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‹Miércoles, 3 de septiembre del 2031›

‹Pov's Adrien›

Miraba fijamente el tablero lleno de fotos y pistas sobre el paradero de mi madre. Hoy se cumplen exactamente 16 años desde su desaparición, 16 malditos años sin el amor de una madre. Ella era mi mejor amiga, un día solo se fue a trabajar y más nunca regresó a casa.

He intentado de mil y una formas buscarla, saber donde está, aunque sea despedirme de ella si más nunca la volveré a ver. Papá no me habla si no son cuestiones de trabajo, me encantaría que el también mostrara el mismo interés en encontrarla, pero se ve que eso solo pasará en mis más profundos sueños.

Mi intercomunicador pitó, llamando mi atención.

- ¡Hey Chat! ¿Tienes algo que hacer esta noche? Fu tiene una misión para ti -dijo Ladybug-.

- Ehhh -miré el reloj en la pared-.

«4:39PM»

- No, dile al jefe que voy en camino, quiero perfeccionar algunos movimientos.

- ¡Claro!.

Entré al baño, una ducha no le hace mal a nadie, especialmente si necesitas relajarte. Después de sacar (por ahora) a mi madre de mi cabeza, me vestí y me perfumé.

A paso rápido, me monté en mi auto, emprendiendo hacia la guarida. Al llegar Ladybug me recibió junto a Rena.

- ¿Sabes? En la universidad me mandaron a hacer una trabajo vinculado con la empresa de tu padre, parece que le atuendo ganador lo modelarás tú -rompió el hielo la azabache con antifaz rojo-.

- ¿Tu universidad es la del concurso?.

- Sip. No te sorprendas si gano.

- ¿Pasar más tiempo contigo aparte del que paso en la guarida? -la miré- ¡Ay no, que fastidio! -dramaticé burlandome-.

Las risas de las chicas se presentaron, lo sé, soy un vacilón. Entré a la oficina de Fu, ya con mi traje puesto.

- ¿Qué tengo que hacer? {♪Pa' que vuelvas conmigo, vamos a dejar el pasado atrás♪}.

- Nunca aprenderás a tocar la puerta ¿Verdad? -Ryuko, siempre entrometida-.

- Nah.

- Muchacho, hoy, un aliado de Hawk Moth robará una joya evaluada es más de medio millón de dólares, tu misión, evitarlo. Sal de aquí y no quiero que pase lo mismo que la vez pasada.

- Si señor.

[...]

Subí al techo de la joyería, la ventanilla estaba abierta.

«¿Quién más aparte del ladrón está aquí?»

Bajé por ella encontrándome a nada más y nada menos que la agente roba cuadros, mirando fijamente la joya que planeaba hurtar el supuesto criminal.

- ¿Qué haces aquí? -le susurré-.

-se exaltó por un momento para después girarse- Pero miren quien está aquí ¿Pudiste librarte sólo del amarre? -se burló-.

- Jaja, que graciosa -murmuré sarcástico-.

- ¿Tú qué haces aquí? Esta es mi misión, gato de calle.

- ¿Disculpa? Es la mía.

- ¡No! Ahora ve a dormir, gato, el ladrón podría llegar en cualquier momento y no quiero que lo estropees.

Con rápidos y sigilosos movimientos bajó, acercándose cuidadosamente a la joya, supongo que esperando a sorprender al aliado.

Resignado, bajé igualmente, no me quedaría sin hacer nada para que después me llamen inútil.

- ¡Te dije que te fueras! -susurró de igual forma-.

- Jamás dejaría que alguien como tú me quitara mi trabajo -la miré directamente a los ojos-.

De repente se activó una alarma, solo se podía escuchar "¡Intruso, intruso!" por todas partes. Había llegado.

- ¿¡Enserio!? Pués entonces admira como te lo quito -gritó-.

- ¡Cállate! -le tapé la boca- Él, ya está aquí.

- ¡No me callo nada! -volvió a gritar-.

Pedazos mínimos de vidrio cayeron sobre nosotros, la abracé tratando de cubrirla y que no le pasara nada, habían roto el cristal que separaba la joya con el exterior.

Al cabo de unos segundos la alarma dejó de retumbar en nuestros tímpanos, me separé de ella y con dificultad me paré, la peli-roja repitió la acción.

- No está -dijo incrédula al ver como el collar había sido robado, fallamos- ¡Todo esto es tu culpa! -se giró furiosa-.

- ¡¿Mi culpa?! ¡Tu fuistes la que empezó a gritar como loca! -moví mi brazo con brusquedad señalándola, un dolor punzante invadió mi espalda y un pequeño grito se escapó-.

- ¡Pero tú fuiste él que se acercó! -reclamó aún más- ¡Sino fuera po- -paró debido a mi cara de dolor, toqué con mi mano mi espalda, al verla solo observé sangre, parece que un vidrio llegó a impactarme- ¿Estás b-bi-en? -dijo con preocupación-.

- Si solo...déjame -empecé a alejarme de ella, caminando en dirección contraria-.

- ¡Chat, espera! -corrió, poniéndose en frente mío y obstruyendo mi paso- Enserio, lo siento, porfavor déjame ayu-.

- ¡No! ¡Si tanto quieres ayudarme vete y déjame en paz! -le grité harto-.

Sus ojos mostraban preocupación y a la vez miedo, creo que fui muy duro con ella.

- Bien, adiós Chat.

♠♣♠♣

Estos ya se arrecharon -.-

Si me disculpan iré a comer porque tengo hambre :)

Pero antes de irme quería agradecerles por el apoyo que está teniendo esta historia y por sus comentarios bien chéveres :>

¡Au revoir!/¡Adiós!

Agente 00Perfeción [Semi-AU] [Adrien Agreste/Chat Noir y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora