Capítulo 21

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Ron Pope — Heartfelt Lies.

“I see im wrong for you but we tried, you swear im hard to lay beside, if I was you I'd run from me most nights, maybe I was meant to be left behind.”

Ariana's pov

Estaba llorando y lo único que quería era dormirme hasta el día siguiente; así que cerré los ojos con fuerza y me enterré en las cobijas y mis almohadas para poder dejar todo mi mundo atrás. No obstante, sentí que mi celular vibraba.

Lo tomé y leí un mensaje de Harry.

No me importa que clase de sentimientos son los que hayan pasado por tu corazón, lo único que quiero es que ahora estés bien, que demuestres que puedes con todo, que sepas que yo estaré a tu lado sin importar la demás gente, sin importar que pase. Porque ni aunque tu me eches me iré. Te quiero, Harry.

Al ver su mensaje, lo que cualquier típica chica haría sería contestárselo y alegrarse. Pero no, para mí no fue más que otra carga más.

“Estaré a tu lado sin importar qué”.

No pude evitar arrojar el teléfono hacia cualquier lugar. No pienso  contestarlo, aunque pensándolo bien, ni siquiera tengo saldo. Así que ahora sí, solo dormiré sin ninguna interrupción, y ojalá nunca despierte.

*

Estaba abrazada a mi almohada, cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Decidí no prestarle atención, ya que tal vez era yo la que soñaba con ese tipo de caricia en mi rostro. Pero no, la seguí sentiendo. Así que abrí los ojos, encontrándome con su mirada, un tanto fría, no como es, usualmente por las mañanas.

— ¿Qué haces aquí? –pregunté.

— ¿Por qué quieres morirte? –preguntó de la nada–. Lo repetías una y otra vez...

— ¿Qué? ¿Quién te dejo entrar? ¡Harry son las... –vi el reloj de escritorio–, 8:34 pm! –reclamé. Pero él seguía con su cara seria.

— ¿Te enojó que haya venido? –preguntó.

— No, pero ¿Qué haces aquí? –me senté y acomodé mi gorro.

— No contestaste mis mensajes, ni mis llamadas. Pensé que te había pasado algo malo –dijo.

Me levanté en busca de mi teléfono celular, lo tomé y vi 7 llamadas perdidas y 4 mensajes, efectivamente de él.

— No respondiste lo que te pregunté –dije.

— Llorabas y decías que preferías morirte que... –prosiguió y luego se quedó callado.

— Estaba soñando Harry –mentí.

— No... –dijo él acercándose a mí–. ¿Por qué?

— Ya habíamos hablado de esto, ¿o no? –dije seria.

— Ariana, te entregué mi confianza, mi amistad, mi amor y mi corazón. Ahora no me iré sin que me digas porque te quieres morir –dijo un poco enojado.

— ¿Me vas a obligar? –fruncí el ceño.

Por más que quisiera no puedo, perdóname Harry.

Se me quedó mirando, apretó los puños y me dio la espalda algo molesto.

— Sigo sin entender por qué no quieres estar conmigo, a pesar que yo doy todo de mí para ti, ¿A qué le tienes miedo? Te juro que no lo entiendo –susurró. Sentí que mi corazón se me quebraba ante sus palabras–. Mi pregunta es, ¿por qué dices que nadie quiere estar contigo cuando tú nos obligas a irnos?

Me quedé callada por un momento. Esas palabras fueron demasiado para mí. Empecé a llorar, no sabía que decir. Él tiene razón, estoy sola porque quiero, por eso no tengo amigos.

— Harry... –dije. Él se volteó.

— ¡Mejor dime de una vez que no quieres estar conmigo y me voy! –dijo levantando un poco la voz.

— Harry, sí quiero estar contigo –dije con voz quebrada.

— Entonces, ¿a qué le temes Ariana? ¿A qué? ¿A qué te haga daño? ¿A lastimarte? –preguntó.

— A lastimarte a ti... –susurré. No podía retenerlo más .

— ¿A mi? Ari, tú me haces feliz. Nunca podrías lastimarme –él me tomó de los brazos.

— Sí que puedo y mucho... –dije con la mirada baja.

— Ari, ¿me quieres? –preguntó. Claro que lo quiero sin duda alguna.

— Claro que sí Harry. Tú eres una de las personas más importantes para mí –dije mirándolo a los ojos.

— Entonces, ¿por qué no quieres estar conmigo? –puso cara triste.

— Sí quiero, y mucho –mis ojos se cristalizaron de nuevo.

— ¿Ari, quieres ser mi novia? –preguntó esperanzado.

Exactamente esto no era lo que quería que pasara. Bueno en cierta parte sí, pero, ¡ahh!

— Harry yo..–empecé. Su cara cambio automáticamente–. Necesito pensarlo –dije. Sí que necesitaba hacerlo.

— Ariana, el amor no se piensa; se siente –dijo. Fue en ese momento, cuando una lágrima salió de sus ojos y me soltó para irse.

Me odio por dañarlo así, pero es mejor que se fuera así de mí, en lugar de que cuando se entere que morí y le desgarre lo poco que yo le había dejado dentro.

Apreté los puños y me tiré de nuevo en cama para poder llorar hasta cansarme. Si no me equivoco, pasé llorando toda la noche, mis ojos estaban hinchados, rojos, llenos de lagañas. Todo se veía mal en mi.

*

Mi despertador sonó. Es otro estúpido día, en ese estúpido colegio.

Me metí al baño a darme una ducha, tomé lo primero que vi en mi  armario, me lo puse, y salí.

No quiero hacer nada, no quiero comer, no quiero hablar. Lo único que quiero es morir.

Sin saludar a nadie, tomé mi mochila, salí directo de esa casa y caminé hacia la parada de buses.

— ¿Qué hiciste anoche? –escuché que decían a mi lado– ¿Qué le dijiste a Harry?

The Only Exception ✔→《Editando a Hariana》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora