13- Confusión

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—¡Salud por esa mala mujer que nos ha dado al más valiente soldado que jamás haya visto la humanidad! —brindó Berner meciendo su copa antes de beberla a gusto.

Oi, salud por todas esas malas mujeres —respondió el capitán dibujando una ladina sonrisa en sus delgados labios.

Para ese entonces, los comensales parecían un par de buenos amigos bebiendo un trago después de la cena. Hanji dio un suspiro y prefirió dejarlos solos ya que no era de su real interés ser partícipe de aquella conversación. La mujer le dedicó una mirada de preocupación a Moblit, ya que realmente su esposo no era tolerante al alcohol y el médico tal vez se arrepentiría después de sus efectos mientras que por otra parte Levi parecía bastante sobrio pese a beber mucho más que su compañero de copas.

Una hora después Hanji regresó y descubrió a Moblit dormido en su silla, sin embargo Levi permanecía con su sereno semblante bebiendo tranquilamente en soledad.

—Moblit, ¿puedes levantarte? —Hanji remeció ligeramente el brazo de su esposo, pero éste no respondía.

—No despertará tan fácil y quizás... eso sea algo bueno... —comentó Levi deslizando la yema de sus dedos con sutileza por el borde de su copa.

Hanji arqueó una ceja con disgusto, nunca había visto a Moblit en ese estado y era frustrante ver a Levi sonriendo de esa manera tan desagradable, era evidente que ese cretino estaba disfrutando aquello, pero no por mucho tiempo.

—Capitán, siento lo descortés de mi petición, pero creo que es conveniente que regrese a casa o a donde sea que viva —dijo Hanji quién tenía dificultades para levantar a Moblit para llevarlo hasta su habitación.

—Oh, vaya... eso sí dolió. Que grosera es usted realmente, espero que nuestro querido doctor no oiga lo que su adorada esposa está diciendo —respondió Levi poniéndose de pie luego de terminar de beber completamente el contenido de su copa.

Hanji le fulminó con la mirada e incluso Levi se sorprendió por la evidente molestia de aquella mujer que parecía que en cualquier momento desprendería sus garras y le atacaría de ser necesario.

—Gracias por venir a visitarnos —dijo Hanji acompañando a Levi hasta la salida —Espero que jamás vuelvas a poner un pie en mi hogar —finalizó la oración al llegar a la puerta.

Hanji parecía más hermosa de lo usual bajo la tenue luz de la oscuridad, su cabello ligeramente recogido brillaba en medio de la noche adornando aquel bello rostro.

—Siento disgustarte con mi presencia, pero me alegra saber que estás con Berner. Es un buen sujeto, aunque realmente lamento no llegar antes. Hoy será tal vez la última vez que me veas y sé que es patético decirlo ahora, pero debes saberlo... Te amo.

El mundo pareció detenerse en aquel segundo, definitivamente Levi había bebido mucho y estaba hablando más de la cuenta, sin embargo sus sentimientos eran sinceros y aunque no había mucho por hacer, al menos se sentía algo mejor luego de decir todo aquello.

Tsk, no te creas la gran cosa, eres extraña y tienes un pésimo gusto por cosas repugnantes, eres demasiado alta para mi gusto y ugh, esos anteojos que te hacen ver como una sabelotodo irritante y tu estúpido guiso sabe a mierda de cerdo. Sin embargo te las ingeniaste para hacer latir mi corazón como nadie más supo hacerlo. ¡Demonios! Estoy tan borracho que podría morir en este instante —Levi dibujó una mueca extraña en su rostro, como si quisiera reír y llorar al mismo tiempo.

Levi se sintió expuesto por primera vez en sus más de treinta años de vida, había abierto su corazón a esa mujer que ahora sabía sobre sus debilidades y sus profundos sentimientos.

—¡Vamos! ¡No te quedes callada! ¡Sé que puedes hablar! —exigió Levi al ver que Hanji no reaccionaba y con cada segundo le hacía sentir peor que antes.

—No sabes todo el tiempo que esperé noticias sobre ti y bueno, el resto te lo dijo Moblit. Yo te dejé ir aunque quizás nunca te tuve —Balbuceó Hanji con lentitud.

—¿Amas a Moblit? —preguntó Levi acercándose peligrosamente hasta la castaña.

Hanji titubeó, Levi realmente era un descarado.

—Yo...

Aquella respuesta dudosa era más que suficiente para Levi, quién cerró esa insignificante distancia entre ellos. Definitivamente debía hacerlo o nunca sabría si realmente aquellos sentimientos eran ciertos, entonces un vigoroso cosquilleo transformado en la más auténtica tensión recorrió sus cuerpos. Hanji opuso resistencia, pero luego se calmó al verse acorralada en tan profundo beso que despertó cada uno de sus sentidos como jamás había sentido. Aquel ligero sabor a vino, el tibio aliento de Levi sobre sus labios enrojecidos por el roce y el inquietante recorrido de aquellas manos fuertes en su espalda le harían perder la razón en cualquier momento.

—Yo...

Hanji era incapaz de formular ideas coherentes, sus piernas temblaban y el resto de su cuerpo parecía a merced de Levi quién definitivamente tenía el absoluto control de todo.

—Maldición, si no considerara un buen hombre a Moblit no me importaría hacerte mía aquí mismo —se quejó Levi —Mierda, eres tan hermosa con tu cabello revuelto y esas mejillas sonrojadas.

El golpe de realidad trajo de regreso a Hanji quién por un momento estaba hipnotizada ante el sugerente tacto del capitán. Definitivamente no era correcto, a solo unos metros estaba Moblit, el hombre con el que decidió voluntariamente compartir su vida hasta que la muerte los separara. Sus emociones eran confusas, amaba realmente a Moblit, adoraba su sencillez y su tierna compañía, pero Levi despertaba otro tipo de interés en ella, quería morderlo hasta ahogarse en sus lujuriosos besos y en sus obscenas palabras.

—Levi, debes irte porque si alguien nos ve...

—Mientes, tu mirada anhela que me quede contigo y lo sabes.



La ciudad donde la luna no brilla [LeviHan/Historia completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora