Cap 3

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Ambas se callaron cuando tocaron a su puerta.

—Las están esperando para cenar…—hablo doña Lu del otro lado

—Ya bajamos Doña Lu — respondió Bride — báñate… —le dijo a su hermana —te espero.

—Bien...

Ella entro a bañarse. No es que ella estuviera nerviosa, pero no sabía que hizo su padre para merecer su gratitud. Y literal estaban en la boca del Lobo.
Al salir del baño se encontró con Bride y su ropa preparada.

—¿Y eso?

—¿Te gusta? —le preguntó su hermana

—¿De dónde lo sacaste Bride?

—Mamá me lo dio hace mucho.

—Es hermoso…

Bride tenía unos collares con una piedra en forma de llave grande con piedras de Zafiro y Esmeraldas incrustadas como adorno, Bride tenía otra igual sólo que las piedras eran de Rubí y Diamante.

—La llave del corazón y el alma

Ella sonrió. Su padre se lo había dado a su madre. Era tradición Arcadiana de parte de la familia de su padre que él hombre emparejado le dé el collar con la llave de su “alma” a su pareja y ella hiciera lo mismo, según la tradición su nombre debiera estar grabado en su respectiva llave, pero ellos nunca lo hicieron.

—¿Cuál quieres?

—Dame el de papá —pidió la chica

—Bien. — se lo entrego y ella lo tomo

—Gracias…

—Mamá me dijo que cuando una de las dos tuviera pareja le daría la llave a su compañero… claro siempre y cuando nos aguante.

—Lo sé… —la chica sonrío con melancolía

—Vamos, nos esperan.

Ambas salieron de su habitación y caminaron por el amplio pasillo.

—¿Nerviosa? —le pregunto Bride

—No, ¿y tú?

—Algo, ya sabes que me pasa con la cena.

—Tranquila.

Al bajar las escaleras el mayordomo estaba esperándolas al final de ellas.

Al verlas llegar les hablo —acompáñenme…

Lo siguieron por un largo pasillo con cuadros por todas partes.

—¿Cuán grande es esta casa? – pregunto ella.

—Son 20 hectáreas. —contesto el mayordomo

—Wow... —susurró Bride

El mayordomo prosiguió —Tiene 15 cuartos, 20 baños, 250 focos, 5 salas de estar, 10 cocinas…

—¿Tanto? — preguntó Bride

El mayordomo se encogió de hombros —Así ha sido desde hace mucho, nosotros sólo le pusimos lo moderno… por aquí —sostuvo el picaporte de la puerta —Por lo general usan todo lo que este cerca.

—¿Usted le llama al comedor cerca? Me perdí sólo con bajar las escaleras…

El mayordomo Joel sonrió. —Que disfruten la comida —abrió la puerta

El comedor era amplio y tenía un toque medieval, tenía escudos, armas colgadas del siglo XV, para alivio de ambas no había cuadros ahí. En la mesa, en el centro se encontraba el señor Rodrigo. Era alto de 2.80 m según ellas tenía el cabello negro
azabache y vestía de traje, sus ojos eran de color café cobrizos, en resumen era guapo.
La señora Casandra tenía el cabello suelto en esta ocasión, pero aun así
parecía una reina, tenía un vestido de color negro escotado y un collar de perlas que le daba un toque coqueto.

Del Amor al Odio. | Trilogía Were Hunter #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora