Capítulo 1

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Era otra brillante mañana y no había prisa por salir de la cama, los pajarillos cantaban al otro lado de la ventana y la ciudad todavía parecía no haber despertado por completo pero los primeros suaves y tenues rayos del sol caían sobre el rostro de Serena y aunque no quería, la obligaban a levantarse para al menos cerrar la ventana.

––¡Feliz día! ––dijo entre bostezos a su reflejo en la ventana mientras apoyaba la frente en ella––. Siento como si no hubiese dormido nada ––y se arrastró de nuevo hasta la cama.

Sin saber cuánto había pasado exactamente, tuvo que volverse a despertar pero no por los rayos del sol sino por el ruido que Mina había comenzado a hacer en la sala; al parecer no sería su típico domingo entre mullidas sabanas soñando con nubes de algodón de azúcar y arcoíris de deliciosos caramelos.

––¿Mina, qué haces? ––preguntó entre dormida cuando salió de la habitación––. Sabes que hoy es «día D», día de no hacer nada... ¿por qué tanto escándalo?

––Me desperté porque tenía una pesadilla y salí a tomar un poco de agua pero encontré un pequeño desastre y sentí la necesidad de limpiarlo de inmediato.

––¿Pequeño desastre? ¿Qué pasó? ––y despertó un poco más pero nada parecía estar fuera de lugar.

––No lo sé ––y miró a su alrededor––. Supongo que la ventana del balcón se abrió a media noche y la brisa dejo entrar un montón de polvo.

––¿Polvo? ––repitió extrañada.

––¡Aja! Me sentía como en una tormenta de arena, el aire estaba incluso más caliente. Tuve que limpiarlo antes de pescar alguna alergia.

––¿Y estas segura que no te sentías así por la pesadilla? No parece como si una tormenta de arena hubiera pasado por aquí.

––Si no me crees mira ––y le mostró la bolsa con aproximadamente medio kilogramo de polvillo que para lo módico del lugar, era bastante.

––¡Vaya! Quizás llegó desde alguna construcción.

––Es lo más probable pero aun así deberían tener cuidado y guardar mejor este tipo de cosas. No pueden estar ensuciando así los apartamentos de las personas.

––Tampoco fue algo intencional ––dijo entre risas––. ¿Quieres tostadas con tocino, huevo y jugo para el desayuno?

––Por favor. Limpiar tan temprano abre mi apetito.

––Y despierta tus quejas ––y rió un poco más.

Al menos daba la impresión de que Mina había despertado de mejor humor y luego de la quejosa limpieza, la mañana comenzó a transcurrir con calma y sin novedades.

––¿Qué quieres hacer hoy? ––preguntó Serena mientras desayunaban.

––Parece un día tranquilo, quisiera caminar por ahí. Tal vez hasta ir al parque de diversiones o al cine.

––Es un hermoso día, prefiero el parque.

––Okey, el parque entonces.

––Sin embargo no pareces demasiado entusiasmada con la idea ––dijo con sutileza mientras iba por más jugo para ambas.

––Solo quiero distraer mi mente. No sobrevalores todo lo que digo.

––¿Distraerla de la pesadilla?

––Del hecho de que justo hoy hace 13 años perdí la única oportunidad por la que valía la pena arriesgarlo todo ––y con expresión tranquila se levantó, recogió su plato y lo dejó en el lavado––. Voy a darme una ducha para que salgamos.

¿Qué nos espera al Amanecer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora