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YoonGi dormía plácidamente hasta que sintió como era movido. Levantó un poco la cabeza y se encontró con el perfecto rostro de su esposa que lo veía con preocupación.

—¿Qué sucede amor? –Le preguntó.

—Bueno... Los bebés tienen hambre –Tocó su vientre y YoonGi supo a lo que ella se refería. Antojos nocturnos.

—Yoo Hee son las... –Se fijó en el reloj del buró y bostezó. –2:36 de la mañana.

—Lo sé pero no han dejado de moverse desde hace una hora y en verdad es necesario.

—Bien, ¿Qué quieren comer? –Se sentó en la cama y talló su rostro con sus manos.

—Pues... Helado de tres sabores con jarabe de chocolate y también fresas con crema... ¡Oh! ¡Trae papas fritas de sobre y un batido de plátano! –YoonGi miró estupefacto a su castaña.

—¿Y donde rayos conseguiré eso?

—Hay tiendas de 24 horas. Anda –Hizo un puchero que de inmediato fue besado por YoonGi quien después se levantó con todo y en pijama.

Se puso sus pantuflas y salió de la habitación.

Minutos mas tarde estaba conduciendo preguntándose: ¿Por qué rayos no usó condón?

Aunque no cambiaría a una Yoo Hee embarazada por nada del mundo, bueno... Quitándole lo de no tener sexo, o la parte en la que ella tiene sus radicales y peligrosos cambios de humor, o también la fuerza que mágicamente se le da a una embarazada.
Fuera de todo eso el amaba a su Yoo Hee embarazada.

Después de un largo viaje en auto al fin encontró una tienda de 24 horas. Con su pijama buscó entre los pasillos todo lo que a su esposa se le antojó. Tomó el helado y las fresas, las papas fritas las consiguió al final.

El chico que le atendía era uno delgado con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de que fueran ya las 3 de la mañana.

—Algo mas señor –Entregó la bolsa con los productos que YoonGi había comprado.

El pelinegro asintió y lo señaló con el dedo.

—¿Qué edad tienes?

—19 años señor –Respondió este.

—Siempre usa condón –Dijo YoonGi antes de salir del establecimiento dejando a un joven con el ceño fruncido.

Min metió las cosas al auto y medio adormilado comenzó a conducir hacia su casa nuevamente.
Bien, dos bebés mas una hermosa mujer tenían hambre y el debía apresurase, aceleró y con una radiante sonrisa imaginó tener a esos infantes en brazos, capás riendo de las tonterías que él haga, o simplemente viéndolo con los enormes y brillantes ojos que tienen los bebés, se los imaginó con las lindas y enormes mejillas de Yoo Hee, quizá con su color de cabello, y una hermosa y aniñada voz.

Llegó a su casa y preparó todo tal y como Yoo Hee lo quería, hizo el batido de plátano y con una charola subió hasta la habitación. Al entrar Yoo Hee se encontraba atenta a la película. Juego de Gemelas.

—Aquí está –Habló YoonGi dejando la charola sobre el buró que iba del lado de la cama de Yoo Hee.

—Gracias amor –Besó castamente sus labios y YoonGi literalmente se había lanzado a la cama para por fin descansar.

Mañana sería un largo día con los primeros movimientos para la mudanza a ilsan, ya habían encontrado buenas escuelas para los chicos, solo se imaginaba el como decorarían el cuarto de los bebés, no podía esperar a saber el genero.

Minutos pasaron cuando sintió a su esposa rescostarse completamente y abrazarlo por detrás, YoonGi se giró hasta quedar cara a cara con Yoo Hee. Besó su frente y la acercó a él.

—¿Estás nervioso por mañana?

—Un poco... Solo quiero que los niños y tú tengan lo mejor –Su voz salió ronca por el sueño. –. Mis padres nos dieron lo suficiente a Dahyun y a mi para salir adelante, pero yo quiero darles todo lo que tengo a ustedes.

—Con tú amor es mas que suficiente YoonGi –Dio un beso en la barabilla del pelinegro que alzó su comisuras tal cual como un niño mimado.

Uno de los mejores placeres que YoonGi podía y tení el gran privilegio de darse era ese, ser mimado y amado por una mujer llena de amor y bondad, ah y también con dos bebés en el vientre. El aroma a vainilla que se había vuelto su favorito gracias a ella, y lo mucho que adoraba abrazar a ese pequeño cuerpo. Ese era lo mejor en la vida que podía darse.

Amor.

___

—Waaaaa –Decía la pequeña Hanna con la boca abierta viendo la enorme casa en la que en tres días mas se mudarían. –¡Es como un castillo!

Corrió por el lugar y bueno Jung Dul también mientras Josang solo veía todo con sumo detenimiento.
No es que no le gustara, la casa era hermosa, lo que le preocupaba era el como ordenaría su tiempo para ir a ver a Kai.

YoonGi por otro lado veía las habitaciones buscando la mas grande para los bebés, ellos eran primero por lo tanto. Al final se quedó con la última del corredor, era enorme con un closet gigante y un ventanal que llegaba desde el techo hasta el suelo, sin duda era perfecta.

Ladeó un poco la cabeza pensando en que color debían ser las paredes, cuantos juguetes y ropa debían comprar, sin duda querría ver a sus hijos con trajes iguales, quizá de... ¿Panditas? No, muy trillado.
Sonrió al pensar en vestirlos de kumamo.

—Aish... Ya quiero que pasen seis meses... –Chasqueo e hizo un ligero puchero. –Los estoy esperando con ansias. Lleguen pronto. –Imaginó los rostros de sus hijos y sonrió.

Si, sin duda estaba esperando con mucha ansia la llegada de los dos futuros bebés a la familia.

Great Dad. |Min YoonGi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora