O 1 6

8.8K 770 39
                                    

Yoo Hee secaba su cabello mientras mecía sus pies arriba y abajo mientras el agua de la alberca mojaba cada vez mas su pantalón, YoonGi tenía una toalla sobre sus hombros mientras gotas resbalaban por su cabello negro y caían directamente en su pecho pálido descubierto.

—¿Y entonces sale con ese chico? –Ladeó la cabeza levemente. YoonGi asintió.

—Salían desde hace semanas, según el chico, o eso creo yo. Y lo peor es que Josang no nos dijo nada, tampoco lo sospechaba a decir verdad. –YoonGi mordió su labio inferior.

—¿En serio no te diste cuenta? –Yoo Hee rió y se ganó una mirada de confusión de parte de su marido.

—¿Lo sabías?

La castaña asintió encogida de hombros restando importancia al asunto.

—Desde que lo adelantaron al instituto en realidad. Vi al chico ese castaño verle con los ojos brillosos y sobretodo, sonreír como si Josang fuera la cosa mas bella. Me agradó desde el primer momento. –Confesó Yoo Hee. –Además, un día que recogí a los niños, Josang iba muy sonriente y feliz, supuse que había conocido a alguien, así que por casualidad miré en el espejo retrovisor y vi al mismo chico mirar con una sonrisa al auto. Pude pensar que era un acosador, pero sus ojos brillaban tanto, que no era mas que el efecto del amor.

—¿Y por eso pensaste que el gustaba de los chicos?

—En realidad no. Solo... Lo sabía, es extraño –Frunció un poco el ceño intentando buscar la forma de explicarle a YoonGi. –Es como cuando uno de ellos se va a enfermar, o cuando se que se sienten tristes. Simplemente lo sé, o lo presiento. Creo que los conozco lo suficiente para saber sus gustos, tristezas o enfermedades. Al final de cuentas no hay una sexualidad definida, simplemente existe el amor. Y el efecto del amor es en no fijarse en géneros, gustos o situaciones económicas como sentimentales.

—¿Y tu tienes el efecto del amor? –Enarcó una ceja con diversión.

Yoo Hee rodó los ojos y dio un rápido y casto beso sobre la mejillas de su esposo. Se alejó y sonrió de labios con dulzura.

—Creo que si. –Contestó.

—¿Me das otro?–YoonGi señaló su mejilla con su dedo índice y Yoo Hee rió.

Se acercó a dar un beso en la mejilla de su esposo pero este se movió tan rápido que sus labios se juntaron por cuestión de segundos.
La castaña se alejó unos centímetros y achicó los ojos mientras YoonGi le sonreía con diversión.

—No estás siendo- –Otro beso fue dado sobre sus labios. –Justo Min- –Y otro beso un poco mas largo aterrizó en sus rosados labios. –YoonGi- –Esta vez el pelinegro se aseguró de tomar con posesión los suaves labios de Yoo Hee.

Tan dulce y lleno de amor. Aquél beso de tantos que ya se habían dado solo era la muestra de todo el amor que sentían, de todo lo que ambos querían transmitirse el uno al otro de forma física.

En la noche, YoonGi estaba sentado en la arena siendo como las olas del mar llegaban a la orilla unos metros de él, le gustaba el aire frío que corría. Yoo Hee estaba dormida plácidamente sobre la cama, o al menos así había terminado después de cuatro películas y un buen desayuno y postres que los empleados se encargaron de llevar a la habitación.

Ahora estaba ahí, disfrutando del helado clima y de la vista que el mar y las estrellas le brindaban.
Sonrió al recordar cuando sostuvo a Hanna entre brazos y vio aquellos pequeños y lindos ojos, no se arrepentía en ningún momento de su nacimiento, desde el primer día en el que la vio, en el que ella sonrió mostrando sus  encías, cuando escuchó por primera vez su risa, el día en el que ella comenzó a gatear, no podía haber mejor sensación de satisfacción que esa.

—Sabía que estarías aquí –Volteó un poco y alzó la cabeza levemente para ver a su esposa bien abrigada y con una sonrisa en labios.

Se sentó a un lado de YoonGi y simplemente observó al igual que él.
Recordando el día en el le dijo por primera vez que la amaba, el día en el ambos se hicieron novios, y ese mismo día en el que ambos se entregaron el uno al otro. Mordió su labio inferior intentando que sus comisuras no se alzaran pero era casi imposible.

YoonGi y los niños habían sido una de las mejores cosas que le han pasado en su vida.

—He aprendido algo en estos catorce años como padre –Llamó la atención de Yoo Hee que lo miró de forma curiosa. –. Una de ellas es que soy un desastre siendolo. Otra es que es realmente horrible cambiar de pañal a un bebé, o cuando estos te vomitan con quien sabe que cosa, cuando ellos lloran y no sabes porque mierda están llorando, o cuando se sienten mal por culpa tuya, por tus palabras o  acciones. También cuando se enferman y sientes tanta desesperación y preocupación que crees que tú cerebro va a estallar. Pero de lo que estoy completamente seguro es de que es hermoso cuando ellos sonríen por ti, para ti. Cuando te entregan su primer dibujo, o te dan el derecho de oír su primera palabra, cuando eres el primero en ver pequeños pasos que dan ellos solos. Que las noches en las que no pueden dormir y van directamente a ti, te hacen sentir como un verdadero héroe protector de sueños. Que cuando te abrazan no puedes sentirte mas afortunado y amado, y que cuando logran algo con su propio esfuerzo te hacen sentir tan orgulloso al igual que cuando fracasan y aprenden de su error, sufres su dolor y sonríes ante su felicidad. Pero sin duda, lo mejor mejor de todo, es cuando después de un mal rato, al final del día ellos te digan 'papá', y esa es mi motivación para afrontar el día que viene. Y estoy tan seguro de que con la única persona que quiero compartir eso, es contigo. –Sus orbes conectaron con las de la castaña.

Brillaban en exceso, y sabía que podía ver una y mil constelaciones en esta, así que podían pasar una eternidad y amarse como solamente ellos sabían, besarse y acariciarse como ellos querían, guardar cada momento no solo en su memoria, también en su corazón.

El amor a veces duele, pero es tan hermosa la manera en la que te atrapa y te hace ponerle un sentido a tu vida, el como todo lo demás pierde valor si no estás con esa persona, el como todo no tiene sentido, y el como puedes sonreír al simple echo de ver la felicidad en los ojos de aquella persona. El saber que después de todo un dolor, de lágrimas y heridas, podrás verte iluminado en los ojos de alguien mas que te ven con adoración.

Porque Yoo Hee era el momento, el lugar, y la persona correcta para YoonGi, y eso era el claro efecto del amor.

----------

Para ser les sincera, amé escribir este capítulo, sin duda creo que YoonGi sería ese tipo de padre, uno lindo y cariñoso, que aprende de sus errores y que por sus hijos sería capaz de aceptarlos.

ByeBye~💕

Great Dad. |Min YoonGi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora