¿Qué nos espera al Amanecer?

Capítulo 24

Las horas seguían su avance y aunque la mayoría estaba fuera de peligro, todavía ninguno podía estar completamente aliviado. Yumiko, por ejemplo, había tenido una reacción de intoxicación y luego de vomitar varias veces, su confusión fue disminuyendo, pero todavía tenía dificultad para recordar detalles del día, aunque eso era irrelevante porque no le afectaría en ningún aspecto importante de su vida.

A Serena la transfirieron a un área aislada para poder evaluarla junto con Cosmos porque aunque su memoria no tenía problemas, los doctores no se explicaban las limitaciones de habilidades que estaba presentando Cosmos, era como si esa parte se hubiera borrado de su código genético.

Seiya estaba tranquilo por los relajantes, pero le habían dado una libreta y un lápiz para que tomara notas de las cosas que de pronto olvidada y para que también llevara un control del periodo en que esos episodios de amnesia ocurrían. Todavía no podían decir si sería algo permanente, pero mientras los periodos no aumentaran, estaría fuera de peligro.

Adara era quien peor se encontraba, la fiebre que había presentado horas antes se debía a una infección en uno de los puntos internos de la sutura en su pantorrilla. Ella si había inalado los vapores de la toxina, pero como lo había hecho mientras estaba desmayada, en vez de perder la memoria solo permanecía inconsciente con leves ataques de convulsiones porque como su sangre no era demasiado densa, el efecto toxico se distribuyó en micros segundos por todo su sistema.

––¿Entonces esta como en una especie de coma?

––No Mina. Ella esta como en un sueño ligero, como cuando estas teniendo una pesadilla y tratas de despertar pero no puedes ––explicó Fighter de la manera más simple.

––Imagino que cuando quiere despertar es que convulsiona.

––Así es hermanito. Sus padres están en camino, les dije que esta así por la infección, nadie puede mencionar el accidente, ¿entendido?

––Si ––aceptaron los presentes.

––Muy bien. Ahora les aconsejo que vayan a casa o al menos al ala de descanso. Aquí solo debe estar Taiki para que cuide de Yumiko y tú porque estas enfermo.

––Oye Fighter, ¿pero y Serena? ––preguntó Mina

––¿Y Chibi-Chibi? ––preguntó Seiya.

––Ellas son asunto de Kakyu. Chicos por favor limítense a esperar. Yo estoy vigilando todo y necesito que no me presionen.

––¿Puedo estar con Adara en la habitación?

––Con cuidado. No quiero enterarme que estas de dramático diciéndole cosas que la puedan alterar ––le advirtió––. Ella escucha así que mide tus palabras.

––Lo menos que quiero es que empeore, créeme que tendré cuidado.

––Esta bien ––acepto con duda.

––Nosotros iremos a casa a buscarles ropa limpia y a cambiarnos. Tardaremos un poco así que si necesitan algo nos avisan ––dijo Yaten.

––Vayan tranquilos ––y Seiya lo abrazó.

––Cuídate hermanito, todo estará bien.

––Eso espero...

Cuando todos se marcharon él se fue a la habitación para hacerle compañía a Adara. Al verla sentía una gran opresión en su pecho; su mano estaba fría pese a que tenía fiebre, estaba algo pálida, conectada a varios monitores, una mascarilla le ayudaba a respirar, algunas manguerillas le suministraban medicamentos...

––¡Ay mi hermoso copo de nébula! Sé que mi hermana dijo que me ahorrara los dramas, pero necesito pedirte perdón ––se sentó junto a ella y tomó su mano––. Si hubiera actuado con madurez y hecho a un lado mis inseguridades, nada de esto estaría pasando... claro, quizás solo estarías aquí por una leve infección, pero es que eres un imán para el suelo ––intento bromear mientras secaba sus lágrimas.