*Capítulo 22

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Fighter y Kakyu llegaron casi una hora antes del anochecer y cuando el sol se ocultó por completo Adara pidió un deseo, apago las velas y con mucho pesar pico el hermoso pastel de tres pisos decorado con esfera de caramelo que asemejaban a los diversos planetas de ese sistema solar, algunas estrellas fugaces y una cubierta pulida de caramelo que se asemejaba a la galaxia de Bode de la Osa Mayor.

La música que ambientaba el lugar era clásica pero los chicos se estaban preparando para hacer la noche más movida. Ellos se fueron a cambiar para sentirse más cómodos al momento de cantar y mientras tanto Adara aprovecho para abrir algunos regalos. Las galletas de Serena le habían encantado, los broches de Mina también e incluso le pidió ayuda para usarlos de una vez. Las hermanas Kou entre todas le obsequiaron un kit para hacer bordado a mano porque sabían lo mucho que le gustaba decorar pañuelos, Taiki y Yumiko le regalaron unas sandalias tejidas que le causaron mucha risa porque era la manera sutil de decirle «recuerda que debes usar zapatos». Yaten le dio una mediana lámpara flotante con forma de estrella para que la usara en las noches que estuviera caminando con la casa a oscuras y aumentando sus probabilidades de golpearse... y Seiya como era de esperarse pese a las dudas de algunos, le regaló un vestido proveniente de una exclusiva tienda en la Tierra; un kimono color pastel que le quedaba por encima de la rodilla y que se ajustaba en la espalda con un pomposo lazo.

––Se puede decir que es alusivo a la ropa tradicional de nuestro país ––le explico Mina––. Aunque más coqueto.

––Aquí no hay vestidos con este estilo, serás toda una sensación ––opino Maker––. Crearas una nueva moda.

––¡Oh, espero que no! Es algo único ––dijo sonrojada.

––Oye, ¿no quisieras probártelo? ––le sugirió Mina.

––Si, pero es complicado cambiarme. Será en otro momento.

––Para nada, yo te ayudo. Te verás muy bien y de seguro te sentirás más cómoda ––le insistió.

––Tiene razón, además te ayudaremos a ponértelo ––le ofreció Serena––. No tardaremos nada.

––Bueno... está bien ––acepto con duda y las tres se retiraron a su habitación para cambiarse antes que la presentación de los chicos diera inicio.

***

No faltaba mucho para comenzar a cantar y Seiya se había ido con Yumiko a la sala para asegurarse de que no cometerían errores.

––¿Ves? Si me la aprendí ––dijo después de cantarle las estrofas que le tocaban––. Eres un muchachito muy desconfiado, me ofendes.

––Disculpa, pero entiende que me siento algo presionado, es que quiero que todo salga bien.

––Es la millonésima vez que dices eso. No parecen cosas de un cantante famoso.

––Lo sé, pero es que ya colaboré para que tuviera un mal cumpleaños el año pasado, no quiero sumar otro... además, siento que ella no está del todo bien.

––Quizás en eso tengas razón. Se ve que está un poco triste, esa caída fue dura y sus padres casi quieren meterla en un campo aislado para que no se repita.

––Pues no sería mala idea ––dijo entre risas.

––Tal vez no ––y también comenzó a reír.

––¡Aquí están! ––dijo Chibi-Chibi interrumpiendo sus risas––. Todos los están esperando enfrente del escenario. Deberían darse prisa.

––Ya vamos.

––¡Rápido, rápido! ––les apresuró.

Ya estaban listos para volver al jardín y hacer tal vez la que sería la última presentación de Three Lights, pero las interrupciones parecían estar presente por cualquier lugar esa noche y Fighter y Kakyu detuvieron a Seiya y le pidieron unos minutos.

¿Qué nos espera al Amanecer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora