Capítulo 28

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POV Emma
Ha pasado una semana desde lo sucedido en la casa de playa. Eso sí que fue un susto totalmente. Afortunadamente mi bebé, Samantha y su bebé estuvieron bien.

Durante toda la semana he estado en reposo, pero ahora no, ayudaré con todo lo que falta para la boda de Nicole y mi hermano.

Nicole: le pregunté si quería oro o hueso y se puso histérico – reí.

Emma: en mi boda usé hueso, así que usen oro.

Nicole: gracias, sabía que me ayudarías.

Emma: yo estaba igual, me sorprende que estés tomando el papel de Christian.

Nicole: ya preparé una boda propia una vez y no pude elegir nada. Es mi momento de elegir todo.

Emma: ese es el espíritu.

Nicole: bueno, hay que ver lo del catering. La prueba de comida 15 días antes y ver cuántos invitados serán.

Emma: también la mesa de dulces, eso no puede faltar.

Nicole: si, también la mesa de dulces.

Emma: ¿Y tu vestido?

Nicole: ¿Te acuerdas el que vi el día que fuimos a recoger el tuyo? – asentí –. Ya pedí ese.

Emma: ¿En serio? ¡Qué emoción, Nicole!

Nicole: todo lo que algún día soñé se hizo realidad.

Emma: nada podrá destruir está paz y felicidad que tenemos, ya verás.

Me abrazó. Por fin ha ocurrido un cambio, el cambio que como Nicole, siempre soñé.

POV Alex
Asuntos por acá, asuntos por allá, y uno me preocupa más. La traición de uno de mis hombres.

Christian: su celular entre la hierva.

Alex: ¡Maldición! ¿Cómo pudo traicionarnos?

Christian: sea lo que sea, debemos encontrar a ese guardia.

Alex: tenemos la información de su familia. Vámonos.

Christian: ¿Qué les harás?

Alex: sabes cuál es el precio.

Christian: llamaré a Barto.

Alex: que ninguna de las chicas se entere.

Christian: tranquilo, no se enterarán.

Salió.

Es mejor que ella no se entere de esto. Sé que estoy apunto de casarme con ella, pero también sé cómo es ella y esto es mi cártel, estas son mis reglas. Lo siento mucho Nicole.

Christian entró con Barto por detrás de él. Los tres nos preparamos y excusamos que íbamos a ir por el traje. Subimos a la camioneta y fuimos a la dirección dada.

Barto: entonces debemos ir por un traje después de esto.

Christian: no podemos llegar y decir que no había ninguno.

Alex: si, después de esto vamos por el traje.

Llegamos. Bajamos silenciosamente con las armas en mano. Barto tocó la puerta y escuchamos pasos, segundos después se abrió dejando ver a una niña de seis años.

— ¡Mami! – dijo asustada. La señora salió y gritó al vernos.

— ¿Qué quieren aquí? – tomó a su hija y la escondió detrás de ella.

Cártel LeoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora