Capítulo 4

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Mientras comían en Lucciano's Pizza las tensiones se disiparon, Mina le envió la foto a Seiya para que luego la mandara a imprimir para Chibi-Chibi y Serena parecía estar muy interesada en saber mucho más sobre la vida de él y cómo es que seguía siendo de la misma edad que ella a pesar de que en su mundo el tiempo avanzaba más aprisa.

––Imagino que saben que cada planeta tiene su propio ciclo, es decir, en cada uno los días son o muchos más largos que aquí o muy cortos.

––Si sabemos ––respondieron.

––Bien, allá en donde vivimos los ciclos son cortos. Un día no dura casi nada.

––Por eso allá han pasado más años que aquí ––dijo Mina con tristeza.

––Exacto, pero tenemos nuestros métodos para lidiar con eso y de todos modos nosotros los nativos del viejo Kinmoku somos muy longevos así que no nos vemos afectados.

––Tienen mucho parecido con las personas del Milenio de Plata, también somos muy longevos y quienes se relacionan con nosotros también lo serán ––comentó Serena.

––No sabría decirles si eso también pasa con nosotros pero en resumen, hemos tenido mucho tiempo para madurar.

––Con la buena fortuna de conservar su belleza ––intento bromear Mina pese a que estaba algo triste al pensar la cantidad de décadas que él tuvo que pasar con los recuerdos de Serena––. Chicos, ¿les molesta si nos vemos más tarde?

––No hay problema, solo no te escapes ––dijo Seiya entre risas.

––No lo haré.

––¿Qué tienes que hacer? ––preguntó Serena.

––Nada llamativo. Quiero aprovechar que tengo el día libre para hacer algo que tengo pendiente.

––Okey... cuídate.

––Ya, no te preocupes. Nos vemos luego, ¡bye!

––Adiós ––dijeron.

Mina los dejo solos en el restaurante y corrió hasta su apartamento para investigar un poco y pensar con claridad que haría con respecto a la invitación que le habían hecho. De repente una descabellada idea se le había ocurrido, si el tiempo allá pasaba tan rápido y aquí tan lento, ¿sería posible que ella hiciera su vida y llegado el momento en la Tierra, si era necesario, regresaría sin correr el riesgo de haber arruinado algo?

Pues no lo sabía con exactitud pero tenía que averiguarlo.

***

Luego de dejar el restaurante los chicos regresaron al parque y después de un rato caminaron hasta el auto de Seiya que estaba aparcado enfrente del edificio de Mina.

––Muy bien Chibi-Chibi, supongo que vienes conmigo ––le dijo Serena pero la niña parecía tener otros planes porque la miro con duda y se agarró de la pierna de Seiya––. Pero se supone que querías venir conmigo.

––Tal vez no es tan simple ––y con cuidado se recostó de su auto con los brazos cruzados y una sonrisa arrogante––. Creo que ella no quiere dejar a su padre.

Y aunque él lo decía a manera de broma para la pequeña parecía ser cierto.

––Ustedes dos se están tomando esto muy en serio ––dijo con el ceño fruncido––. A ver mi niña ––y se inclinó para hablar con ella––. Ya es bastante difícil no poder ayudarte porque no dices como puedo hacerlo, ¿cómo esperas que lo descifre si ahora no te quieres quedar conmigo?

¿Qué nos espera al Amanecer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora