Great Dad. |Min YoonGi|

O O 5

El castaño veía como Yoo Hee dormía, su pecho se oprimía por lo roja que estaba su nariz y lo hinchados que se veían sus ojos. Señal de que había llorado toda la noche.

Yoo Hee dormía profundamente en la cama de Chanyeol y de vez en cuando aún podía escuchar esos sollozos entre los sueños de la castaña.

BaekHyun estaba realmente molesto, triste, Yoo Hee no merecía eso.

Chanyeol apareció a un lado de este recargandose en el otro extremo del marco de la puerta.

—Lloró toda la noche –Dijo el pelinegro, el enojo se escuchaba en Chanyeol. –. Hacía mucho que no lloraba así.

—Le partiré el culo a Min –Soltó BaekHyun con rabia.

—Tengo unas inmensas ganas de hacerlo Baek, pero después recuerdo que es el padre de mi futuro sobrino, y recuerdo el estado de Yoo Hee. No sería bueno para ella –Suspiró Chanyeol. –Te recomiendo que tu no lo hagas, no queremos ganarnos el odio de Yoo Hee,  ¿O si?

Byun BaekHyun, mejor amigo de Park Chanyeol, y lastimosamente, un enamorado de Park Yoo Hee.

Yoo Hee se removió en la cama alarmando a los dos hombres que se encontraban viéndola dormir.

Abrió los ojos lentamente algo aturdida por la luz que traspasaba el cristal del ventanal. Casi, como si fuera natural, su pecho sintió aquél dolor, aquél vacío.

"¡Fue un jodido error que causaste!" Yoo Hee recordó el enojo y la frialdad con la que esas palabras fueron directamente hacia ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez y esta vez cayeron sin siquiera poder retenerlas por unos segundos.

Chanyeol tan rápido como pudo se acercó a la cama y tomó el rostro de su hermana entre sus manos, quitando sus lágrimas que en vez de desaparecer, salían nuevamente por sus ojos.

—Ya, shh, tranquila –La tomó entre sus brazos estrechándola en un abrazo.

BaekHyun solo veía a lo lejos, sintiendo como su corazón dolía al verla llorar. Envidiaba esa cercanía, quería ser el la persona que la estuviera abrazando, la persona que podía calmarla y hacerla sonreír; pero si algo sabía bien, es que, Yoo Hee solo necesitaba de Min, irónico, que la persona que le había echo llorar sea la única que podía hacerla sentir mejor.

El castaño salió de la habitación dejando al par de hermanos solos. Porque a el también le dolía cada que veía las lágrimas de esa hermosa chica de la que se había enamorado hace tiempo atrás, y de la única a la que el sabía que iba a amar eternamente.

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YoonGi estaba jodidamente preocupado y estresado.
Ya era la décima llamada que le hacía a Yoo Hee en la mañana, sin contar las otras veinte que le hizo la noche anterior.

Hizo el desayuno de sus hijos y al no saber que rayos hacer con el cabello de Hanna simplemente lo dejó suelto con una diadema con formas de orejitas de gatito ya que ese había elegido la pequeña.

Iba tarde al trabajo y todavía tenía que llevar a sus hijos a la escuela.

El timbre de la puerta sonó haciendo que este corriera pensando que posiblemente era Yoo Hee.
Pero no, tres hombres con cubrebocas negro estaban frente a su casa. Reconoció a uno, ¿Cómo  no iba a reconocer la mirada asesina de Park Chanyeol?

—Te partiría el puto culo ahora mismo de no ser porque no quiero dejar a mis sobrinos sin padre –Fue lo primero que salió de la boca de Chanyeol. –. En fin, venimos a buscar unas cosas que Yoo Hee nos encargó, dejame pasar.