Seungkwan se maldijo, apenas se llevaba 1 año con aquel condenado indigente quien ahora se apropiaba de una casa que no era suya y adoptó como si nada a Jihoon. Su decimoctavo cumpleaños se acercaba y podría hacer algo. Pero no sabía el qué. De todas formas lo que estaban haciendo obviamente era ilegal, ¿tal vez debería reportar el caso? Pero Seungcheol era la máxima autoridad, ¿cómo ese condenado tenía tanto poder? Maldecía a todos, en especial a Jihoon. Por haberle arruinado otra vez enamorándolo.
Mientras tanto Jihoon se encontraba perdido, dejó de oponerse a los toqueteos hace ya tiempo. Pero ahora los recibía con pocas ganas, estaba más que nada pensativo y confundido. Si lo que su hyung le había dicho era cierto, después de todo era como al principio. Nadie lo quería de verdad, entonces ese morbo de ser deseado que iba llenándolo se apagó y nada se sentía igual. Tal vez lo ideal era ignorar aquello y ser feliz, pero no podía olvidarlo.
Todo se fue volviendo extraño, y más sabiendo que entre ellos se tenían celos pero eran conscientes de que debían compartirlo a pesar de que cada uno fuera más posesivo que el anterior. ¿Incluso Jeonghan le había mentido? ¿Solo le había conducido a la boca del lobo?
—Papi, ¿tú me quieres? —soltó Jihoon de la nada.
—Obviamente, cariño —respondió el mayor acariciando su cabellera.
—¿Y no te molesta que tenga novio? —preguntó intrigado.
El mayor tensó la boca, obviamente quería al pequeño solo para él, pero debía cumplir y compartir. No quería volver a la calle a morir de hambre y perder la oportunidad de darle cariño al menor, quien ahora reposaba sobre sus muslos en el sofá cual gatito mimado. No quería perder eso, preferiría morir a vivir en otras condiciones.
—Mi vida, no importa. Él es tu novio y yo soy tu papi, somos cosas distintas... — Su mirada era vacía, sin brillo y miraba a la pared. Su puto novio y su puto amiguito se podían ir a la mierda, pero tenía que ayudarlos a tener algún contacto con el pequeño porque era parte del trato. Aún recuerda cuando tuvo que quedarse todo el día con el jodido Hansol para que al final se fuera con Chan, invitarlo a dormir para que no perdiera su oportunidad y fingir que no oía los gemidos de su amado en manos de ese enfermo—. Pero... Yo te importo más, ¿verdad?
—Claro que sí, eres mi papi —dijo tomando el control de la situación. Y acomodandose sobre las piernas del mayor.
Se abrazaron y Minghao no pudo evitar sonreír de forma escalofriante. Le encantaba cuidar de ese condenado crío, le encantaba darle lo que necesitaba y sobretodo, follárselo.
Y el sentimiento era mutuo, a Jihoon le gustaba que lo mimaran y le hablaran con ese tono tan relajante y cariñosa como nunca hicieron sus padres. A Minghao no lo veía como un padre de verdad, pero calmaba el vacío que le dejaba el verdadero.
Y como sus mentes estuvieran conectadas a Seungwan se le iluminó la bombilla. Iba a encontrar a sus verdaderos padres, le daba igual el castigo y todo. Sus propios padres tampoco le importaban mucho, ellos también estuvieron de acuerdo con hacerle eso a un niño. Seguía enfadado con Jihoon por ser tan imbécil y aún no lo había perdonado, pero menos se perdonaba él mismo por formar parte de aquel grupo de degenerados.
* * *
Seungcheol se encontraba en su despacho relamiendo sus labios mientras masturbaba su miembro viendo grabaciones de Jihoon teniendo relaciones con cada uno. Siendo la pequeña perra que es.
—Mocoso... Pronto te tendré en mis manos... —gemía con su enorme polla colocándose en el televisor que enfocaba el sonrojado y lloroso rostro del pequeño manchando la pantalla con su semen.
Su grabación favorita era la de Vernon, quien lo ató a la cama y Chan se encontraba desde el teléfono oyendo a su novio siendo follado por él. El desgraciado de Hansol era un fetichista de primera y tenía una imaginación muy caliente. Aunque Seungkwan no se quedaba atrás, tener Jihoon untado en crema sobre la mesa de tu cocina debía ser maravilloso. Pero extrañamente sus grabaciones no tenían sonido, era sospechoso pero le restó importancia. Las grabaciones que consiguió con él eran oro, ¿cómo conseguía pelear con él y que encima fuera Jihoon quien tomara la iniciativa a la vez?
Cogió unos pañuelos de un paquete que tenía convenientemente sobre el escritorio y se limpió el pene que no paraba de eyacular, le gustaría tanto que aquel criado fuera quien limpiara todo eso con su lengua.
Seungkwan estaba seguro de que la única forma de encontrar a sus padres sería con algún documento, pero era extraño. El día del "juicio" el cual nunca hubo defensa, ni él propio Seungcheol sabía de la existencia de los padres de Jihoon. Imposible, ¿no estaría la casa a nombre de alguien? Decidió colarse de alguna forma en los juzgados, debían tener la documentación ahí, estaba solo en esto. Todos querían tener a Jihoon a su merced, hasta Jihoon mismo. Pero esta locura debía terminar.
No iría de incógnito porque como toda institución, tendría un nivel de vigilancia importante, pero en su jugada debía usar la carta del juez Seungcheol, la cabeza de todo. Por lo que le dieron permiso inmediato a su despacho. Así de lejos llegaba el maldito pacto.
En el pasillo vio como este se dirigía al baño dejando la puerta abierta, aún no le habían informado de su visita, y como no era tonto se coló dentro.
Debía darse prisa antes de que llegara, lo primero que vio fueron una pila de televisores con la pantalla apagada, aunque una estaba manchada de algo. Fue listo al estropear el micrófono de las cámaras de su panadería la cual había cerrado temporalmente. Abrió los cajones y encontró lo que buscaba enseguida, cómo no. Si estaba todo el mundo que no cagaba con su caso. Abrió la carpeta de Jihoon, aparecían sus datos y el documento de la casa. El propietario original era... ¿Min Yoon Gi?
Continuará...
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⛓️ 𝐂𝐮𝐥𝐩𝐚𝐛𝐥𝐞 ⛓️ | ꜱᴇᴠᴇɴᴛᴇᴇɴ × ᴡᴏᴏᴢɪ
Fanfiction☆Temas fuertes: Diferencias de edades, abuso de poder, consensual-nonconsensual. ⚠ Advertencias ⚠ 1. Si no te gusta este tipo de contenido, no lo veas. Advertencia: (Poliamor, sexo, groserías, violencia y contenido +18) 2. No se pretende degradar e...