Finalmente Red se estampó contra el de ojos claros, no muy brusco, pero lo suficiente para que Green se resbalara con la misma agua que su cuerpo destilaba. Tomó a Red por la camiseta y cayeron al suelo.
– Agh, te detesto Red – musitó Green pues el de cabellos cafés le había caído encima y el castaño se golpeó en la nuca.
– Pero tú me jalaste de la camiseta – dijo en un suspiro.
– Cállate bobo, todavía que te amortiguas sobre esta perfección – dijo con fastidio.
– Pues vaya que tu perfección es tan grande que me amortigüé por completo – se burló mientras se levantaba un poco y picaba el estómago de Green.
– ¡¿Me estás diciendo gordo?! – Green se levantó de golpe y empujó a Red, fastidiado.
Los labios del mayor se curvaron levemente, añadiendo una mirada algo nostálgica. Realmente había echado de menos compartir esos momentos con el castaño. Green por su parte desvió la mirada, evidentemente molesto.
– Tonto – musitó Green.
– Tonto tú – dijo Red ampliando su sonrisa.
Green volteó a verle indignado, pero inmediatamente su rostro cambió cuando vio esa sonrisa en Red, provocando un sonrojo. El entrenador del Monte Plateado le miró confundido, quitando su sonrisa.
– Red... –
– ¿Green? – preguntó no entendiendo qué sucedía.
– Tú... – Te ves lindo sonriendo. Pensó.
Se miraron a los ojos un momento, Red por su parte no daba crédito a lo adorable que Green se veía con aquella mirada atenta y sus mejillas sonrojadas. Bajó un poco la mirada, sonrojado, y no pudiendo contenerse besó suavemente la mejilla del castaño. Se alejó un poco y le sonrió al menor, que le miraba perdidamente. Se levantó y le dio la espalda para volver a la sala.
– Green, tu toalla – le dijo mientras se dirigía a la sala.
Por su parte, el castaño seguía en shock por todo lo que había sucedido en unos cuántos minutos. Red era tan encantador. Sacudió su cabeza, acomodándose su toalla, se levantándose dispuesto a dirigirse a su habitación.
Pasaron los minutos. Y Green salió más que listo, vestido de una camiseta amarilla, una chaqueta de mezclilla, unos jeans gastados que por cierto estaban doblados, pues estaban algo largos, y unos tenis blancos.
– Red estoy listo... – llamó.
El aludido tomó valor para levantarse, acercándose lentamente a Green, le tendió los chocolates y el dibujo, con un evidente sonrojo. Se sentía como un niño enamorado. El castaño se sorprendió por aquel presente y sonrió muy contento.
– ¡Gracias Red! – abrió la caja y tomó un chocolate – ¿Quieres uno? –
– Si – le dijo con una leve sonrisa.
– Pues compra jajajajajajaja – le sacó la lengua y colocó un chocolate entre sus labios.
Acto seguido, le dio la espalda. Red frunció el ceño y aprovechando que le dio la espalda le dio un abrazo.
– A-Ah, Red – masculló Green con evidente sorpresa.
– Más vale que me des un chocolate o te quitaré ese que tienes entre tus labios – le susurró pícaro.
Aquella acción fue paralizante para el castaño. No sabía qué hacer o decir. Se sonrojó por completo. Imaginando cómo Red se lo quitaría con un beso. Tragó duro. Entre deseando y no deseando tal acción.
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De vacaciones en Alola (Originalshipping) (Red x Green) (Namelessshipping)
Fanfiction-BASADA EN LOS VIDEOJUEGOS- Tras largos años de no verse, Green decide buscar a Red en el desafiante Monte Plateado, pues no podía seguir ocultando sus sentimientos. Una cosa lleva a la otra y de repente este par termina en Alola, donde, lo que ello...