Capítulo 4: Custodia.

5.7K 335 170
                                    

Jihoon notó los poros de su piel tensarse... Esa voz...

—Respóndeme.

—¿¡Q-qué hace en mi casa?!

El contrario sonrió y se acercó todavía más asustando al menor a quien le costaba pronunciar palabra.

—Mira como tiemblas... Te ves tan tierno... Una pena que seas un pequeño demonio hijo de perra que roba a los más necesitados.

Su mano acarició la barbilla del joven y notó que estaba temblando, sonrió ante esto.

Era aquel pobre al que le quitó todo el dinero. Ahora iba en un traje bastante formal, sus descuidados y sucios cabellos pasaron a ser una cabellera reluciente y con un corte a lo mullet.

—¿C-cómo has...?

—Cariño, recuerda que todos a los que has jodido nos conocemos. Ellos me prestaron dinero y me dieron dos custodias que seguramente te jodan. Mientras estabas en el instituto, esta casa abandonada pasó a ser mía. Le quitamos toda la basura.

—No puede ser... —susurró horrorizado. —¿Cuál es la otra custodia?

—¿De verdad quieres saberlo?

Jihoon intentó escapar, pero el chino lo arrinconaba.

—Puesto a que no tiene padres... Paso a ser tu tutor legal. Aunque prefiero que me llames papi.

—¡¡Una mierda!! ¡¡NO PUEDE SER CIERTO!!

—¿No te lo crees? Mira este papel.

En efecto, era un documento oficial, ese juez hijo de perra le había dado su custodia. ¿Lo peor? Que esto no solo eran los seis meses de servicio, era para siempre hasta que el tutor legal solicite lo contrario.

Jihoon sintió como le dió un ataque de ansiedad y sus lágrimas cayeron sin parar.

—Jihoonie..., ¿qué te pasa cariño...?

—¡¡NO ME LLAMES ASÍ, MALDITO POBRETÓN!!

Salió corriendo pero él lo atrapó.

—Así no le hablas a tu padre, ¿de acuerdo? —Ese tono era provocador.

Su voz causó corrientes en partes y un notorio sonrojo. Abrazó a su ahora hijo mientras él se resistía. Pero más temprano que tarde terminó dejándose y varias gotas cayeron sobre la blusa del contrario.

—Es tarde, voy a preparar la cena. Mientras ve a mirar tu nuevo cuarto y cámbiate — Aparte de la excitación que le provocaba la voz del contrario, está se sumó a un nuevo sentimiento. Pero no sabía cuál era.

Maldita sea, no entendía que acababa de pasar. Pero le hizo caso. Salió del cuarto de Mínghào y se dirigió al de enfrente. Efectivamente era su actual cuarto. Pasó de ser un trastero hasta arriba de humedad y lleno de basura que él mismo dejaba a una habitación super cursi color rosa pastel. Estaba todo ahora lleno de peluches y cojines. Madre mía.

Se fue al cuarto de baño a lavarse las manos y se dirigió a la reluciente cocina donde lo esperaba Mínghào con una deliciosa cena. Él le estaba sonriendo suavemente a pesar de lo ocurrido anteriormente.

—He preparado espaguetis, te gustan, ¿cierto?

—S-sí... —dijo bajando la cabeza.

Tomó asiento y solo se dedicó a toquetear la pasta con el tenedor, el mayor observó esto todo el rato y frunció el ceño.

—¿Por qué no comes?

—N-no sé... Creo que no tengo hambre...

—Me da igual, tienes que comer. No debes acostarte con el estómago vacío. Además se te va a enfriar.

 ⛓️ 𝐂𝐮𝐥𝐩𝐚𝐛𝐥𝐞 ⛓️ | ꜱᴇᴠᴇɴᴛᴇᴇɴ × ᴡᴏᴏᴢɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora