Todo estaba planeado, un mejor trabajo, una mejor vida, ¿Qué pasará cuando YoonGi se entere que viene un bebé en camino?
«Puede que no se note, puede que yo aún no lo sepa... Pero te estoy esperando con ansias.»
•Segunda temporada de "Young Father"...
Justo cuando YoonGi estaba a segundos de preguntar por Yoo Hee, esta sale tomada del brazo de JiMin.
Un vacío doloroso se le instala en el pecho cuando esta evita a toda costa mirarlo a los ojos. Yoo Hee mantiene su vista en el suelo como si este fuera de lo mas interesante. Tiene ropa holgada para hacer deportes, una que se había encargado de llevarle YoonGi en la noche, cosa que pareció imposible con Hanna despierta bombardeándolo con preguntas respecto a la castaña.
Firmó los papeles para poder sacarla del hospital y después despedirse amigablemente de JiMin mientras Yoo Hee avanzaba a el auto.
YoonGi intentó ayudarla para entrar al auto pero al parecer Yoo Hee estaba indispuesta a tomar cualquier clase de ayuda que venga de él.
Min subió a el auto y comenzó a conducir.
—Llévame con Chanyeol –Le dijo la castaña al ver que Min estaba tomando el camino hacia casa.
—Yoo He-
—Por favor –Pidió mientras veía por la ventana.
A YoonGi no le quedó mas remedio que obedecer y llevar a Yoo Hee con Chanyeol, cosa que le molestaba, no por el hecho de Chanyeol, sabía bien que Park cuidaría bien a Yoo Hee en su estancia, estaba molesto con la idea por Byun BaekHyun, ese maldito idiota causador de toda su ira, estaba molesto también porque Yoo Hee no estaba en casa con ellos, con los niños, con él.
Llegaron, YoonGi aparcó el auto y justo cuando Yoo Hee estaba por salir cerró las puertas con seguro.
—YoonGi, por favor –Suplicó la castaña casi en un susurro.
—Te extraño –Dijo Min. –. Regresa a casa. Hanna pregunta todo el día cuando regresarás, Josang se la pasa encerrado en su habitación y Jung Dul ya no grita y es alegre. Solo ha pasado un maldito día y te necesitamos en casa. –Yoo Hee desvió la mirada que su esposo le daba. Llena de suplica, tristeza. –Te necesitamos. Yo te necesito.
—Los dos tenemos mucho por lo cual pensar... –Habló en voz baja. –Tú no quieres esto –Señaló su vientre. –Pero yo si, y no sabes lo difícil que es no tener tú apoyo.
—Yoo Hee, estoy aterrado –Soltó por fin mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. –Tengo tanto miedo...
—¿Y crees que yo no? –A diferencias de YoonGi, Yoo Hee ya estaba llorando. –Estoy igual de aterrada que tú. Tengo tanto miedo –Limpió sus lágrimas con la palma de su mano. –, te quiero conmigo, quiero tu apoyo, quiero tu cariño. Pero cada vez te alejas mas. Ignoras el tema, lo desvías, y usas cualquier excusa para no hablar de él. Yo también te necesito.
—Regresa entonces –Pidió el pelinegro.
—Dime una cosa YoonGi. ¿Me amas?
—Con mi vida –Respondió al instante.
—¿Entonces porque te cuesta tanto estar feliz por lo que viene? –Su voz rota hizo que YoonGi se encogiera en su lugar mordiendo su labio para retener por mas tiempo las lágrimas.
—No me entenderías –Dijo este después de unos segundos en silencio.
—Tienes razón... No te entiendo –Yoo Hee apretó los labios y se inclinó hasta aplastar el botón para quitar el seguro de su puerta. Antes de bajar solo miró a Min a su lado y suspiró.
Salió del auto dejando que el dolor la consumiera por completo mientras caminaba hacia el edificio.
YoonGi miraba hacia el frente, con la vista perdida entre todas esas personas que caminaban por la calle.
"—¡Yang Hee! ¡Despierta! ¡Yang Hee no me dejes! –Lloraba con dolor mientras las enfermeras intentaban separarlo del cuerpo sin vida de su esposa. "
Golpeó reiteradamente el volante del auto mientras las saladas gotas escurrían por sus ojos deslizándose por sus mejillas.
No quería ese dolor de nuevo. Cada segundo, cada maldito segundo era mucho peor que el anterior, sintiendo la falta de oxigeno mientras su pecho buscaba de alguna u otra forma acabar con esa presión que lo atormentaba. No quería repetir los días en las que su llanto se volvía su monotonía. En las que Yang Hee aparecía entre sus sueños o pensamientos y comenzaba esa búsqueda inminente de como sanar el dolor. Estaba tan aterrado, tenía tanto miedo de regresar a ese tiempo, de regresar a sus hijos a esos días donde no había color y siempre parecían gritos en un abismo profundo en el cual solo había eco, pero nunca una persona que los ayudara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jin y Dahyun regresaban a casa después de un largo día de caminata y pasando de juego en juego en el parque de diversiones. Fue un buen día, el mejor que habían tenido en todo aquel mes lleno de peleas sin sentido y bastante dolorosas para ambos. Los dos se amaban, Jin no podía estar mas seguro de lo que sentía por alguien como lo que sentía por Dahyun, era su vida, por eso ambos tenían que esforzarse por salvar su relación, o lo poco que quedaba de ella.
Llegaron hasta la habitación que ambos compartían, aunque últimamente Jin dormía en el cuarto de huéspedes. Miró a Dahyun a los ojos, y no podía creer lo afortunado que era al tenerla.
—Nos vemos mañana –Se despidió Dahyun.
Jin asintió. La peli-rubia estaba por entra al cuarto de no ser por su novio que la tomó de la cintura para girarla y poder atrapar sus labios en su beso suave pero profundo. Se separaron a los segundos y simplemente se sonrieron.
—Te amo –Le dijo Jin.
Dahyun solo asintió y se adentró en la habitación.
El quiso entrar, pasar y tener una noche con su novia, pero no. Avanzó hasta el cuarto de huéspedes, se adentró, cerró la puerta y solo se tumbó a la cama sintiendo como su garganta dolía.
Quería que Dahyun estuviera con el, no solo en la misma habitación, si no, para toda la vida. Pero Dahyun por otro lado era un laberinto de emociones en los cuales no sabía donde estaba la salida para poder averiguar que es lo que realmente sentía.
Dahyun solo se arropó con las cobijas viendo la foto que estaba en el buró a un lado de la cama. Era el día de su graduación de la universidad, ella y Jin sonreían ampliamente, no podían estar mas enamorados.
Amaba a SeokJin, pero las cosas no marchaban bien, los últimos días simplemente peleaban y lloraban, trataban de regresar a lo que eran antes, pero lo mas difícil es que eso no se podía.
Esa noche, como muchas otras, solo durmió con el dolor que le causaba rechazar los afectos que Jin tenía hacia ella. La relación estaba cayendo poco a poco, y simplemente ella se estaba dando por vencida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.