– ¡Entonces vamos! – exclamó contento.
Red se sentía muy nervioso. Realmente tenía miedo de que el profesor mostrara preferencia sobre él y rechazara al castaño. Sumando lo más importante, el volver a ver a su madre.
Fueron al patio, Green llamó a sus Rapidash.
– Sería muy tedioso ir volando a un lugar que está relativamente cerca, así que iremos sobre Rapidash – dijo regresando a Jolteon a la pokéball.
Red asintió. Pikachu subió a su hombro. Salieron de casa, montaron a los Rapidash y fueron hacia Pueblo Paleta.
Atravesaron la Ruta 1, todo parecía ir en cámara lenta para Red, ver a los pokémon salvajes, verse a sí mismo de niño capturando diversos pokémon, mientras Green se burlaba de él porque sus pokémon eran débiles.
El trayecto no fue muy largo. Sumando que Red era muy bueno para montar Rapidash.
Llegaron a Pueblo Paleta. Green parecía muy emocionado mientras que Red estaba nervioso. Dejaron a los Rapidash pasear en el jardín del profesor. Estaban frente al laboratorio.
Antes de que el castaño abriera la puerta, el de cabello marrón aspiró aire para darse valor.
Entraron al laboratorio.
Era tal como lo recordaba hace 5 años. Quizá con nueva tecnología, más expedientes, y mejoría en los inventos.
– ¡Hola Green! – saludó un joven de cabello café.
– Hola Trace – saludó.
Red miraba al niño indiferente.
– ¿Quién es él? – preguntó viendo a Red.
– Él es... – cuando fue interrumpido.
– Hola Green – se escuchó.
Green levantó la mirada, topándose con su abuelo.
– Hola abuelo – sonrió.
– Has llegado muy pronto – dijo mientras reía.
– Vine en Rapidash – dijo con simpleza.
– Ya veo – dijo mientras prestaba atención en quién estaba detrás de Green – ¿Acaso tú...? – dijo incrédulo – ¿Red? – susurró con asombro.
–Piiika – saludó Pikachu.
Green sonrió. Red desvió la mirada incómodo, era hora de enfrentar a lo que había dejado atrás.
– ¡¿Es Red?! – exclamó Trace – ¡El chico del que me habías contado! – exclamó sorprendido, mientras miraba a Green.
– ¡SHHH! ¡Trace! – Green le tapó la boca avergonzado.
Red miró curioso al niño. Luego dirigió la mirada al profesor. Asintiendo lentamente.
– Green creí que no sabías nada de Red – reprochó, causando una risilla traviesa en el aludido.
– Sorpresaaaa – dijo haciendo una absurda expresión con las manos.
Red lo único que hizo fue ponerse más cerca de Green. No decía ni una sola palabra, mantenía el semblante serio, queriendo evadir el diálogo con el profesor.
– Eres un mocoso mentiroso – dijo divertido el profesor mientras le daba un golpecito en la cabeza al castaño.
El de cabello marrón notó la buena relación que tenían. Se preguntaba de qué se había perdido todos estos años.
– Te recordaba más parlanchín Red – dijo el profesor.
– Él es así abuelo – lo defendió Green.
Red rió.
– Bueno bueno – dijo con simpleza el profesor – Luego me explicarás bien cómo es que Red está nuevamente aquí – sentenció observando al castaño – Por ahora preferiría que tomaran sus boletos y prepararan todo su equipaje – dijo tendiéndole los boletos.
– Yo también quiero que me expliques Green – dijo Trace con un puchero.
– Será después – dijo sonriente – Gracias abuelo – masculló tomando los boletos – Nosotros tenemos cosas que hacer entonces, mañana vendremos a despedirnos, adió...–
– ¡Greeeen no quiero que te vayaaaas! ¡Déjame ir contigo! – interrumpió Trace abrazándolo.
Red se sintió algo celoso al ver aquello.
– Pero si aún no me voy, será mañana, además, ya invité a Red – dijo apenado.
Trace se separó. Mirándolo con tristeza. Luego le dirigió la mirada a Red, viéndolo con molestia. El de cabello marrón no entendió aquel gesto.
– ¡Trace no lo mires así! – regañó Green.
– Lo siento, no puedo evitarlo – dijo haciendo un puchero.
El profesor rió.
– Vamos Trace, debemos seguir investigando –
– Bueno profesor Oak – dijo resignado – Adiós Green – se despidió triste.
– Adiós Trace, adiós abuelo, hasta mañana – dijo despidiéndose con una sonrisa – Vamos Red –
Este asintió y se despidió con la mano.
Salieron del laboratorio, caminaron lentamente, Green a decir verdad, tenía una duda.
– Red –
– ¿Sí? –
– No dijiste una sola palabra estando en el laboratorio – musitó preocupado.
– Me sentía algo nervioso – admitió.
Green pareció comprender. Habían dos opciones: o Red temía a que mostraran preferencia sobre él o le daba vergüenza llegar como si nada 5 años después.
– Hablando de eso –dijo pareciendo recordar – Me estaba preguntando... ¿No quieres visitar a tu madre? –
Este pareció detener su andar. Observó a su alrededor. El pueblo donde había crecido. Donde había conocido a Green. Donde había recibido a su inicial. Todo era tan parecido pero diferente a la vez. El tiempo lo había cambiado. A él, al pueblo, a su "rival". Y ahora estaba de vuelta. Junto a Green y su inicial. Le traía dulces recuerdos pintados de gris.
El castaño no decía una sola palabra. Red parecía tan sumido en sus pensamientos.
– Pika... – dijo el ratón eléctrico.
Red asintió, dirigió su mirada a Green y asintió nuevamente, este le sonrió.
Se dirigieron a la casa de Red. Tocaron la puerta. Green consideró prudente dejar que Red tocara la puerta, estando detrás de él. Los recibió una mujer de cabello negro azulado.
– Hol... – apenas levantó la mirada, la mujer quedó impactada – ¡¿Red?! – exclamó, por supuesto que ese era su hijo.
Se lanzó a abrazarlo.
– ¡Hijo! ¡Cómo has crecido! – no pudo evitar derramar algunas lágrimas – No sabes lo preocupada que estaba por ti – dijo separándose de él – Mírate tan alto y apuesto – dijo orgullosa – Pasa hijo –
--- Espacio del escritor ---
Hola lectoras y lectores, quería agradecerles por sus lindos comentarios y apoyo a esta historia, por más que haya tardado en mandarlos hacia Alola u.u
¡Disfruten masters!
Les dejo una imagen bonus uwu
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De vacaciones en Alola (Originalshipping) (Red x Green) (Namelessshipping)
Fiksi Penggemar-BASADA EN LOS VIDEOJUEGOS- Tras largos años de no verse, Green decide buscar a Red en el desafiante Monte Plateado, pues no podía seguir ocultando sus sentimientos. Una cosa lleva a la otra y de repente este par termina en Alola, donde, lo que ello...