Capítulo 6

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A la mañana siguiente Serena se despertó temprano y se preparó como todos los días para ir al trabajo. Tenía ciertas dudas de que hacer con su inquieta visitante pero por suerte había accedido a quedarse en casa con sus padres, al menos ir al trabajo no sería problema.

––Que tengas feliz día cariño, te estaremos esperando ––dijo mamá Ikuko desde la cocina––. Si puedes por favor trae un poco de pan y mermelada para darle de merendar a tú prima, no sé cómo es que no tengo nada en la alacena.

––Quizás lo gaste sin darme cuenta ––dijo entre risas nerviosas puesto que no tenían nada para una niña porque hasta hace una noche ni siquiera existía––. Traeré el pan y otras cosas. Pueden comer pastel mientras tanto, está muy rico.

––¡Oh! No lo dudo, le di una probada y esta exquisito ¿en dónde lo compraste?

––Un amigo lo trajo.

––¿Un amigo? ––y salió de la cocina––. Cariño pero hace mucho que no ves a tus amigos, ¿quién ha regresado?

––Quizás ni lo recuerdas ––y tosió un poco––. Seiya, Seiya Kou.

––¿Seiya Kou? ––repitió con duda.

––Si, él era...

––El encantador muchacho de largo cabello negro y curioso arete de media luna ––dijo Ikuko con una sonrisa––. ¡El guapo muchacho cantante! Con el que te encantaba discutir a pesar de que solo quería sacarte una que otra sonrisa.

––¡Vaya! Y eso que a veces me dices que tú memoria falla ––dijo con ironía.

––Hay personas que son inolvidables ––dijo entre risitas––. ¿Qué está haciendo aquí?

––Esta de pasó por la ciudad.

––Pues dile que pasé a vernos, me encantaría ver en que hombrecito tan apuesto se ha convertido.

––¡Ay mamá! ––y se sonrojo.

––Dile que venga cuando lo veas ––y volvió a reír.

––Si, si... mejor me voy.

––Cuídate mucho.

––Lo haré.

Serena se despidió con una sonrisa incomoda por los comentarios de su madre y lista para iniciar un mejor día, pero nuevamente el día parecía tener sus propios planes y apenas salió de la casa se dio cuenta que Seiya estaba bajando de su auto.

––¡Buenos días! ––dijo con una gran sonrisa desde el auto.

Desde el interior de la casa Chibi-Chibi escucho el sonido de la voz de Seiya y a toda prisa dejo lo que hacía para ir a verlo.

––¡Hola niña hermosa! ¿Cómo amaneciste?

––¡Bien! ––y lo abrazo muy fuerte.

––Eso me alegra, mira lo que te he traído ––y de una bolsa plateada saco un bonito abrigo color negro con cientos de estrellas doradas y un par de botas de hule que le hacían juego––. ¿Te gusta?

––¡Si, mucho! ––dijo con entusiasmo y volvió al interior de la casa para cambiarse.

––La consientes demasiado ––dijo Serena al acercarse.

––Pues si es la única hija que voy a tener entonces debo hacerlo. Vine para llevarlas al parque, ¿nos quieres acompañar?

––Tengo trabajo, será en otra ocasión.

––¿Y no puedes dejar un suplente al igual que Mina?

––No deberíamos ausentarnos a... ¿igual que Mina? ¿De casualidad también va?

¿Qué nos espera al Amanecer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora