Capítulo 14

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Ya era de mañana cuando todos llegaron a casa y como sabían que habían invertido todo su tiempo de descanso en el paseo al valle, Taiki apago las alarmas y las configuró para que los dejara dormir hasta el próximo ciclo del despertar.

––Tengo hambre, ¿ustedes quieren algo? ––preguntó Yaten.

––Pero ya deberíamos ir a dormir o no descansaremos nada ––dijo Mina entre bostezos.

––No se preocupen, ya me ocupé de eso ––dijo Taiki––. Comamos algo y luego vayamos a descansar, tendremos tiempo.

––Esta bien ––aceptaron todos porque a fin de cuentas todos tenían hambre por haberse saltado la cena.

Yaten y Seiya se encargaron de preparar sus famosos sándwiches jumbo con frescos ingredientes de la Tierra que Seiya había traído en el bolso de Chibi-Chibi; unos jugosos panes con semillas de olivo, jamón, queso, lechuga, tomate, pepinillos, papitas, mostaza, salsa de queso y kétchup. Adara estaba encantada con cada sabor y a Chibi-Chibi tuvieron que hacerle un mini jumbo porque uno normal era demasiado para ella. Mina no dejaba de molestar a Yaten diciéndole glotón porque se comería dos, Serena se llenó toda la boca de salsa y Yumiko su vestido. Cada uno era un desastre, pero se divertían y la comida estaba deliciosa, así que nada importaba.

––¡Ay chicas! ¿Cómo dejan comer así a estos niños? Les dará una embolia ––dijo Mina entre risas al ver el último bocado que los chicos les dieron a sus sándwiches.

––Quiero creer que por ser hombres necesitan comer el doble, pero deberán dormir en una silla ––dijo Yumi igual entre risas.

––Deberán hacer dieta si siguen comiendo así ––dijo Serena.

––Por esta vez dejemos que los niños se porten mal ––y le guiño un ojo––. Pero no tan mal como para desvelarse, es hora de dormir.

––Si mamá Yumi ––respondieron los chicos e hicieron un saludo al estilo militar.

––Que descansen mis niños comelones ––dijo con una sonrisa––. Y Ustedes también señoritas ––les dijo a las chicas.

––Mejor le hacen caso sin protestar porque es la mandona... digo, como la mamá de todos ––dijo Seiya ganándose una palmada en el hombre de parte de Yumi.

––Son unas estrellas muy rebeldes, necesitaban a alguien que les diera restricciones.

––No la alientes bombón, no imaginas el malévolo potencial que tiene para el mando.

––Malévolo pero eficaz ––dijo con cierta superioridad.

––Ya distraídos, vamos a dormir ––intervino Yaten.

––¡Ay sí! O seré un hermoso zombie cuando vuelvan a verme ––dijo Mina entre risas––. Fue una de las mejores noches de mi vida en mucho tiempo, gracias.

––Y gracias por compartir la magia de su hermoso mundo con nosotras ––dijo Serena con Chibi-Chibi casi dormida en sus brazos––. Espero que descansen bien.

––Igual ustedes ––respondieron a una sola voz.

Todos se marcharon hasta sus dormitorios, todos menos Seiya que se quedó para dejar en orden la cocina y Adara que insistió en acompañarlo pese a que estaba prácticamente dormida en su silla.

––Despierta dormilona, es hora de ir a la cama ––le susurró al oído.

––Ajá... si...

––¿Quieres que te lleve?

Pero ella no respondió, estaba completamente dormida.

––No te preocupes copito, yo te llevo. No es tu culpa que no me guste dejar nada fuera de lugar... ¡ah, qué vergüenza Seiya! La vejez ya te esta consumiendo ––y rio con moderación.

¿Qué nos espera al Amanecer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora