Cachorro en problemas.

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– Isla Melemele, allá vamos – dijo el castaño con emoción.

Antes de ir a la estación de ferry, decidieron mandar a sus pokémon a la región de Kanto. Se despidieron de cada uno, quedando solo Pikachu, Eevee y Jolteon.

Cuando Red se había despedido de Charizard, se quitó su gorra y suspiró nostálgico. Green había sentido algo similar al despedirse de Arcanine, cuando se había ido por completo, una opresión en el pecho se hizo presente.

– Adiós – dijeron al unísono.

– Prometo que les traeré nuevas aventuras cuando regresemos – propuso con una sonrisa.

Red le dirigió la mirada y asintió.

Más tarde, se encontraban en el ferry, esta vez Red acompañaba a Green, quien sospechaba que lo hacía para que no le coquetearan. Rió divertido, captando la atención del de cabello marrón.

– ¿Ocurre algo? – cuestionó.

– Red, creí que no soportabas el calor de la región – murmuró picarón.

Este se ruborizó y apartó la mirada claramente evidenciado. Green rió más fuerte.

– No es lo que crees – se defendió más sonrojado.

– Si claro – dijo divertido.

Finalmente habían llegado a la estación de Melemele. Green bajó emocionado y salió de la estación, contemplando no muy lejos una ciudad. Se acercó al directorio, leyendo detalles de la misma.

– Ciudad Hau'oli, es la capital de la isla –

– Entonces vayamos – dijo Red.

Tomaron camino hacia dicha ciudad, estaban cerca de la playa de Hau'oli, cuando escucharon un doloroso lamento. El primero en notarlo fue Pikachu, moviendo las orejas, bajó del hombro de Red y corrió hacia donde se escuchaba aquel quejido, sin pensarlo dos veces. Ambos entrenadores lo siguieron.

– ¡Espera Pikachu! – exclamó Green tras él.

El de cabello marrón tenía un mal presentimiento, por lo que no se atrevió en llamar al ratón eléctrico de vuelta.

Llegaron al lugar, había un cánido en el suelo, de pelaje café y ojos azulados, siendo rodeado por una horda de pokémon de aspecto felino. A simple vista, se le notaba agotado, sin embargo, un ataque por parte de los pokémon felinos era próximo, por lo que debían actuar rápido.

– ¡Pikachu! – nombró Red con decisión.

Al mismo tiempo que este había llamado a su inicial, Green lanzó la pokéball de Jolteon, quien parecía estar al tanto de la situación, mostrando un semblante molesto. Las palabras no fueron necesarias en aquel momento, como si el vínculo de entrenadores y pokémon fuera tan fuerte para no ocupar del diálogo. Ambos iniciales vieron sobre el hombro a sus entrenadores, para luego verse entre sí y asentir con decisión.

Pikachu fue con un Ataque Rápido, alejando así a los rivales del pokémon herido, siendo pokémon salvajes, estos optaron por contraatacar, sin embargo Jolteon, apareciendo de un salto, logró repeler el ataque con un Poder Oculto. Siendo ambos pokémon campeones, no parecía ser una dificultad evitar los ataques enemigos.

Gracias a la intervención del dúo eléctrico, Green se acercó al cachorro y lo tomó en brazos, entre prisa y cuidado.

– ¡Red lo tengo! ¡Vámonos de aquí! – exclamó mientras se erguía e iba corriendo en dirección a la ciudad.

Este asintió, para posar su mirar en ambos pokémon.

– ¡Pikachu! ¡Jolteon! ¡Vamos! – llamó al mismo tiempo que corría tras del castaño, dándole la espalda a ambos iniciales.

De vacaciones en Alola (Originalshipping) (Red x Green) (Namelessshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora