Prólogo

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—Saldremos de ésta, ¡te lo prometo!

—¡Genial! y estaremos en casa viendo películas, comiendo palomitas, mientras me dices que me quieres…

Él sonrió, admiraba su valentía a pesar de estar amarrados con sogas por las muñecas.

—Bien –—suspiró —menos mal que no estás molesta…

—Ja’ que más me queda, si me enojo salgo perdiendo… me duelen las muñecas —Se quejó la chica

Cada vez que se movían las sogas se ajustaban más, haciendo sangrar sus
muñecas, mientras más se muevan cabía la posibilidad de perder sus manos.

Suspirando cerró los ojos —Estoy feliz de que Gret no esté aquí…

—Fue valiente lo que hiciste Ayel…

—¿Para qué? Estamos al borde de la muerte… —suspiró — lo lamento…

—No tienes porque, ¡estoy aquí por mi elección!

—Si tan solo pudiéramos usar nuestra magia… —la chica intento aflojar la soga sin éxito.

—Estaríamos en casa... —termino el chico por ella

—Ja’ dudo que tengamos una casa después de esto —se mofo ella

—Te sacare de aquí, ¿o prefieres caer?

Ella miro hacia abajo y vio a los cocodrilos, que esperaban su comida.

—No, ¿Qué… son como nosotros?

—No. —respondió el chico

—¿Katagarias, Arca…?

—Ninguno, créeme.

Ambos se callaron cuando escucharon crujir la rama que los sostenía, haciéndolos caer a los que parecía ser su fin…

Del Amor al Odio. | Trilogía Were Hunter #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora