínghào hizo una mueca y decidió responder:

—Veo que tienes buen gusto a pesar de cómo te vistes.

Jihoon abrió los ojos y lo enfrentó.

—¿Qué quieres decir con eso? —dijo con el ceño fruncido. Iba a reconocer que no es lo que se pondría normalmente. Pero no podía soportar cuando ponían en duda cosas como su buen gusto o inteligencia.

—Ya sabes, mira como vas vestido. Se te nota un montón la raja del culo, lo tienes todo metido y se te puede notar cualquier cosa. Solo a un salido le puede gustar como vas.

—Eso quiere decir que ti gusta como voy...

Se dió la vuelta, pero sin bajarse de la silla, colocó sus piernas en los costados y se apoyó en el respaldo exponiendo su trasero. Obviamente el mayor no pudo evitar colocar su mirada ahí.

—Como preferir, prefiero lo que llevabas ayer — dijo aclarándose la garganta.

—Pero si tú mismo te quejabas de qué me veía fácil y se me veía todo, ¿este también? —colocó su pulgar en su boca.

—C-cállate y cómete el desayuno —pegó un gran sorbo al café y dirigió su mirada al móvil.

—Tch.

* * *

Ya se encontraba en el coche de su "papi", en donde describió su nuevo juego favorito. Que era cruzar las piernas y relamer sus labios sabiendo que él lo veía mediante el retrovisor. Cómo se notaba que a veces sus movimientos eran nerviosos le hacía gracia, y disfrutaba de ese pequeño pero poderoso control que tenía sobre él.

 ⛓️ 𝐂𝐮𝐥𝐩𝐚𝐛𝐥𝐞 ⛓️ | ꜱᴇᴠᴇɴᴛᴇᴇɴ × ᴡᴏᴏᴢɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora